Carlsen-Karjakin: así ve el duelo de gigantes la gran maestra del ajedrez español

Nueva York es el epicentro, el lugar donde dos mentes privilegiadas llevan varios días evaluando su poder ante un tablero de ajedrez. Magnus Carlsen y Sergey Karjakin miden fuerzas en un Campeonato del Mundo cargado de tensión y emoción. El noruego defiende título ante el aspirante ruso (nacido en Ucrania), con una bolsa superior al millón de dólares en juego. Las primeras partidas han puesto de manifiesto que el vigente campeón no lo va a tener tan fácil como auguraban algunos, pues su rival es noveno en el ránking mundial, aunque por sorpresa ganó el torneo de candidatos. La apasionante batalla es seguida a diario por millones de personas en todo el mundo, sobre todo por los grandes maestros/as que aspiran a ser protagonistas algún día de un torneo único. Entre ellas, Sabrina Vega Gutiérrez (Las Palmas, 1987), a día de hoy la número 1 de nuestro país.

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P. G.

Ocupa en la actualidad el número 61 del ránking femenino mundial esta canaria de 29 años que en este 2016 ha dado firmes pasos para ser seriamente reconocida en el mundo del ajedrez. En mayo se proclamaba subcampeona en el Campeonato de Europa disputado en Mamaia (Rumanía) y semanas después, en la 5ª edición del Memorial Anatoly Karpov, dentro del 14º Festival de Cap d'Adge (Francia), ganaba una partida -modalidad de 25 minutos más 10 segundos adicionales por movimiento- en 36 movimientos al legendario maestro ruso. “Fue un honor enfrentarme a Karpov”, reconoce Sabrina en charla con El Confidencial, que no pierde detalle de las partidas que se están celebrando en Nueva York, de las que absorbe enseñanzas, como el resto de colegas, de los dos grandes maestros. Sobre todo del noruego, del que piensa “puede llegar a ser el mejor jugador de la historia”. “Gary Kasparov siempre ha sido considerado el más completo y con más carácter, pero el ajedrez ha evolucionado mucho”, enfatiza.

Lucha hasta el final

Sabrina lo ha aparcado todo para dedicarse en exclusiva al ajedrez. “Como durante los dos últimos años me han ido bien las cosas y siento que he madurado y crecido, ahora todo lo demás ha quedado aparcado”, explica la maestra española. Licenciada en Derecho, tiene todavía pendiente hacer las oposiciones -rama de criminología- en el futuro. “Es una especialidad que me apasiona, siempre me gustó porque tuve buenos profesores de derecho civil”, relata, añadiendo que “aunque durante la carrera me encaminé a esa materia, al final escogí unas oposiciones de la rama de criminología, más encaminada a lo penal, cuyo ejercicio colateral también me atrae”. Pero por el momento es el tablero lo que llena su vida. “Vivir del ajedrez es complicado porque depende de muchos factores externos”, explica, pero recuerda que “cada vez tiene más reconocimiento, aunque más como herramienta educativa”.

El arranque del Mundial se desarrolla “con la clásica dinámica en una cita de estas características”, comenta Sabrina, “con las típicas tablas de rigor. Es lo más lógico porque el torneo y las partidas son de larga duración”. En estas primeras jornadas, tanto Carlsen como Karjakin se están adaptando al entorno, al ambiente, se miden psicológicamente… “Son partidas sólidas y delicadas, en las que miden su fuerza mental”, comenta la jugadora. En una palabra, “están calentando motores”. ¿Es tan favorito Magnus Carlsen? ¿Por qué? La maestra española tiene claro que nos encontramos ante un ajedrecista incomparable, sobre todo porque a diferencia de otros, “siempre busca el triunfo sin parar, incluso en situaciones en las que parece que no hay nada que hacer y las tablas son inevitables. Por decirlo de alguna manera, lucha hasta el final en cualquier partida”.

