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Las chicas de waterpolo buscan la gloria europea que complete un ciclo soberbio
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juegan la final ante holanda (18:00)

Las chicas de waterpolo buscan la gloria europea que complete un ciclo soberbio

Hay pocos combiandos en el waterpolo mundial, ahora mismo, como nuestra selección femenina. Tres finales consecutivas, y a cual más brillante

Foto: Maica García es una de las líderes del vestuario español (GTres).
Maica García es una de las líderes del vestuario español (GTres).

No hay un combinado en el panorama del waterpolo mundial, ahora mismo, como la selección española femenina. Este equipo se ha elevado a las primeras planas del deporte nacional y sigue creciendo como la espuma. Hay pocos que puedan competir en palmarés en los últimos años con las chicas entrenadas por Miki Oca: tres finales internacionales consecutivas, y a cual más brillante y emocionante. Este sábado jugarán la tercera de ellas, buscando un oro que ya se les resistió hace seis años. Estas mujeres quieren ganar el campeonato de Europa y ser, de forma ya pragmática, las mejores del planeta.

Todo comenzó en aquella final dolorosa de Málaga. España ejercía de local en un torneo que jamás había conseguido no ya sólo ganar, sino hacer un papel realmente destacable. Hasta ese 2008, el éxito mayor del equipo hispano era alcanzar las semifinales del Campeonato de Europa y un histórico séptimo puesto en los Mundiales de Melbourne en 2007. Ni una sola medalla se había colgado al cuello de las chicas del gorro de piscina con orejeras. Puede que fuera el ánimo del público malacitano, o que el germen de esta magnífica generación estaba empezando a brotar, a hacerse latente. Tres partidos, dos victorias y un empate para un liderato incomparable.

Ese primer puesto del grupo otorgaba el pase directo a las semifinales del torneo, y un descanso extra de tres días para un equipo que se lo había ganado por derecho. Hungría encontró un hueco en esa penúltima ronda tras vencer a Holanda y daría comienzo a una relación fabulosa para las españolas y tristísima para las húngaras. Tras un partido muy duro, España se metió por vez primera en una final por un ajustadísimo 7-8 que dejó un sabor de boca sensacional. El éxito ya se había conseguido: nunca jamás se había superado esa ronda y pasase lo que pasase dos días después, Jennifer Pareja y sus compañeras ya eran ‘campeonas’.

Rusia se coló en la final a pesar de pasar por los cuartos, y habían perdido en el partido inaugural contra las anfitrionas, por lo que el favoritismo recayó en las chicas de Vicenç Tarrés. Pero no había que olvidar que las rusas eran las vigentes campeonas del torneo, y a pesar de jugar con el público en contra, demostraron su condición de expertas en estas lides y no dieron opción a las españolas. Tras un marcador parcial de 8-3, Rusia bajó el pistón y las nuestras maquillaron con el 8-9 final con el que se colgaron su primera plata. De nada sirvieron los cuatro goles de Blanca Gil.

Pero entonces llegó Londres. Llegaron los Juegos Olímpicos y la realidad cambió para las waterpolistas de nuestro país. Nada hacía presagiar lo que sucedería en la piscina del Water Polo Arena de Stratford. España debutaba en un torneo olímpico y a nivel mundial, no había pasado nunca del séptimo lugar. Pero las expectativas fueron superadas con creces. En la fase de grupos inicial, España consiguió ganar a Estados Unidos, lo que ya era un gran inicio. Esa victoria les dio el primer puesto y un enfrentamiento relativamente sencillo, contra las locales británicas.

No sin apuros, España logró vencer al Reino Unido por 9-7 para poder así luchar por las medallas. De nuevo Hungría en semifinales, y otra vez una victoria por la mínima para retar de nuevo a las americanas. Y como ya pasara en aquel Europeo de Málaga, la final se atragantó para las nuestras. Otro parcial de 8-3 no encontró reacción posible de las chicas ya entrenadas por Miki Oca, que apenas pudieron quedarse a tres goles con el 8-5 final para las yankees. Otra final perdida, pero otro pasito más para la generación más brillante del waterpolo femenino español. La venganza con Estados Unidos llegó un año después, en Barcelona, en el Mundial.

En los cuartos de final ya todo el mundo esperaba a España. Era, sin duda, una de las favoritas para el título, para ese oro tan ansiado que se resistía. Las Guerreras de Oro pasaron como segundas tras Rusia, pero Nueva Zelanda no puso ningún problema en octavos de final. Pero las estadounidenses daban respeto por el precedente tan reciente. Sin embargo, en un partido enorme de Jennifer Pareja, con cuatro goles, no hubo opción para las campeonas olímpicas y, por tanto, España se estrenaba en un Mundial en la lucha por las medallas. Y cómo no, de nuevo Hungría, y de nuevo victoria por un gol, 13-12. En la final, contra Australia, dos primeros cuartos magníficos hicieron a España mantener la ventaja hasta el oro. Eran, por fin, campeonas del mundo.

Ese primer título obligaba a Miki Oca, a Ona Meseguer, a Jennifer Pareja, a Maica García y a las demás integrantes del equipo hacer un gran papel en el Europeo de Budapest. Y no han decepcionado ni lo más mínimo. Se esperaba mucho de ellas y de nuevo lo han conseguido. Se han plantado en la final, ganando por supuesto a Hungría por un gol en semifinales, y la gloria europea, el estreno en el palmarés en nuestro continente, está a la vuelta de la esquina para completar así un ciclo de éxitos incomparable.

No hay un combinado en el panorama del waterpolo mundial, ahora mismo, como la selección española femenina. Este equipo se ha elevado a las primeras planas del deporte nacional y sigue creciendo como la espuma. Hay pocos que puedan competir en palmarés en los últimos años con las chicas entrenadas por Miki Oca: tres finales internacionales consecutivas, y a cual más brillante y emocionante. Este sábado jugarán la tercera de ellas, buscando un oro que ya se les resistió hace seis años. Estas mujeres quieren ganar el campeonato de Europa y ser, de forma ya pragmática, las mejores del planeta.

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