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Mireia se despereza y Jessica Vall logra clasificarse para una final explosiva
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katie ledecky sigue con paso firme

Mireia se despereza y Jessica Vall logra clasificarse para una final explosiva

Después de un decepcionante primer día la nadadora de Badalona logró meterse con la segunda mejor marca en el 1.500. Katinka Hosszu logró su tercer título mundial en el 200 estilos

Foto: Mireia Belmonte, en las eliminatorias de 1.500. (EFE)
Mireia Belmonte, en las eliminatorias de 1.500. (EFE)

Mireia Belmonte se fue de la piscina por la mañana con una cara muy diferente a la del primer día, donde no pudo clasificarse para las finales de los 200 estilos y 400 libre. Tocaba nadar los 1.500 junto a Katie Ledecky en su semifinal, que son palabras mayores. La estadounidense no sirve de referencia porque está sencillamente en otra liga, por no decir otra galaxia, pero Mireia consiguió concentrarse, seguir su propio ritmo y se clasificó con el segundo mejor tiempo, aunque subirse el podio estará muy caro.

La catalana marcó un tiempo de 16m 5,37s, pero en la otra serie la china Yawen Hou, de 19 años, hizo 16m 5,87, seguida de la italiana Simona Quadarella con 16m 7,08s y de la húngara Boglarka Kapás con 16m 9,6. Es decir, que la final que se disputará este martes excepto el oro de Ledecky, lo demás estará en un pañuelo. Mireia tiene opciones, pero deberá estar muy fina en la prueba más larga de la piscina.

Foto: Mireia Belmonte tras su participación en los 200 estilos. (EFE)

La otra buena noticia para la delegación española fue la clasificación de Jessica Vall para la final de los 100 metros braza. Su especialidad son los 200 y tiene un gran mérito meterse en la final junto a las bestias de la braza Yulia Efimova, Lily King y Ruta Meyulite. La lituana es la plusmarquista mundial, pero su récord está seriamente amenazado en una final en la que saltarán chispas.

Efimova se quedó a una centésima en su serie e inmediatamente hizo un gesto, un no con el dedo índice que tenía dedicatoria: Lily King. La estadounidense, hizo ese mismo gesto en los Juegos de Río cuando estaba en la cámara de llamadas y Efimova competía. Unos minutos más tarde, no se cortó al admitir ante los periodistas que no le tenía ninguna simpatía a la rusa por su pasado de dopaje y que no debería estar compitiendo. La rivalidad entre ambas va mucho más allá de la piscina y la final, en la que participará Jessica Vall, promete.

placeholder Foto submarina de Katie Ledecky. (EFE)
Foto submarina de Katie Ledecky. (EFE)

Hosszu no perdona

La segunda jornada de la natación en el imponente Duna Arena de Budapest sirvió también para presenciar las exhibiciones de Adam Peaty en los 100 braza y Sarah Sjostrom en los 100 mariposa. Ambos ganaron con autoridad y se quedaron a un suspiro de batir sus propios récords del mundo. La siempre sonriente y expresiva sueca, tras debutar con un récord histórico en los relevos 4x100 en el que logró ser la primera mujer en bajar de los 52 segundos, ha conseguido ya su primer oro en un Mundial en el que las pruebas de velocidad llevan sin duda su nombre.

La lástima es que ha renunciado a nadar los 200 libre, por lo que nos perderemos el duelo entre ella y Katie Ledecky en la distancia en la que más sufre la norteamericana. En su serie de 100 espalda la canadiense Kylie Masse consiguió la segunda mejor marca de todos los tiempos y en la final de mañana puede caer el récord.

Mientras, la estrella Katinka Hosszu decidió no competir en las semifinales de los 100 metros espalda, que se nadaban 15 minutos antes, para centrarse en su prueba favorita; los 200 estilos. A sus 28 años es consciente de que debe regular los esfuerzos y optó por no arriesgar ante su público. Su récord del 2015 2.06.12 fue estratosférico y no lo ha podido superar, pero la piscina se vino abajo cuando la húngara tocó la pared con un tiempo de 2:07 mientras su marido y entrenador Shane Tussup cumplía con su habitual show particular y se golpeaba el pecho gritando como un poseso. Hosszu es la primera nadadora en la historia que consigue tres títulos mundiales consecutivos en esta distancia.

Mireia Belmonte se fue de la piscina por la mañana con una cara muy diferente a la del primer día, donde no pudo clasificarse para las finales de los 200 estilos y 400 libre. Tocaba nadar los 1.500 junto a Katie Ledecky en su semifinal, que son palabras mayores. La estadounidense no sirve de referencia porque está sencillamente en otra liga, por no decir otra galaxia, pero Mireia consiguió concentrarse, seguir su propio ritmo y se clasificó con el segundo mejor tiempo, aunque subirse el podio estará muy caro.

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