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Simone Biles, la emperatriz yanqui que domina la gimnasia artística a su antojo
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Simone Biles, la emperatriz yanqui que domina la gimnasia artística a su antojo

Tras los éxitos de Gabrielle Douglas en Londres '12, a sus 17 años somete a sus rivales. En los Mundiales de Nanning se alzó con cuatro medallas de oro

Foto: Simone Biles durante el ejercicio de suelo de los Mundiales que se disputaron el pasado año en Amberes.
Simone Biles durante el ejercicio de suelo de los Mundiales que se disputaron el pasado año en Amberes.

El pasado miércoles, el aeropuerto de Houston recibía con todos los honores a la nueva reina de la gimnasia artística mundial. Su nombre es Simone Blies. Tres días antes, en la ciudad china de Nanning, a 12.900 kilómetros de la urbe tejana, esta joven de 17 años y 1,45 metros de estatura había logrado cinco medallas (cuatro oros y una plata) en los Mundiales de gimnasia artística, algo que ninguna mujer había logrado hacer durante unos campeonatos del mundo. En su segunda participación en un Mundial, la chica nacida en Colombus, capital de Ohio, atesora nueve metales en su carrera, donde solo ha competido en citas mundialistas. Está a una de las diez que ganó Alicia Sacramone, aunque en su caso lo hizo a lo largo de cinco participaciones. El próximo año en Glasgow, Blies tendrá la oportunidad de seguir derribando barreras.

En el concurso individual no dio opción y gobernó a su antojo la prueba con una puntuación de 60,231. Es la primera mujer negra en hacerlo. Una cita emotiva donde ni la inoportuna picadura de una abeja escondida en el ramo de flores que recibió en el podio iba a desdibujar. Luego llegarían otros dos oros, uno en suelo y otro en el ejercicio de barra de equilibrio (gracias al comentario de un lector por ayudarme a corregir el error), que vendrían de la supremacía exhibida por su fibroso y explosivo cuerpo. Patinó en salto, donde se vio superada por la coreana Hong Un-Jong. Las asimétricas fueron su talón de Aquiles y no pudo subirse al podio. Por último, pero no menos importante, fue un elemento decisivo para que las chicas de Estados Unidos humedecieran sus ojos al entonar el Star Spangled Banner. Un oro psicológico, superando a los siempre poderosos combinados de China y Rusia.

“Sólo quería salir ahí fuera y llevar a cabo todas mis rutinas. Fue muy divertido. Miro al futuro con optimismo y ya pienso en los próximos Mundiales y, espero, los próximos Juegos en 2016”, declaraba a la ESPN acompañando su felicidad con una cándida sonrisa. Para llegar preparada a la cita en la ciudad brasileña asegura que tendrá que mejorar en barra y en salto, sus dos puntos débiles en medio de tanta exuberancia A finales del próximo curso, cuando termine su etapa de high school, se 'alistará' en la UCLA para preparar a conciencia la cita. Criada por sus abuelos ante la falta de recursos económicos de sus padres, Blies empezó a practicar gimnasia con seis años. Con unas aptitudes descomunales, tras destacar a nivel estatal en diferentes competiciones a lo largo y ancho de la geografía yanqui, en 2013 marcó el momento de dar el salto y convertirse en profesional. Como integrante del equipo sénior de Estados Unidos se plantó en los Mundiales de Amberes donde conquistó dos oros (uno en el concurso completo y otro en suelo), una plata en barra y un bronce en salto.

Un dominio apabullante. No cabe duda de que el futuro es suyo. De esta manera, Estados Unidos amasó un total de 10 medallas en Nanning. Aunque en 2013 se hicieron con 12, la cifra le valió para encaramarse a lo más alto del medallero por segundo año consecutivo. Datos que evidencian un fin de ciclo para las chinas, dictadoras en todos los Mundiales y Juegos Olímpicos celebrados entre 2006 y 2012, al tiempo que confirman la existencia de un nuevo orden en la gimnasia artística femenina. Su recompensa por sus logros fueron unos cascos y un piercing para el agujero que se hizo en la oreja el pasado año. Además, el miércoles, en una gala celebrada en Wall Sreet, recibió el premio a la mejor deportista femenina del año que concede la Fundación de Mujeres Deportistas.

Vídeo: la espléndida Simone en acción

Porque con semejante dominio, la gimnasia artística estadounidense mantiene la alianza dorada que refrendó en los Juegos Olímpicos de Londres (2012) Gabrielle Douglas. Con 16 años, se convirtió en la primera gimnasta de color en cosechar una presea de oro en la prueba de gimnasia artística individual. Un momento que, como el conseguido por Blies, quedó plasmado en los libros de historia de este deporte. La adolescente nacida en Virginia Beach dominó la competición a sin fisuras, del primer aparato al último, imponiéndose con una puntuación de 62,232 por delante de la combativa rusa Victoria Komova.

Así, Douglas, que acumulaba el cuarto oro en esta prueba a lo largo de su historia, recogía el testigo de sus compatriotas Nastia Liukin, ganadora en Pekín 2008, y Carly Patterson, primera en la cita de Atenas 2004. Se trataba de la primera vez que un mismo país lograba encadenar tres oros en el concurso completo individual desde que la Unión Soviética lo consiguiera en el periodo comprendido entre 1952 y 1960 con Maria Gorojovskaya y Larissa Latinina (esta última lo hizo en dos ocasiones).

Precisamente esta semana veía la luz una entrevista de LeBron James con Rachel Nichols, reportera de la CNN. Tras su mediática vuelta a casa, el gran icono del baloncesto a nivel planetario se abría en canal en una sincera charla. Además de repasar la actualidad sobre unos Cavaliers que prometen inundar Ohio de alegría, ‘King’ James abordó la cuestión sobre cómo se viven los éxitos dentro de la comunidad negra en Estados Unidos. “Preferimos estar juntos y sufrir juntos, entonces uno de nosotros lo logra y todos nosotros nos alegramos por la persona que lo ha conseguido”. Una cita aplicable a la gloria que rodea al incontestable triunfo de Blies. Hoy, además de la comunidad negra, todos los amantes de la gimnasia se congratulan por haber encontrado a su nueva líder espiritual.

El pasado miércoles, el aeropuerto de Houston recibía con todos los honores a la nueva reina de la gimnasia artística mundial. Su nombre es Simone Blies. Tres días antes, en la ciudad china de Nanning, a 12.900 kilómetros de la urbe tejana, esta joven de 17 años y 1,45 metros de estatura había logrado cinco medallas (cuatro oros y una plata) en los Mundiales de gimnasia artística, algo que ninguna mujer había logrado hacer durante unos campeonatos del mundo. En su segunda participación en un Mundial, la chica nacida en Colombus, capital de Ohio, atesora nueve metales en su carrera, donde solo ha competido en citas mundialistas. Está a una de las diez que ganó Alicia Sacramone, aunque en su caso lo hizo a lo largo de cinco participaciones. El próximo año en Glasgow, Blies tendrá la oportunidad de seguir derribando barreras.

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