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Una anomalía congénita de corazón lleva a Bea Gómez del quirófano... al Mundial
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ATIENDE A EL CONFIDENCIAL CON LA ESPERANZA DE HACERLO BIEN

Una anomalía congénita de corazón lleva a Bea Gómez del quirófano... al Mundial

Bea Gómez ha pasado momentos muy difíciles en los últimos meses tras someterse a una operación por una anomalía congénita en su corazón. Pese a ello, espera estar a su mejor nivel en Kazán

Bea Gómez Cortés (Pontevedra, 1994) es una de las bazas de la natación española en el Mundial de Kazán. La gallega, campeona del mundo junior de 200 estilos, ha atravesado momentos muy complicados en los últimos meses después de someterse a una operación por una anomalía congénita en su corazón. En el pasado campeonato de España, celebrado en Barcelona del 8 al 12 de julio, se proclamó campeona de 200 y 400 estilos, además de lograr el bronce en los 800 libres, lo que le da alas y esperanza para pensar en hacer un buen papel en el Mundial. “No se cómo voy a estar, pero espero hacerlo mejor que en el de España”, asegura a El Confidencial. En Kazán, se tirará a la piscina para nadar los 800 libres y los 400 estilos y, sobre todo, probará cómo está su corazón compitiendo al máximo nivel.

Una anomalía congénita fue la peor pesadilla para Bea en los últimos meses. Se la detectaron el añopasado cuando se trasladó al Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Madrid y le hicieron un reconocimiento médico. Aunque en un principio, parecía que no había que operar, finalmente tuvo que pasar por el quirófano: “Me dio un 'chungo' durante una concentración. Pensé que me estaba volviendo loca porque no veía, no podía hablar y no reconocía a la gente ni tampoco lo que me decían. Fueron una migrañas con aura que estaban muy relacionadas con lo que tenía en el corazón, una especia de agujero que era pequeño pero que había crecido y que había que operar. La operación fue sencilla, por cateterismo, pero tuve que estar una semana sin nadar y luego empezar poco a poco. En total, tuve una recuperación de dos meses y todavía no estoy al 100%, tengo que ir con cuidado, pero creo que voy a llegar en bastante buena forma al Mundial”.

Después de la operación y de ser muy paciente con la recuperación, Bea Gómez ha ido recuperando poco a poco la normalidad en su vida. Sus entrenamientos, siempre en doble sesión de mañana y tarde, han ido ganando en intensidad pero siempre con control. La gallega lo ha pasado mal viendo que estaba lejos de su mejor nivel: “Fue horrible, tuve que tener mucha paciencia. Me costaba un montón porque a mí me gusta entrenar y tener que ir suave viendo que mis compañeros podían hacer el trabajo me daba rabia. Yo intentaba nadar, pero no podía y pasaban las semanas y seguía igual. Me dijeron que un día notaría como un 'click' y que me iba a encontrar mejor. Y así fue, me encontré tan bien que me emocioné y fui a tope. Eso no podía haberlo hecho porque me pusieron como un parche que la piel del corazón tiene que ir cubriendo y se podía soltar. A partir de ahí, empecé a entrenar fuerte, pero sin pasarme nunca”.

Estos entrenamientos, le sirvieron a Bea para mostrar un buen nivel en el campeonato de España, donde se subió al podio hasta en tres ocasiones. “Sinceramente, iba sin expectativas. Prefería no pensar en lo que podía hacer para no llevarme ninguna desilusión después porque la verdad es que no había trabajado casi nada. Apenas llevaba dos semanas entrenando y prefería no hacerme ninguna idea y ver lo qué pasaba y cómo estaba allí realmente. La verdad es que me llevé una sorpresa”.

Los buenos resultados y las buenas sensaciones que tuvo en los nacionales, hacen que Bea sea optimista de cara al Mundial: “Las expectativas han crecido un poco. Después de la operación y de ver que no mejoraba nada, decía 'es que no me va a dar tiempo a llegar al Mundial' y a la vez pensaba 'no te preocupes, lo importante es el año que viene' pero aún así me daba rabia, ya que conseguí la plaza para el Mundial quería hacerlo bien. Después de haber hecho esto en el de España, me da un poco de esperanza. Tampoco quiero decir nada porque en realidad no tengo ni idea de cómo voy a estar pero, al menos, un poco mejor sí y espero hacerlo mejor que en el de España”.

Este Mundial será una buena prueba de cara a ese gran objetivo que los deportistas ya empiezan a ver más de cerca, los Juegos Olímpicos de Río 2016. “Este año que queda hasta los Juegos me lo tomo igual que hasta ahora, de trabajo duro y de pulir detalles. Hay que seguir trabajando para hacer la mínima en el campeonato de España Open. Espero que la experiencia de los Juegos de Londres me sirva para no estar 'asustada' por todo lo grande que es aquello y me de confianza para conseguir buenos resultados”, concluye Bea.

Bea Gómez Cortés (Pontevedra, 1994) es una de las bazas de la natación española en el Mundial de Kazán. La gallega, campeona del mundo junior de 200 estilos, ha atravesado momentos muy complicados en los últimos meses después de someterse a una operación por una anomalía congénita en su corazón. En el pasado campeonato de España, celebrado en Barcelona del 8 al 12 de julio, se proclamó campeona de 200 y 400 estilos, además de lograr el bronce en los 800 libres, lo que le da alas y esperanza para pensar en hacer un buen papel en el Mundial. “No se cómo voy a estar, pero espero hacerlo mejor que en el de España”, asegura a El Confidencial. En Kazán, se tirará a la piscina para nadar los 800 libres y los 400 estilos y, sobre todo, probará cómo está su corazón compitiendo al máximo nivel.

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