Noya, la 'máquina de oro' cuyo motor son los Juegos Olímpicos

Con la vida resuelta y con unas ganancias de cientos de miles de euros al año, equiparable o incluso mejor que muchos futbolistas de Primera división, el gallego Javier Gómez Noya sigue siendo un tipo sencillo que conforma el mejor ejemplo del ‘boom’ que ha sufrido el triatlón en los últimos años. El pasado domingo alcanzó su tercer triunfo en el Mundial de esta disciplina que mezcla natación (1.500 metros), ciclismo (40 kilómetros) y carrera a pie (10 kilómetros). El final de la prueba disputada en Londres, la octava del calendario, fue apoteósico, y el español consiguió el triunfo global gracias a un emocionante sprint de esos que hacen afición... si no fuera porque en España ninguna televisión se decidió a retransmitirlo.

Al campeón del mundo en 2008, 2010 y 2013 nadie se lo puso fácil en sus inicios. Ha tenido sus más y sus menos con la Federación Española de Triatlón (FETRI), incluida una sonada polémica en 2004 por un problema de corazón congénito, pero muchas veces también por cuestiones económicas. El triatleta de Ferrol ya reconoció en este periódico que trabaja “ajeno a ellos”, que él “se gestiona sus viajes”. Los muchos ingresos que recibe de sus patrocinadores, más los que recibe por las distintas pruebas que disputa, le convierten en un atleta privilegiado. Pero el motor que mueve su vida deportiva son los Juegos Olímpicos. En 2014, por esta última victoria, tendrá la máxima dotación de la Beca ADO, 60.000 euros, cantidad que ya ha percibido anteriormente por sus otros triunfos mundialistas.

Muchos a su alrededor, incluido su entrenador, saben que con su talento se podría marchar pronto al circuito privado norteamericano, donde las pruebas están dotadas de grandes cantidades de dinero, y a donde acude de manera excepcional tres o cuatro veces al año.Pero eso le haría perder las opciones en la preparación olímpica, que se rige exclusivamente por las pruebas del calendario de la Federación Internacional, es decir las Series Mundiales que acaba de ganar. Además, le motiva más correr contra los hermanos británicos Brownlee, susrivales directos, y mantener así la lucha con ellos que le ha llevado a establecer una relación de “respeto, pero no de amistad”, según sus propias palabras.

Mola, otro español, viene pisando fuerte

Precisamente, llegaba el domingo a Londres para jugarse el Mundial contra la joven pareja de hermanos que está llamada a sucederle junto al también español Mario Mola, revelación del Mundial al acabar tercero. Goméz Noya era consciente de que lo tenía muy difícil, no era el favorito y partía condesventaja en la clasificación, pero se mostraba optimista y confiado de poder vencer a los Brownlee: “Si creyera que es imposible ganar, no salía”, confesaba a El Confidencial horas antes de una prueba que le salió perfecta y que ya es una de las más memorables de este deporte.

No hay título que se le haya resistido a Gómez Noya en el triatlón. Campeón del Mundo, de Europa, de España, de la Copa del Mundo… y una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de 2012 que le sirvió para sacarse la espina del inesperado cuarto puesto en Pekín 2008. Los que conocen a este triatleta gallego saben que es un ganador nato, exigente consigo mismo, perfeccionista y amante de lo que hace, el triatlón. Más que su profesión, es su pasión. El heavy metal y tocar la guitarra eléctrica son otras de sus grande aficiones. Sin olvidar, los coches, le encantan, por eso desde hace un tiempo aparca un Porsche en su garaje. Los éxitos no le han cambiado porque, pese a ser tricampeón del mundo, todavía puede pasear por las calles de una gran ciudad y pasar desapercibido.