El rugby español reactiva el viejo anhelo de un impulso económico duradero

El fútbol es un móvil perpetuo, como la máquina que pensó pero que nunca llegó a crear Leonardo da Vinci. Una vez le dieron un pequeño impulso y desde entonces se ha seguido moviendo sin más energía externa adicional. Pero eso es un mundo cerrado y lejos de él, otros planetas deportivos tienen una existencia mucho más humilde y necesitan que otros les den cuerda de vez en cuando para que siga moviéndose. De no hacerlo, se pueden detener. El rugby español estuvo muy cerca de detenerse hace bien poco. Los problemas económicos (cuáles si no) dejaron a la Federación casi en bancarrota, pero poco a poco va asomando la cabeza hasta llegar a competir a gran nivel en el Campeonato de Europa.

Y los que aman el rugby, esos que jamás se autodenominarán exjugadores, tienen una misión muy clara una vez que ya no pisan el césped cada fin de semana para alcanzar la zona de marca. No es otra que mantener viva la llama del rugby en España y, si puede ser, darle cada vez más candela hasta que sea una gran lumbre que se aprecie desde muy lejos. Con ese objetivo, varios ejecutivos de empresas enamorados de este deporte se reunieron en las oficinas de KREAB para buscar una solución a los problemas actuales del rugby en España y, si puede ser, encontrar una vía de financiación productiva y más o menos permanente.

Porque si hay algo que caracteriza a la empresa privada española es la necesidad de obtener réditos de manera casi inmediata, sin la paciencia que muchas veces lleva al éxito al largo plazo. Son varias las empresas que se han interesado en participar a lo largo de los años, pero ninguna ha apoyado de manera constante a la FERugby. Y ese fue uno de los principales temas que se trató en el desayuno entre ejecutivos de empresas como El Corte Inglés, Openbank o Acciona, que fue dirigido por Eugenio Martínez Bravo, de KREAB y que contó con la imagen y concienzuda participación del seleccionador nacional Santiago Santos.

Los valores que creo que representan al rugby son el respeto, la disciplina, el trabajo en equipo, la integridad y la pasión. ¿Qué empresa no se identificaría con estos valores?”. Santos cree que la sociedad española está empezando a conocer el rugby, sobre todo los más pequeños, que cada vez participan desde muy jóvenes. Ellos son el futuro de este deporte y que haya más miembros en las categorías inferiores garantiza un número alto de buenos jugadores en un futuro.

Pero también se consideró entre los asistentes que aún esos valores no son apreciados por la totalidad del país como relacionados con el rugby. “Se nos ve como un deporte agresivo, violento y peligroso a veces, y eso no es la realidad”, ya que el rugby se caracteriza también por la humildad de sus integrantes, que no ven al rival como un enemigo, sino como un compañero al que se enfrentan de vez en cuando, al que le hacen el pasillo si le han vencido y con el que se toman una cerveza al terminar el encuentro.

Uno de los lamentos principales fue que la Selección no consiguiese clasificarse al Mundial de Inglaterra del próximo otoño. “Cada año de Mundial, las fichas federativas aumentan en un 10%, y eso que no está España. Si estuviéramos, probablemente crecerían un 20%”, dijo Santi Santos. Aun así, el seleccionador considera que España está cada vez mejor y que en los próximos años (siempre hablamos a medio plazo, al menos), podría poder competir en igualdad de condiciones que Georgia y Rumanía, las dos selecciones más potentes del Campeonato de Europa, que viene a ser la segunda categoría del rugby continental por detrás del VI Naciones.