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Hispanos, la nueva generación
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las caras nuevas de la selección española

Hispanos, la nueva generación

Isidoro Martínez, seleccionador nacional júnior, y Alberto Suárez, seleccionador juvenil, hablan con El Confidencial sobre la generación que está tomando el relevo en los Hispanos

Foto: David Balaguer está siendo de uno de los mejores de España en el Mundial (Guillaume Horcajuelo/EFE)
David Balaguer está siendo de uno de los mejores de España en el Mundial (Guillaume Horcajuelo/EFE)

A los aficionados del balonmano les puede parecer que Raúl Entrerríos y Víctor Tomás, las dos caras más conocidas de la selección española, llevan toda la vida en el equipo. El central lleva ahí desde antes de que España ganara el Mundial de Túnez en 2005. Y el gesto de cerrar los puños tras marcar un gol del extremo ha sido una constante durante toda la última década. Pero hubo un momento en el que fueron novatos en un equipo lleno estrellas con varias medallas en su palmarés. En esa situación están ahora varios jugadores, algunos de los cuales debutan en un gran campeonato en el Mundial de Francia.

Foto: Raúl entrerríos es el capitán y el jugador con más partidos de la selección (EFE)

En sus primeras decisiones como seleccionador nacional, Jordi Ribera ha decidido afrontar el presente pensando en el futuro. Su primera convocatoria, el pasado mes de octubre, fue un ejemplo de ello. La segunda, un par de meses después, para el Mundial, también. Ribera ha convocado a Gonzalo Pérez de Vargas y Álex Dujshebaev, que ya llevaban varios años en el equipo nacional; ha dado la alternativa en un torneo internacional a Rodrigo Corrales y Iosu Goñi; y ha confiado en tres debutantes, David Balaguer, Álex Costoya y Xoan Ledo (que no entró en el equipo final). Son siete jugadores nacidos en los años 90, integrantes de las mejores generaciones del balonmano español en las categorías de formación.

"La apuesta de Jordi ha sido valiente y acertada", afirma Isidoro Martínez, seleccionador júnior. Alberto Suárez, responsable de la selección juvenil, matiza y explica que si hay un campeonato para introducir cambios, es este, un Mundial posterior a los Juegos Olímpicos que no clasifica para otro torneo. "Es donde aprovecha todo el mundo para hacer cambios y meter gente nueva. Y es un riesgo controlado, son jugadores preparados para jugar arriba. La selección no es más débil por meter jugadores nuevos", dice.

Tanto él como Martínez conocen muy bien a casi todos los jugadores de la selección porque los que han entrenado en las categorías de formación. Con los nacidos en los 90, además, han conseguidos varias medallas en los últimos años. Desde 2010, España ha sido subcampeona del mundo júnior (2013), subcampeona del mundo juvenil (2011) y dos veces campeona (2012 y 2016) y una vez tercera de Europa júnior (2014).

Balaguer, el jugador al que nunca convocaban

De los nuevos, Balaguer es el que más está llamando la atención. El extremo derecho del Nantes ha realizado unos dos primeros partidos del Mundial excelentes, con un 9/10 en el lanzamiento. "Es bueno que vayamos entrando los jóvenes y que aprovechemos los minutos. Muchos de nosotros aún no hemos ganado nada con este equipo y la falta de experiencia la compensamos con hambre y con ambición", comentaba antes de viajar a Francia.

Él compara su forma de jugar con la de Víctor Tomás, con el que comparte posición ("somos de la misma escuela", dice), pero su carrera se parece más a la de Valero Rivera, otro extremo con formación azulgrana: también dejó el Barcelona para jugar en otro equipo en España (Cuenca) y también fichó por el Nantes, donde compartieron equipo la temporada pasada.

"No puedo arrepentirme de nada, creo que tomé las decisiones correctas en el momento en el que las tenía que tomar. La felicidad ahora mismo es completa", reconocía a El Confidencial antes del Mundial. El de Balaguer es un caso extraño: ha llegado a la absoluta sin jugar antes en categorías inferiores. "Es del 91, y en esa generación había cinco extremos zurdos de una calidad extraordinaria. Nunca entró en la selección definitiva, aunque lo seguíamos de cerca", recuerda Martínez, que destaca su trabajo y evolución hasta ganarse un puesto en la absoluta.

placeholder Álex Costoya debutó con la selección española en el Memorial Domingo Bárcenas disputado antes del Mundial (Javier Etxezarreta/EFE).
Álex Costoya debutó con la selección española en el Memorial Domingo Bárcenas disputado antes del Mundial (Javier Etxezarreta/EFE).

