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Jennifer Welter, la mujer que "no tenía nada" para hacer historia en un mundo de hombres
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ES LA PRIMERA EN JUGAR AL FÚTBOL AMERICANO

Jennifer Welter, la mujer que "no tenía nada" para hacer historia en un mundo de hombres

A sus 36 años, Welter es la primera mujer en jugar de manera profesional al fútbol americano entre hombres, un hito que ha derribado barreras en EEUU

Foto: Jennifer Welter, la primera mujer en jugar entre hombres en el fútbol americano.
Jennifer Welter, la primera mujer en jugar entre hombres en el fútbol americano.

El 15 de febrero de 2014 pasará a la historia del fútbol americano. Nunca antes en la historia de uno de los deportes más importantes de Estados Unidos, una mujer había logrado jugar al más alto nivel en un equipo profesional masculino... hasta hace escasos días. Jennifer Welter, una menuda atleta de 36 años, no sólo ha conseguido acabar con este tabú, sino que ha abierto la puerta a que el género femenino pueda competir entre la elite delos deportistas masculinos.

Con poco más de 1,57 metros de altura y 56 kilos de peso, Welter puede presumir de ser la primera 'running back' de la historia del fútbol americano. En el partido que enfrentó a Texas Revolution con North Texas Crunch de la liga de fútbol indoor, esta veterana deportista no tuvo ningún problema en enfrentarse con jugadores que la superaban en talla y que prácticamente doblaban su peso. A pesar de sufrir varios placajes duros, no se arrugó en ningún momento para lograrsu objetivo.

“Para mí no ha sido fácil: 'Tú no lo conseguirás', 'Es imposible' o 'Estás locas' son algunas de las frases que oía cuando me propuse jugar al más alto nivel. Ahora puedo decir que se equivocaban”, aseguraba Welter tras el partido. La 'running back' de Texas Revolution no consiguió anotar ningún 'touchdown', pero sí ayudó a su equipo a conseguir la victoria por 64 a 30. Un hito que espera que no sea más que el comienzo de su carrera en el fútbol americano masculino.

En alguna otra ocasión, y de manera puntual, otras mujeres han jugado algún partido, pero siempre como 'play-kicker' -pateador- o 'placeholder' -encargado de sujetar el balón al pateador-, posiciones en la que se limita el contacto con los rivales. Pero nunca antes una jugadora se había visto expuesta a los salvajes placajes de sus rivales, situación que Welter sí ha conseguido afrontar. De hecho, en su primera jugada de partido, Cedrik Hearvey -su marcador- cayó sobre ella con mucha fuerza. Su respuesta fue clara: “¿Es todo lo que sabes hacer?”.

La mujer que "ha cambiado la tendencia"

El propio Hearvey, tras el choque, reconocía que había llegado a tener dudas sobre su labor dentro del terreno de juego: “Parte de mí me pedía que la dejara anotar, pero no podía dejar de hacer mi trabajo. Pero me gustó su respuesta tras placarla, esa mujer se ha ganado mi respeto”, aseguró. Welter recibió varios impactos duros, pero en ningún momento se achicó. Está convencida de que pronto va a llegar su momento y, después de debutar, su próximo objetivo pasa por anotar con los Revolution.

Welter juega al fútbol americano desde 2004 en los Dallas Diamonds, club de la liga femenina. Pero tras varios cursos en el campeonato, estaba convencida de que podía jugar al más alto nivel en los equipos masculinos. Con 36 años, logró hacer su debut en la liga indoor de fútbol americano y sueña con seguir cumpliendo objetivos: “Soy pequeña y delgada, lo tenía todo para no ser la persona adecuada para hacer historia. Pero si he conseguido cambiar la tendencia, ha valido la pena”. Con sólo 57 años, Welter ha derribado una puerta con demasiadas décadas de existencia.

El 15 de febrero de 2014 pasará a la historia del fútbol americano. Nunca antes en la historia de uno de los deportes más importantes de Estados Unidos, una mujer había logrado jugar al más alto nivel en un equipo profesional masculino... hasta hace escasos días. Jennifer Welter, una menuda atleta de 36 años, no sólo ha conseguido acabar con este tabú, sino que ha abierto la puerta a que el género femenino pueda competir entre la elite delos deportistas masculinos.

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