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Los 300 del lacrosse, un deporte que ni siquiera está reconocido en España
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Los 300 del lacrosse, un deporte que ni siquiera está reconocido en España

El lacrosse, un deporte que practican millones de personas en Norteamérica, intenta hacerse hueco en el panorama español. La selección masculina disputa estos días el Campeonato de Europa

Foto: España debutó con derrota ante Israel en el Campeonato de Europa (Foto: European Lacrosse Federation)
España debutó con derrota ante Israel en el Campeonato de Europa (Foto: European Lacrosse Federation)

Para algunos deportistas, representar a su país no es solo un honor, también supone un gasto considerable. Mientras la delegación española se instala en la Villa Olímpica y se aclimata a Río de Janeiro, donde en menos de una semana arrancarán los Juegos, una selección nacional disputa el Campeonato de Europa masculino de un deporte tan minoritario que ni siquiera está reconocido como tal por el Consejo Superior de Deportes: el lacrosse.

Lejos de los focos que apuntan a la ciudad brasileña, la selección española disputa por tercera vez el campeonato continental con un objetivo muy modesto. "Pretendemos quedar terceros o cuartos de grupo", comenta en conversación telefónica con El Confidencial Nacho Farjas, capitán del equipo. Eso les clasificaría para la lucha por la novena plaza, que sería la mejor clasificación histórica del equipo español.

El viaje a Budapest les costó 40.000 euros

El lacrosse es un deporte muy practicado en Norteamérica. Allí comenzaron a jugarlo (al menos algo que se parecía a la versión actual) los pueblos nativos de la costa este de lo que ahora es Estados Unidos y Canadá. Esos dos países son las dos mayores potencias. Los practicantes se cuentan por millones y hay ligas, tanto al aire libre como bajo techo, que atraen a miles de espectadores. La National Lacrosse League tuvo una asistencia media de 9152 espectadores en su última temporada.

"El objetivo principal es tener 500 fichas de jugadores para poder formar una federación y seguir creciendo", explica el capitán de la selección

En España, la situación no tiene nada que ver: apenas 300 fichas y 16 equipos (11 masculinos y 5 femeninos) agrupados en la Asociación Española de Lacrosse. "El objetivo principal es tener 500 fichas de jugadores para poder formar una federación y seguir creciendo", explica Farjas. Con una federación, el lacrosse optaría a recibir ayudas, pero hasta que llegue ese momento son los propios jugadores los que acarrean con todos los gastos. "Cada club se organiza económicamente con el dinero que aportan los socios. Es como si juegas al fútbol en una división inferior. Con ese dinero costean los campos, los arbitrajes, etc. Y a nivel de la selección, exactamemte lo mismo. No hay ningún tipo de ayuda. Se intenta buscar 'sponsors' de marcas deportivas de lacrosse, pero principalmente el coste corre a cargo de los jugadores", dice.

Para este campeonato se han gastado 40.000 euros, a dividir entre los 21 jugadores y el cuerpo técnico. "Y este torneo ha sido, por así decirlo, de los baratos, porque está cerca de casa y es un país con una moneda barata. Pero si hubiese sido en Estados Unidos o Canadá, el precio se habría disparado", apunta Farjas, que como la mayoría de los jugadores del equipo es estudiante (acaba de terminar Arquitectura y está realizando un master). En esos casos, dice, son los padres los que echan una mano.

Resumen del España-Bélgica.

Muchos de los que juegan al lacrosse lo hacen porque lo han conocido fuera de España. Es la manera más habitual de enamorarse de este deporte. Es el caso de Farjas, que lleva seis años jugando. Comenzó a jugar con 16, cuando estaba de intercambio en Estados Unidos. "Allí todos mis amigos empezaron a jugar y lo probé. Cuando volví a España busqué si había un equipo de lacrosse en mi ciudad y me uní a él", cuenta.

"El lacrosse es el deporte más rápido de los que se juegan corriendo", afirma Farjas. "La pelota se mueve por el aire a una velocidad bastante alta. Es una mezcla entre fútbol americano y hockey hierba. El 'stick', en vez de ser como el de hockey, es como una especie de caza mariposas, y vamos con protecciones y se permite el contacto: se puede placar, se puede golpear con el 'stick'... No vale cualquiera para jugar", añade.

Estuvieron cerca de no jugar el campeonato

España ya ha jugado dos partidos en el Campeonato de Europa de Budapest y ha perdido los dos, contra Israel (17-1) y Bélgica (11-12 tras una prórroga), pero estuvo cerca de no poder debutar. En el viaje a Budapest, Iberia extravió una maleta con parte del material. "Nosotros llegamos el 27 por la mañana, y por la tarde teníamos un amistoso. Y al día siguiente ya teníamos el primer partido del torneo. Cuando llegamos nos faltaba una parte del material, los palos largos que utilizan los defensas. Al ser de gran tamaño hay que facturarlos en una maleta de equipaje deportivo. Pero esa maleta que traía todos los palos de los defensas no llegó con nosotros", cuenta Farjas.

"Es como si jugases sin zapatillas si fueras un jugador de fútbol", dice el capitán del equipo. Con una diferencia: en cualquier parte encuentras unas botas, pero ponte tú a buscar unos 'sticks' de lacrosse. Recibieron la ayuda de la federación europea, que les prestó cuatro palos. "Eso nos salvó un poco el primer partido contra Israel. Y luego ya llegó el material. Pero por parte de Iberia no recibimos ninguna notificación ni tampoco una disculpa".

A España le quedan todavía tres partidos de la fase grupos y luego la segunda parte del campeonato, en la que intentarán mejorar el 17º puesto de hace cuatro años. Para intentarlo tendrán el apoyo de familiares y amigos que les han acompañado en su viaje a Budapest. No es un caso aislado: el ambiente del lacrosse sigue siendo familiar. "De un año para otro se conoce todo el mundo", dice Farjas.

El lacrosse aún está lejos de ser un deporte relevante en España, también en la mayor parte de Europa, pero los que lo practican no pierden la esperanza de que se vaya expandiendo. Farjas pone el ejemplo de Alemania, donde ha crecido en los últimos años. Aquí, explica, la clave pasa por los más pequeños. "Hay que captar niños, son el futuro del deporte".

Para algunos deportistas, representar a su país no es solo un honor, también supone un gasto considerable. Mientras la delegación española se instala en la Villa Olímpica y se aclimata a Río de Janeiro, donde en menos de una semana arrancarán los Juegos, una selección nacional disputa el Campeonato de Europa masculino de un deporte tan minoritario que ni siquiera está reconocido como tal por el Consejo Superior de Deportes: el lacrosse.

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