Resistencia y desesperación

“Carlsen es mucho Carlsen”, resume en pocas palabras la canaria. No tiene dudas de que es “mejor que todos sus rivales. Pierde partidas y lo seguirá haciendo, pero en mi opinión tiene una comprensión de las posiciones superior a los demás”. Se trata del entendimiento de las posiciones, por encima del cálculo de las jugadas. “De la nada se saca cualquier movimiento que cambia -para ganar- una partida”, destaca Sabrina, “lo que siempre obliga al rival a sacar lo mejor de sí mismo para darle respuesta”. A modo de máxima, estima que el ajedrecista noruego “juega con la resistencia y la desesperación del oponente”.

Está delante del ordenador prácticamente a todas horas desde que el Mundial se puso en marcha. Pasa el tiempo entrenando, dando clases particulares de ajedrez, colaborando con la prestigiosa chess24.com -referencia en el mundo del tablero-, perfilando su calendario profesional... Porque a día de hoy sólo el ajedrez tiene cabida en su vida, con el Mundial femenino que se disputará en 2018 (en Siberia, si no hay cambio de sede) como cita preferencial. El joven genio escandinavo (25 años) le tiene fascinada, como a la mayoría, considerando que “hay muy buenos jugadores en el panorama actual, pero nadie discute la hegemonía de Carlsen. Insisto en la comprensión de las posiciones, lo que mide el nivel, porque es un asunto clave. Resumiendo, su cerebro es fundamental”.

Aunque la batería de elogios hacia Carlsen es infinita, subraya que “Karjakin se ha ganado el derecho a retar” al vigente campeón. Tiene argumentos sobrados para tratar de dar la sorpresa, empezando “por una gran solidez a la hora de defender y su resistencia, sin olvidar su creatividad”. Pero en el otro lado de la balanza aparece el talento de Magnus, “con un gran juego posicional, sin arriesgar, procesando todo con lentitud, abriendo huecos...”. “Sí”, dice entre risas Sabrina, “en este sentido se le podría comparar con Simeone porque aprovecha a la perfección el error del rival”. Y no pasa por alto “su resistencia física. Está muy bien preparado en esta faceta y aguanta horas y horas. Siempre se siente muy seguro de sí mismo y le da igual que las partidas se alarguen”.

El techo

Vivió un inolvidable momento de gloria cuando se impuso a Anatoly Karpov. Acudió al torneo “gracias a los buenos resultados que obtenidos en los últimos tiempos. Fue un reto del que disfruté a conciencia, un recuerdo para toda la vida”. ¿Habría que unificar las categorías masculina y femenina? El debate esta abierto. Por el momento caminan por senderos diferentes hombres y mujeres, aunque Sabrina considera que “a lo mejor habría unirlos, pero el gran problema es que tal vez las jóvenes generaciones de mujeres se quedarían sin referentes. Es algo que habría que abordar con tacto y flexibilidad”. Ella todavía está lejos de conocer la atmósfera que se respira en la élite absoluta, pero poco a poco se acerca a la femenina, que no es poco.

Siguiendo con esta espinosa cuestión, “la mujer tiene cada día que pasa un mayor reconocimiento en el mundo del ajedrez, pero no podemos olvidar que siempre se ha considerado un deporte de caballeros”. Llegó más tarde al planeta de las torres y los alfiles, “algo que nos ha condicionado”, apunta Sabrina, si bien resalta que “hay mujeres que pueden pelear cuando se enfrentan a un hombre y de hecho lo hacen. Nuestro nivel ha subido bastante, esa es la realidad”. Los premios son menores, las ayudas también... Pero la canaria da la cara por el sector femenino y cree que “en unos años las habrá que estén a la misma altura de los hombres más dotados”. Sabrina sueña con alcanzar esa meta y por el momento, viendo el duelo Carlsen-Karjakin, su ilusión por llegar a la cima se multiplica a diario. “No sabría decir dónde está mi techo”, remata para dejar abierta de par en par una puerta con desconocido destino final.