Las dos etapas marcadas en rojo del Dakar: la cuarta en Jujuy y la décima de Uyuni

Serán 13 etapas en las que los sentimientos de emoción se unirán en algún punto con el de la decepción, quizás frustración, y alguno caerá en el callejón de la desesperación. “El Dakar es el Dakar”, una frase popular que esta edición volverá a escucharse y cuyo significado es que “el Dakar manda” y pone a cada uno en su sitio. Se verán accidentes, abandonos, velocidades que la tecnología aún no es capaz de trasladar al sofá de casa y panorámicas y escenas únicas. Se parte este 3 de enero desde Buenos Aires y se llega a Rosario, quien lo haga, el 16 del mismo mes. El Confidencial ha consultado a voces de la organización para marcar en rojo los días en los que la dificultad se acentuará. Serán la cuarta etapa, en Jujuy, a más de 4.000 metros de altitud, y la décima, entre Belén y La Rioja, con interesantes dunas blancas.

“En la cuarta etapa, Jujuy-Jujuy, los pilotos van a alcanzar los 4.000 metros de altura y altas temperaturas”, indica un miembro de la organización. 'Afortunadamente' para los pilotos, a día de hoy el termómetro no indica que se vayan a superar los 40º y se quedarán en torno a 35º, cifra que continúa siendo considerable teniendo en cuenta la exigencia del pilotaje y el 'caparazón' que deben de llevar los que vayan encima de una moto o un quad. “Pero, sobre todo, el problema es la altitud. Nadie sabe cómo le va a afectar hasta que está allí. Puede que a uno le esté doliendo la cabeza durante la prueba y luego en el vivac nada, y al contrario. A cada uno le puede afectar de diferente manera y te puede destrozar la etapa siguiente (sobre todo porque en la séptima se alcanzan los 4.600 metros en un momento determinado) si esa misma noche no se consigue descansar convenientemente”. Tendrán una especial de 429 kilómetros y un total de 629 kilómetros a recorrer a un promedio de 3.500 metros. Es el primer maratón.

Jujuy habrá puesto el físico de cada piloto en aprietos. La carrera continuará haciendo lo propio con otras dificultades y todo el derroche se irá acumulando en cada músculo de los protagonistas. Sin competir, la mencionada fuente de la organización reconoce que pierde “unos cuatro kilos” por Dakar- "Y no paso hambre. Pero la actividad es frenética hasta el último día".

En la etapa número 6, con el salar de Uyuni como protagonista, el cuerpo vuelve a ser sometido a altas temperaturas y a la especial más larga, con 542 kilómetros entre 3.500 y 4.200 metros de altura. A esto se debe añadir que ya hay acumulados unos 4.000 kilómetros de pistas, caminos, arena, polvo, ríos... La séptima etapa, la octava, la novena y la décima son igualmente devastadoras (entre la séptima y la octava hay jornada de descanso). “Sobre todo la décima etapa, la más crítica”.

Camiones frigoríficos, una nueva dimensión

En rojo está marcado el 13 de enero, la décima etapa. ¿Quiénes seguirán a estas alturas del Dakar? Entre Belén y La Rioja, 278 kilómetros donde la arena blanca de las dunas de Fiambalá harán un filtro decisivo en el que vehículos y pilotos desafiarán la resistencia extrema antes de encarar la recta final de esta edición. “Este año la organización ha puesto camiones frigoríficos pensando en este tipo de etapas, donde el calor y las dunas pueden provocar imágenes como la de hace un par de años, con el piloto español Enric Marti andando semidesnudo y delirando por mitad del desierto”.

Adentrarse en un camión frigorífico será como penetrar en una nueva dimensión, viajar al más allá, pasar del negro al blanco en pocos segundos. Hielo para no perder el norte de la temperatura corporal ni la consciencia. A partir de ahí no es que todo sea cuesta abajo -la última etapa sólo estresará a quienes se jueguen algo-, pero lo más duro habrá pasado.