"Avergonzado y sucio" por jugar con el dinero de ayuda a los discapacitados

Hace 10 días, la historia del Uruguay Tenerife Fútbol Sala era una historia de éxito. Ese equipo del Barrio de Salamanca de Santa Cruz de Tenerife había ascendido de Tercera a Primera División en solo cuatro años, disparando la afición en la isla y convirtiéndose en un ejemplo para otros clubes modestos. Ahora, su futuro está lleno de incertidumbres y, lo que es peor, su pasado ha quedado manchado por los actos de su ya expresidente, Andrés Hernández Pedreira, que fue detenido el pasado 24 de octubre por apropiarse de fondos de la Sociedad Insular de Promoción de las Personas con Discapacidad (Sinpromi), donde trabajaba como director financiero.

Parte del dinero que presuntamente habría desviado durante el último año y medio (657.160 euros)fue a parar al Uruguay, equipo que presidía, dirigía y en el que hacía y deshacía a su gusto. El club, como reconocen personas que lo han seguido de cerca, era él. Pedreira reconoció sus actos en su declaración ante la policía antes de quedar en libertad con cargos por los presuntos delitos deapropiación indebida de fondos públicos y falsificación documental como responsable de las cuentas de Sinpromi, entidad dependiente del Cabildo de Tenerife, que ha llevado el asunto al juzgado.

La situación, ya de por sí desagradable, es más grave por el origen del dinero: una empresa que tiene como objetivo "la integración social y laboral, así como la mejora en la calidad de vida de las personas con discapacidad en la isla de Tenerife". Eso añade más rechazo si cabe a las acciones de Pedreira. "Es una sensación extraña, porque si llego a saber de donde viene el dinero, ten por seguro que no hubiera estado aquí. Encima te sientes avergonzado y sucio", afirma en conversación con El Confidencial Francis Arocas, entrenador del equipo.

"Esto estaba sostenido sobre una mentira y sobre un dinero que no era nuestro", añade el técnico. Sus sesanciones, una semana después de que saliera todo a la luz, son de "frustración y desilusión". Él, como el resto del equipo, ha estado con la atención dividida entreel desarrollo de los acontecimientos y la preparación del partido contra el Jumilla que juegan este sábado y que puede ser uno de los últimos del equipo en la máxima categoría si no consiguen revertir la situación en los póximos días.

Hasta que estallóel escándalo, todo iba sobre ruedas. Las nóminas de los jugadores están al día, igual que los pagos a la Seguridad Social. Sin embargo, el futuro se ha complicado hasta el punto de no saber si el Uruguay podrá terminar la temporada. "Ese es el principal problema:no saber qué va a pasar, si seguiremos o no seguiremos, si tendremos que marcharnos o sitendremos que apretarnos el cinturón", relata Iago Barro, portero del equipo. La situación, cuenta, no es nada cómoda para ninguno de los integrantes del equipo, que desde el primer momento han querido dejar claro que desconocían lo que pasaba y que son víctimas en todo esto.

Pedreira mantenía una muy buena relación con todos, pero especialmente con los jugadores. "Era un tío muy cordial, aunque nunca tuve una gran amistad con él. Era muy allegado a sus jugadores, una persona muy cercana", cuenta Arocas. Esta misma semana, Pedreira se reunió con los jugadores y el cuerpo técnico para darles su versión de lo sucedido. "No tengo que creerle nada. Enjuiciarlo ahora es pronto. Está claro que cogió el dinero de donde no debía, pero que la justicia lo juzgue", dice el entrenador.

Vídeo: rueda de prensa de los integrantes de la plantilla del Uruguay FS.

Nadie en el club sabía nada porque nadie preguntaba. Y quien lo hacía acababa por recibir una respuesta de Pedreira que les convencía. "Desconocíamos el origen y ni se nos ocurría preguntar. Llegaba a decirnos que era una subvención, un intercambio de favores, que los patrocinios en vez de dinero eran una serie de servicios. Nos daba explicaciones convincentes y no le dábamos la mayor importancia", admite Iago Barro, que define al Uruguay, en el que cumple su segunda temporada, como "un club presidencialista 100%".

Era el equipo de Andrés Hernández Pedreira, una persona en la que los jugadores confiaban y del que recibían un trato exquisito: comidas, viajes... A eso hay que sumar los fichajes, la concentración de pretemporada y el aumento de los gastos que acarrea ascender. Todo lo controlaba él. "Nos decía: "hay un patrocinio que nos da tanto, otro que nos da tanto... Pueden estar tranquilos, el presupuesto está cubierto". Confiábamos todos en él", recuerda Clemente.

"Sale mucha gente que quizá se quiera aprovechar de esta situación. Que teníamos muchos lujos, que vivíamos como reyes... son gente que quiere malmeter. Nos ganábamos nuestro salario, mil euros, mil y poco, y a cambio depositábamos nuestros planes en un club que era serio, era pagador. Eran condiciones idóneas para realizar nuestro trabajo", responde algo molesto Iago Barro.

"Hay que saber diferenciar entre el Andrés presidente y el Andrés persona. En el plano deportivo, nosotros éramos simples trabajadores de una empresa. Si tu empresa te da más comodidades, ¿no las vas a aceptar? Si a un trabajador en vez de alojarlo en una pensión lo alojas en un hotel de 3 estrellas, el trabajador no pregunta de dónde sale ese dinero", añade.

Ahora, después de la tormenta, y con caso en los juzgados, al Uruguay Tenerife FS solo le queda intentar salir de esta. Próximanente se nombrará una junta gestora para "empezar de cero", explica el vicepresidente del club. El objetivo es salvar lo máximo posible del proyecto que aún está en pie y que incluye a los equipos de cantera, que también se pueden ver perjudicados. "No es que no sepamos si va a seguir el equipo en Primera División, sino si va a seguir el juvenil", se lamenta amargamente Arocas.

La próxima semana es clave para saber si el Uruguay puede sobrevivir y llegar al menos hasta final de temporada. El Cabildo de Tenerife le ha ofrecido ayuda, aceptando ceder el Pabellón Santiago Martín de La Laguna para el partido del próximo 8 de noviembre contra el Inter Movistar. El objetivo es que se llene y el dinero de la taquilla dé un respiro al club. Si el apoyo de la afición es similar al que han mostrado los otros clubes de la isla, la iniciativa será un éxito.