Laia Sanz da brillo al deporte español con su interminable colección de títulos mundiales

Competir. Una palabra que marca la vida de Laia Sanz. Es el motor que la mantiene viva. Y la que da vida al deporte español. Y, sobre todo, lustre. La española es una auténtica coleccionista de títulos, como demostró este pasado domingo, al proclamarse en Francia, por tercera vez consecutiva, campeona del mundo de enduro. Laia ya tiene en sus vitrinas dieciséis entorchados mundiales, ya que a estos tres citados hay que sumar trece ganados en la especialidad de trial. Sobre una moto no tiene rival… Cuando a los dos años se subió en una bicicleta, comenzaba una aventura que a los 28 sigue su curso a golpe de triunfos y títulos. No se puede esperar otra cosa cuando a los 4 años montaba a escondidas la moto de su hermano. Aquella incipiente pasión acabó convirtiéndose en su profesión.

En el mundo de las mujeres, sobre una moto no hay nadie que la supere. Es una batalla que tiene ganada desde hace tiempo. Su objetivo, y siempre lo recalca para que no haya dudas, esganar a los hombres. Por ello, el Rally Dakar es una aventura que le apasiona, pues en ella puede probarse con los mejores del mundo. Ha ganado las tres últimas ediciones en categoría femenina, quedando en la última edición en el puesto 16 de la general. En la última edición dejó con la boca abierta -corría sin moto oficial- a los especialistas en esta aventura, en la que demostró que está capacitada para pelear con los hombres por el triunfo final.

En un deporte que tenía muy poca tradición entre las mujes, Laia se enamoró del trial. Sus padres, ha recordado más de una vez, lejos de quitarle esa idea de la cabeza, la animarona que probara en esta especialidad, viendo la felicidad reflejada en su rostro. En el año 2000, con 14 años, ya demostró que la cosa iba en serio, al ganar el Mundial femenino y el Campeonato de España en 125cc a los chicos. Enfrentarse cara a cara desde temprana edad con hombres ha sido fundamental para forjar esa personalidad ganadora. En 2003 ya tuvo que tomar una decisión definitiva, optando por la moto y dejando aparcados los libros, aunque en aquellos momentos los estudios no se le daban mal. Nunca se ha arrepentido de la decisión que tomó…

Laia lleva toda una vida subida en una moto. Una vida de constantes sacrificios que siempre han ido acompañados por el éxito. Los que la conocen hablan de un portento físico y de una competitividad extrema. Su fuerte y poderosa envergadura la obligan a cuidar el físico al detalle. No quiere tener un dietista cerca, y prefiere ser ella misma la marque las pautas alimenticias. Además, es su fuerza mental la que la ha llevado a la cima. Tantos años de trial han convertido su cerebro en una máquina casi perfecta a la hora de competir. Su grado de concentración es máximo, clave paras sumar tantos éxitos cuando sólo tiene 28 años de edad.

El gran mérito de Laia Sanz, es que los equipos oficiales no han sido parte de su vida, lo cual da mucho más brillo a la espectacularcarrera que ha forjado esta catalana. Muchas veces no sólo se ha tenido que dedicar a pilotar, también ha tenido que llamar personalmente a muchas puertas para encontrar el dinero y la infraestructura necesaria para competir y ganar. Alguna vez, incluso, ha tenido que ponerse al volante en persona para regresar a casa tras disputar una prueba, algo que no hubiera sucedido en caso de tener el respaldo de un equipo oficial. Por ello, el orgullo que siente por lo conseguido es mayor que en cualquier otro caso.

Muchos trofeos y medallas tiene en su domicilio, al igual que otras distinciones que se ha ganado a pulso subida en una moto. En el año 2007 fue galardonada con el Premio Nacional del Deporte Reina Sofía,al ser considerada como la mejor deportista española. En 2013 recibió la Medalla de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo, la más alta distinción que se otorga en el mundo del deporte en España. ¿Y el Príncipe de Asturias? Pues se le resiste como a muchos deportistas españoles que han hecho méritos de sobra para ganarlo. Es su caso, obviamente, a la vista de su insuperable currículum. Lo que sucede es que el mundo del motociclismo nunca ha tenido ‘suerte’, por decirlo de alguna manera, con estos premios, algo que tiene al deporte de las dos ruedas bastante enojado desde hace tiempo. Ángel Nieto, Toni Bou, Marc Márquez, Jorge Lorenzo, Laia Sanz… Por ahora el jurado de estos premios no se han acordado de ellos.