Álex Pastor, el campeón del mundo de kitesurf que 'pasa' de los Juegos Olímpicos

Álex Pastor es campeón del mundo de la PKRA, la gira mundial de kitesurf. A sus 23 años, no siente “responsabilidad, pero sí alivio”, reconoce en El Confidencial. Después de tres años consecutivos como subcampeón, este malagueño residente en Tarifa, por fin ha logrado el máximo galardón de su deporte. Todavía tiene mucho futuro por delante, en el que quiere “marcar la historia del deporte”. De momento, ya lo ha hecho al ser el primer hombre español que logra la hazaña de ser el mejor del mundo.

Ya está en Málaga, después de lograr el campeonato del mundo en China.Álex hace una parada en casa para rodearse de su gente, aunque sea por unos días, para después viajar a Argentina. Allí termina la competición, aunque ya es campeón: “Estoy bien, la verdad es que tengo una sensación bastante buena y de alivio. Después de haber sido subcampeón tres veces consecutivas, ya empezaba a dudar que fuera posible. Ahora ya tengo el título y ya no me lo puede quitar nadie”. Con el campeonato en su poder, el malagueño reconoce que no ha sentido responsabilidad por ser el primer español en logarlo: “Ser el primero tampoco ha sido tan relevante para mí. Estoy bastante contento por lo que he hecho, he traído el título a mí país. Ser el primero no me da responsabilidad, ya habrá más, seguro, y no importa tanto el orden”.

Desde la posición de campeón del mundo, Álex Pastor reconoce que no tiene ningún ídolo en el que fijarse: “Ahora mismo no me fijo en nadie. Cada uno intentacrear suestilo, el que más nos gusta. Los que estamos en el top creamos cada uno nuestra tendencia”. A quien sí admira Álex es a Gisela Pulido, campeona del mundo de kitesurf diez veces con sólo 19 años: “Ella es una profesional, lo hace súper bien y está siempre súper concentrada en competición. En masculino sería imposible, por el nivel que hay, ganar tantos campeonatos del mundo y ganar un campeonato con diez años”, asegura.

Álex Pastor sólo se ve practicando kitesurf, no piensa en cambiarse de modalidad y resta importancia a los Juegos Olímpicos: “Sólo me veo en kite-freestyle. No me gusta ninguna otra disciplina y no me veo en otra, no me planteo el cambio. No me cambiaría por unos Juegos, no me importan tanto, lo que me importa es el freestyle y el campeonato del mundo que creo que es más importante en el mundo del deporte que los Juegos", afirma.

Para Álex, la parte más negativa de practicar este deporte es “estar viajando por todo el mundo para ir a las competiciones”. El malagueño lo explica así: “Aunque la gente lo ve como una cosa positiva tiene su parte negativa. Es muy complicado tener relaciones, ver a tu familia y nunca estás en casa y lo echas de menos”. Con tanto viaje, no tiene tiempo para estudiar;estudiaba marketing pero lo dejó para centrarse en el deporte.Entrena entre 3 y 4 horas al día entre lo que está en el agua y en el gimnasio, y lo que peor lleva es el frío que hace en Tarifa en invierno. Álex desconecta viajando, eso sí,“a sitios sin playa” y con su novia, su familia o los amigos. Además, le encanta practicar “snowboard”.

El optimismo es una de las claves de su éxito. Álex reconoce que le encanta “poder vivir” de lo que más le gusta, el kitesurf. En su mente, ya se ha marcado el siguiente objetivo: “Volver a ser campeón del mundo la próxima temporada. El año que viene no va a ser menos y habrá incluso más motivación”. Este malagueño explica qué es lo que más le motiva:“Me motiva mucho dejar mi nombre marcado en la historia del deporte y ser recordado por muchos años en el mundo del deporte”.Ganas no le faltan para repetir la hazaña de ser el mejor del planeta. Tiempo al tiempo.