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El Partido Comunista chino prohíbe las comilonas, el adulterio y jugar al golf
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COMO MEDIDA PARA ACABAR CON LA CORRUPCIÓN

El Partido Comunista chino prohíbe las comilonas, el adulterio y jugar al golf

La última actualización de la normativa sobre ética del Partido Comuinista incluye normas como la prohibición de comportamientos como la glotonería, las borracheras, el adulterio... o jugar al golf

Foto: Caddies tratando la hierba de un campo de golf en China
Caddies tratando la hierba de un campo de golf en China

China ha decidido que es el momento de meter la tijera en el deporte. O, más concretamente, en el golf. La segunda economía mundial, con 1.300 millones de habitantes dentro de sus fronteras, ha vivido en los últimos años un importante 'boom' en un deporte que, hasta hace no mucho, no estaba nada bien visto en el país asiático. Controlado por el Partido Comunista, la moral que intenta inculcar al pueblo chino no permitía hasta hace bien poco la práctica del golf dentro de su territorio, por lo que los poderosos tenían su propio 'turismo deportivo' fuera de sus fronteras... que ahora tendrán que recuperar.

El Comité Central del Partido Comunista ha publicado su última actualización sobre los derechos y deberes de los miembros de su organización, entre los que destacan tres nuevos preceptos a seguir a rajatabla. Entre los ocho artículos que ha dado a conocer para actualizar la normativa sobre ética del Partido, se encuentran normas como la prohibición de la glotonería, las borracheras, el adulterio... o jugar al golf. Y es que la última actualización de esta normativa es la más severa de los últimos años, pues tendrán que seguirla no sólo los altos cargos, sino los 88 millones miembros del partido.

Xi Jinping, presidente chino, está convencido de que el camino de la austeridad es el correcto, pues considera que el comportamiento de los aquellos encargados de regir los designios de China deben ser un ejemplo para el resto de ciudadanos, por lo que quiere evitar a toda costa que los miembros del Partido Comunista lleven a cabo comportamientos que están fuera de lugar. Pero, ¿qué tiene que ver el golf en esto? Pues no, no se trata de un ataque a un deporte que ya de por sí sufre por tener la etiqueta de ser elitista, sino que esta situación tiene un trasfondo mucho más sencillo: eliminar la corrupción.

Durante muchos años, el golf estuvo prohibido en China por Mao Zedong, pero, en los años 80 sufrió un importante despegue. Así, a partir de esta década, el país asiático se convirtió en la segunda nación del mundo con más campos de golf. Pero en 2004, el golf sufrió un nuevo golpe, después de que el Gobierno Central prohibiera la construcción de nuevos campos... aunque no se respetó. Encubiertos como otro tipo de construcciones -complejos recreativos, hoteleros o zonas de descanso-, los campos siguieron diseñándose en China, muchos de ellos de forma ilegal y contras las normas del país.

Así, el pasado mes de mayo se llevó a cabo el primer paso: cerrar 66 campos construídos de esta manera ilegal. Unos meses más tarde, se ha decidido ordenar la prohibición de jugar al golf. Y es que la corrupción no sólo se encontraba a la hora de diseñar estos recorridos, sino que se utilizaban este tipo de espacios -de grandes dimensiones y lejanos para los ojos más indiscretos- para llevar a cabo negocios poco lícitos. En definitiva, el golf había dejado de ser un deporte para convertirse en un vehículo ideal para gestionar iniciativas gracias a las relaciones entabladas en sus campos.

O, al menos, para las elites que gobiernan el país, pues varios políticos han sido detenidos en los últimos meses por los negocios cerrados en el verde. Pero, curiosamente, mientras los 88 millones de miembros del partido no podrán jugar al golf, es necesario recordar que China es uno de los países que está viviendo un importante incremento de aficionados a este deporte. Por ello, todo indica que volverá de actualidad una figura que, antaño, era muy común en China: el 'turismo deportivo' o viajar al entranjero para poder hacer lo que no pueden hacer los miembros del Partido Comunista en China, jugar al golf.

China ha decidido que es el momento de meter la tijera en el deporte. O, más concretamente, en el golf. La segunda economía mundial, con 1.300 millones de habitantes dentro de sus fronteras, ha vivido en los últimos años un importante 'boom' en un deporte que, hasta hace no mucho, no estaba nada bien visto en el país asiático. Controlado por el Partido Comunista, la moral que intenta inculcar al pueblo chino no permitía hasta hace bien poco la práctica del golf dentro de su territorio, por lo que los poderosos tenían su propio 'turismo deportivo' fuera de sus fronteras... que ahora tendrán que recuperar.

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