Loeb sabe conducir, pero ¿está preparado para el rock and roll?

Era su primera presencia en elRally Dakary destacó por su adaptación arrasando en las etapas que transcurrían por pistas. Carlos Sainz logró la victoria en las dos primeras etapas y sumó un total de cuatro. Era enero de 2006, el rally todavía se disputaba por territorio africano y pese a ser el piloto con más victorias de etapas terminó la prueba en undécimo lugar, a casi diez minutos del ganador, Luc Alphand, vencedor de dos días. Nadie dudaba de que El Matador sabía conducir como pocos en el mundo, pero aún quedaba la duda sobre si también era el mejor navegando entre dunas y desiertos. Sainz ganó su primer Dakar en 2010.

Trasladando esa historia al actual Dakar, poco puede sorprender que alguien con nueve mundiales del WRC en su bolsillo no sea capaz de ganar etapas. Sebastian Loeb se marchó de los rallyes buscando nuevos retos y este raid sudamericano ha sido uno de ellos. El francés ha sido el más rápido en las dos etapas que se llevan disputadas (como hace diez años Sainz) y es el líder en la categoría de coches, con más de 5 minutos de ventaja sobre sus perseguidores, De Villiers, Peterhansel e Hirvonen, sacando 6:39 a Al-Attiyah y más de 12 minutos a su compañero Carlos Sainz, décimo de la general.

Este miércoles, en la cuarta etapa, Sebastian Loeb explorará territorios a los que ni su talento ni su cuerpo están acostumbrados: llega la primera etapa maratón con una especial de 429 kilómetros y un total de 629 kilómetros para recorrer a un promedio de 3.500 metros. Exigencia física y el problema de la altitud, una inesperada compañera de viaje que puede aparecer sin previo aviso, “nadie sabe cómo le va a afectar hasta que está allí. Puede que a uno le esté doliendo la cabeza durante la prueba y luego en el vivac, nada. Y al contrario. A cada uno le puede afectar de diferente manera y te puede destrozar la etapa siguiente” si no se descansa bien, aseguraba un miembro de la organización a El Confidencial antes del inicio de la prueba.

A 4.000 metros de altura

Si en esta Jujuy-Jujuy, donde se alcanzarán los 4.000 metros de altura y temperaturas cercanas a los 40 grados, Loeb sale ganador, el nivel de 'estupefacción' y 'sorpresa' subirá. Hasta entonces, la única conclusión clara que ha dejado estas dos victorias de Loeb es que el vehículo de Peugeot es un serio aspirante al título (Sainz, este martes, ha quedado segundo tras el francés).

El vehículo que el 'Dream Team' -Sainz, Loeb, Peterhansel, Despres- pilota ha sido creado por estos cuatro ases en la arena de Marruecos. Ha sido una contrarreloj diseñada al milímetro para llegar con garantías al Dakar: una semana Sainz y Despres le daban 'caña' al Peugeot 2008DKR por la mañana y tarde y daban el relevo a Loeb y Peterhansel para que estuvieran otros tantos días -con sus respectivos copilotos- realizando la misma labor. Una vez que esta 'bestia' estuvo lista y con seguridad de que no se rompía, llamaron a Peugeot para que fabricaran cuatro unidades.

Lo que no se rompe nunca se rompe en el Dakar… y lo que no se rompe en el Dakar no se rompe nunca. A partir de este miércoles, este dicho comenzará a ponerse en juicio, al igual que la habilidad del novato Loeb en un raid.

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