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Farrés, de mochilero de Marc Coma a subir al podio del Dakar con una moto no oficial
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el catalán termina tercero la edición de 2017

Farrés, de mochilero de Marc Coma a subir al podio del Dakar con una moto no oficial

La regularidad del piloto español le permitió subir al podio del Dakar por primera vez en su carrera a pesar de competir con una moto de serie, menos potente que las oficiales de los favoritos

Foto: Farrés celebra su podio tras la última etapa del Dakar (David Fernández/EFE)
Farrés celebra su podio tras la última etapa del Dakar (David Fernández/EFE)

"El Dakar es sufrimiento, no te diviertes", comentaba hace un año a este medio Gerard Farrés. El piloto, un veterano de la carrera, sabía de lo que hablaba. En la prueba sudamericana, antes africana, para disfrutar primero hay que padecer. Pero cuando se cruza la última meta, la satisfacción es especial. Y cuando se consigue la gesta de subir al podio con una moto no oficial, aún más. Farrés ganó este sábado la última especial de la edición de 2017 y acabó en tercera posición.

El piloto de Manresa comenzó la última etapa en puesto de podio, por delante el francés Adrien Van Beveren, al que una penalización de un minuto por exceso de velocidad en la penúltima jornada bajó del cajón. "Me lo acaban de decir: mañana salimos a defender el podium, 3º de la general tras una penalización de 1min. a Adrien van Beveren. ¡Increíble!", escribió Farrés en su perfil de Facebook tras enterarse de la sanción de su rival. Tras ese cambio en la clasificación general, Farrés tenía que defender 48 segundos en la última especial, de solo 64 km. Y no solo aguantó, sino que mandó durante toda la etapa: lideró de principio a fin y acabó empatado en el primer puesto (30:29) con su rival, lo que le permitió asegurar su primer podio. Tercero fue Joan Barreda, que finalizó el Dakar en quinta posición.

El podio de motos, con Farrés a la derecha.

A Farrés solo le superaron dos pilotos: el británico Sam Sunderland y el austriaco Matthias Walkner, los dos con KTM, como él, pero oficiales, una ventaja sustancial. La diferencia entre una moto oficial y otra de serie está sobre todo en el motor. La potencia marca la diferencia entre una y otra. "Se nota en las rectas porque tienen más potencia, y también tienen más par motor y en velocidad punta. Y al final son segundos que te caen, sobre todo en línea recta. Pero como es un deporte en el que entran otros factores como la navegación, hace posible que un equipo privado pueda estar ahí", explicaba Farrés hace unos días en una entrevista en el diario 'As'.

"Me parece increíble estar con estos cracks", escribió Farrés tras la última etapa. Ante la prensa quiso acordarse de todos lo que le han ayudado. "Este no es un triunfo individual, esto es de todos. Ahora me acuerdo de los patrocinadores que me ayudaron cuando no era nadie, de mi familia, de mis amigos y de este equipazo, privado, pero con mucha ambición, en el que cada uno pone su grano de arena en esta increíble carrera que es el Dakar", declaró Farrés tras asegurarse esa tercera posición.

"No me salen las palabras, me llegan recuerdos de diez años de Dakar y de dura preparación, desde cuando no era nadie o era mochilero del 'Chaleco' y de Marc Coma... ¡Uf! Qué alegría. Esto se lo debo a este pedazo de equipo que tengo, a estos 'mamones', que me han dado todo para llegar hasta aquí", confesó el tercer clasificado del Dakar.

Todo un campeón de esta prueba, como Nani Roma, también se rinde a Farrés. "Extraordinario. No pensaba que fuera a llegar a tanto. Ha hecho una gran carrera, y que nadie piense que ha sido debido a que unos han abandonado y a otros les han penalizado. Cada uno tiene sus mierdas aquí y lo ha hecho genial. No hay más que felicitarle", dijo el piloto catalán, que finalizó cuarto en coches.

Peterhansel sigue siendo el rey

En la categoría de coches, la sorpresa habría sido que no ganase el de siempre. Y no sucedió nada extraño. Stéphane Peterhansel volvió a ganar el Dakar, una costumbre que empezó a adquirir en 1991, cuando todavía lo disputaba en África y en motocicleta, y no la ha perdido 26 años después. El francés sumó este sábado su decimotercer Dakar. Seis consiguió en motos, siete, con este último, en la categoría de coches. Nadie se acerca a los números de este competidor excepcional de 51 años, que superó a sus compatriotas Sébastien Loeb y Cyril Despres. Roma acabó esta vez en cuarta posición.

"El Dakar es sufrimiento, no te diviertes", comentaba hace un año a este medio Gerard Farrés. El piloto, un veterano de la carrera, sabía de lo que hablaba. En la prueba sudamericana, antes africana, para disfrutar primero hay que padecer. Pero cuando se cruza la última meta, la satisfacción es especial. Y cuando se consigue la gesta de subir al podio con una moto no oficial, aún más. Farrés ganó este sábado la última especial de la edición de 2017 y acabó en tercera posición.

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