Los Júniors de Oro

Costoya, el otro novato de España en el Mundial, sí tiene experiencia con la selección: es uno los integrantes de la generación de los Júniors de Oro. Sí, no solo el baloncesto tiene a los suyos. Son los nacidos en 1992 y 1993, jugadores que se ganaron ese apodo a base jugar finales. En concreto todas las que pudieron: Mundial y Campeonato de Europa en categoría juvenil y Mundial y Campeonato de Europa en categoría júnior.

"Ahí ya se veía que era una generación muy fuerte, con un espíritu competitivo muy grande", recuerda Suárez. Él entrenó a ese grupo durante seis años: desde promesas a júniors. "Ya tenemos en la absoluta a los dos laterales de esa generación: Costoya y Dujshebaev. Aitor Ariño, que ahora no está, fue campeón del mundo en 2013 con Valero Rivera. Y también ha debutado (con Jordi Ribera) Ferrán Solé, extremo zurdo", repasa el técnico, que no se olvida del lesionado Pablo Cacheda, central del Naturhouse La Rioja.

"Costoya es un jugador que nos da lanzamiento exterior y mucha rapidez. Es un poco menos experto, pero es un jugador bastante completo. Lo más codiciado de él es su capacidad de hacer gol. Sobre todo es un jugador valiente", dice Súarez sobre el lateral, al que también entrenó en Gijón. El jugador asturiano, que ahora juega en el Ademar de León, se define a sí mismo "como un tipo que nunca se rinde". "Me da igual cómo de dura es la defensa, siempre voy a muerte", dijo en el acto de presentación de la Selección antes del campeonato.

Foto: El Barcelona inauguró la temporada con el título de la Supercopa (Jesús Diges/EFE)

"Es la mejor época del balonmano base"

Tanto Isidoro como Alberto llevan mucho tiempo tratando con jugadores de formación, lo que les permite hablar con conocimiento de la evolución del balonmano base español en los últimos años. Y ambos coinciden en que la crisis económica, que ha convertido la liga española en un monólogo del Barcelona, ha sido beneficiosa. "Que haya pocos jugadores extranjeros implica que los jóvenes tienen más fácil el acceso a la alta competición", apunta Suárez.

"Antes de la crisis, los jugadores júnior que fichaban por equipos de ASOBAL lo que hacían era acompañar en los entrenamientos y participar muy poco en la competición. Ahora son importantes", dice Isidoro. "Antes, en los partidos igualados, nos ganaban los daneses o los serbios, y ahora es frecuente que gane España. El jugador madura mucho antes. No solo se trata del día a día, sino de competir cada fin de semana", añade.

Foto: Víctor Tomás celebra uno de sus goles en Túnez-España (Guillaume Horcajuelo/EFE-EPA)

Casi todos los integrantes de la selección júnior tienen experiencia en ASOBAL, y los juveniles ya juegan en categoría nacional. Por segundo año consecutivo, España es segunda en el ránking de la EHF, que tiene en cuenta resultados en todas las categorías, por delante de Francia y solo superada por Alemania. "Desde la generación de la 90/91 es la mejor época del balonmano base español masculino con muchísima diferencia. Están pasando cosas que hace unos años eran impensables", afirma Alberto Suárez. Y pone un ejemplo: "Ahora tengo a dos juveniles en el extranjero, cosa que antes era inaudito. Rolando Uríos (el hijo del expivote de la Selección), que juega en el Füchse Berlin, y Mateo Selva, que está en Toulouse". Isidoro Martínez está seguro de que el futuro será brillante. "Tenemos garantizado el relevo generacional", afirma.

A los aficionados del balonmano les puede parecer que Raúl Entrerríos y Víctor Tomás, las dos caras más conocidas de la selección española, llevan toda la vida en el equipo. El central lleva ahí desde antes de que España ganara el Mundial de Túnez en 2005. Y el gesto de cerrar los puños tras marcar un gol del extremo ha sido una constante durante toda la última década. Pero hubo un momento en el que fueron novatos en un equipo lleno estrellas con varias medallas en su palmarés. En esa situación están ahora varios jugadores, algunos de los cuales debutan en un gran campeonato en el Mundial de Francia.

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