La Portugal de Ricardinho, autor de una obra de arte, se cruza en el camino de España

El fútbol sala está disfrutando de una auténtica fiesta en el Campeonato de Europa que se está disputando en Serbia. Graderíos a rebosar en varios de los partidos transcurridos hasta el momento muestran la pasión y la buena acogida del evento. La primera fase expira y este lunes llegan los cuartos. Ahí, España se verá las caras con sus vecinos portugueses, que con Ricardinho a la cabeza se presumen como uno de los rivales más potentes.

El optimismo que imperaba en nuestro país en relación al Campeonato de Europa se vio mermado tras ir conociéndose los jugadores que caían de forma sucesiva de la convocatoria. Ya se presumían evidentes las bajas de Sergio Lozano, Adolfo o Lolo, pero lo que no se intuía eran las ausencias de Aicardo, Adri y Fernandao una vez confeccionada la lista y a poco del comienzo del torneo. Sin duda, la lucha por la séptima corona se tornaba una empresa harto complicada al no contar en tus filas con varios de los hombres claves, algunos de ellos insustituibles por su forma de juego y su aportación.

La selección española inició su andadura encuadrada en el Grupo B junto con Hungría y Ucrania, dos rivales de entidad, sobre todo los ucranianos que, a pesar de no mostrar un excelso nivel en los últimos tiempos, cuentan con dos subcampeonatos continentales. En el primer enfrentamiento, tocó sufrir. Lógico, era el estreno y en el banquillo húngaro se encontraba el técnico español Sito Rivera, gran conocedor de nuestra liga y de nuestro combinado nacional. Pero finalmente, España fue entrando de manera progresiva en el juego y, sin hacer un gran futsal, acabó venciendo por un claro 5-2. Miguelín fue el protagonista tras firmar un doblete y demostrar que está más que preparado para asumir los galones y la responsabilidad.

Del mismo modo, se solventó el compromiso ante Ucrania. En esta ocasión los pupilos de José Venancio lograron salir victoriosos por 4-1. A pesar del gran estado de forma mostrado por el rival, el sistema defensivo casi perfecto y la pegada fueron las claves de este último triunfo que nos daba el liderato del grupo y el pase a cuartos de manera contundente.

Una vez solventada la papeleta, las miradas estaban puestas en el partido entre la anfitriona, Serbia, y Portugal, cuyo perdedor sería nuestro opositor en la siguiente ronda. En este choque, Ricardinho firmó una obra de arte materializada en gol, haciendo gala de su inmensa calidad y de porqué es el mejor del mundo en estas lides. Aunque semejante tanto no sirvió para evitar la derrota lusa. Los portugueses quedan segundos en el Grupo A, y se medirán a España en cuartos de final.

La cosa se pone sería. Un equipo que quiere ser campeón debe doblegar a todos aquellos que siguen su misma premisa. España ha demostrado en esta primera parte del europeo que no ha acusado las bajas y que ha sabido adaptarse a las distintas situaciones que le sugieren los partidos. Las sensaciones entorno al equipo son más que buenas. Bien es cierto que enfrente ahora estará Portugal con Ricardinho, además de recuperar a su pívot Cardinal, un viejo conocido entre la afición de Movistar Inter y que sabemos también cómo se las gasta. Ahora bien, España tiene a Miguelín, Álex, Rivillos, Pola, Bebe, Ortiz (que no ha gozado de minutos hasta ahora por problemas físicos)… y así podríamos continuar con todos y cada uno de los jugadores que confeccionan la lista de catorce convocados. España es el rival a batir, lo ha dejado claro sobre la pista. Que tiemble Europa..