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Mati Ortiz: "Aunque Miki no lo reconozca, es el gran culpable de esto"
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LA JUGADORA ATENDIÓ A EL CONFIDENCIAL

Mati Ortiz: "Aunque Miki no lo reconozca, es el gran culpable de esto"

Un año después de haber llorado por la oportunidad perdida, Mati Ortiz volvió a llorar. Esta vez como campeona del Mundial de waterpolo de Barcelona

Foto: Mati Ortiz celebra junto a sus compañeras el oro logrado (Efe).
Mati Ortiz celebra junto a sus compañeras el oro logrado (Efe).

Hace un año lloraban con amargura pese a haber hecho historia. En su primera participación en unos Juegos Olímpicos, lograban la medalla de plata tras caer ante toda una potencia mundial como es Estados Unidos. Un año después, en la Picornell, en casa, con una afición en erupción lo lograron. Enfrente estaba Australia, un combinado que pese a su renovación sigue estando entre las candidatas a los torneos en los que se presenta. “Esto ha sido increíble. Todo el mundo se ha volcado con nosotros, la verdad que no se puede pedir más”, declaraba a El Confidencial Mati Ortiz, exultante tras conseguir un oro por primera vez en su carrera.

La jugadora, estudiante de periodismo, no duda cuando se le pregunta por el gran culpable de la página más brillante del waterpolo femenino en España: Miki Oca. “Aunque él no lo reconozca, porque es muy modesto, tiene gran parte de culpa de este éxito. Ha logrado inculcarnos muchísimos valores. Y lo principal es que ha logrado formar un auténtico equipo”, afirmaba la campeona mundial. Oca, como bien dice Ortiz, ha convertido a un conjunto de chicasen auténticas guerreras. Un apodo que se autoimpusieron las propias jugadoras. Un símbolo de lo que les ha costado llegar hasta aquí. Un deporte, el waterpolo, que en España no goza del mismo reconocimiento que en otros países como la propia Australia o Estados Unidos, con muchas más licencias y por tanto más recursos de armar buenos equipos.

Precisamente la victoria contundente anteEstados Unidos en cuartos tuvo un significado especial para el grupo. Fue el rival que un año antes les había despertado del sueño que estaban viviendo en Londres. Untriunfoque tuvo un significado especial como reconoce Ortiz. “El partido ante Estados Unidos lo que significó es algo que ya sabíamos: que somos un gran equipo. Hizo que tuviéramos aún más confianza en nosotras mismas”. Roto el maleficio ante las americanas, las guerreras solo tenían en mente la gloria: el oro en Barcelona. Un oro que 21 años antes les fue esquivo a la mejor generación de waterpolo de la historia en España. Con Oca entre esos elegidos, queaunque lo niegue, también se sacade alguna forma la espinita de no haber podido ganar en casa el preciado metal.

Una final sin sobresaltos

Sin decirlo, reconoce Ortiz que la final estuvo bastante controlada durante todo el encuentro. Pese a gozar de ventaja en todo momento, en la mente de todas estaba su propia remontada, como recordando que cualquiera te puede remontar en cualquier momento. “Nosotras hemos salido a luchar desde el primer momento, como hacemos siempre. Si es cierto que cualquier equipo te puede remontar, como hicimos ante Hungría. Al final por suerte todo ha salido bien”. Conseguido el oro, como guerrera que es, toca seguir luchando. “A partir de ahora a seguir luchando en la Liga y en los siguientes campeonatos internacionales con la selección. Este grupo se lo merece”, afirma orgullosa.

Ambiciosas sin límite, esperan en el seno del equipo que esta victoria suponga un mayor escaparate para que la pasión por este deporte se extienda a más gente. Un cambio que ya han experimentado desde Londres 2012. “La verdad es que de Londres hasta ahora si hemos notado más atención. Nos hizo bastante ilusión saber que al poco de salir las entradas para la final ya se habían agotado. Esperemos que la afición por el waterpolo siga creciendo en los próximos años”. Rompieron a llorar las guerreras. Esta vez no de amargura, sino para ser eternas.

Hace un año lloraban con amargura pese a haber hecho historia. En su primera participación en unos Juegos Olímpicos, lograban la medalla de plata tras caer ante toda una potencia mundial como es Estados Unidos. Un año después, en la Picornell, en casa, con una afición en erupción lo lograron. Enfrente estaba Australia, un combinado que pese a su renovación sigue estando entre las candidatas a los torneos en los que se presenta. “Esto ha sido increíble. Todo el mundo se ha volcado con nosotros, la verdad que no se puede pedir más”, declaraba a El Confidencial Mati Ortiz, exultante tras conseguir un oro por primera vez en su carrera.

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