Las nuevas obras de Montmeló cabrean a varios pilotos y favorecen a las Honda

El Circuit de Catalunya siempre ha sido considerado como uno de los circuitos más interesantes del calendario, especialmente por su tramo final, en el que se enlazaban unas rápidas curvas de derechas que desembocaban en la larga recta de meta. Durante mucho tiempo se dio por sentado que quien entraba delante en la curva 12 se llevaba la carrera, hasta que en el gran premio de 2009 Valentino Rossi reescribió esa teoría, al superar antes de la última curva a Jorge Lorenzo, levantándole una victoria que casi tenía en la mano. Aquello pareció dar un nuevo sentido a esa parte del circuito.

El accidente mortal de Luis Salom en la primera jornada del Gran Premio de Cataluña del año pasado obligó a la organización a modificar el trazado: se adoptó el tramo de la Fórmula 1 en la curva 9, la de La Caixa; se eliminó el paso por la fatídica curva 12 donde cayó el malogrado piloto mallorquín; y se incorporó la 'chicane' de la F1 entre las curvas 12 y 13. Fue una solución de urgencia decidida por los presentes en la reunión de la comisión de seguridad, una cita a la que faltaron muchos pilotos.

Estaba por ver qué solución se adoptaría de cara al futuro: si el Circuit recuperaría su trazado original, con las convenientes modificaciones en materia de seguridad, o si seguiría empleando la alternativa empleada en el último gran premio. Al final se ha optado por una solución intermedia: no se recupera el trazado original y al mismo tiempo se crea una 'chicane' alternativa a la de la F1. Los pilotos de MotoGP no habían vuelto a rodar en Montmeló desde el último Gran Premio de Cataluña, y esta semana lo han hecho aprovechando las pruebas organizadas por Ducati Corse a las que se han sumado los pilotos de Repsol Honda, LCR, Aprilia, Aspar Team y Avintia. Y algunos han sido muy críticos con la solución adoptada.

El nuevo trazado implica una nueva cuerda para la pista, que es ahora de 4.652 metros, tres metros más corto que el empleado por la F1, y según los datos facilitados por el Circuit permite incrementar la escapatoria en unos 50 metros. Mantener el trazado original habría obligado a una costosa obra: el retranqueo de las gradas afectaría a la carretera de servicio que recorre todo el perímetro del circuito, e igualmente con la obra se perdería terreno en el Parking A, aunque existe espacio más que suficiente para desplazar todo hacia atrás, dado que la carretera C-35 discurre a 200 metros de distancia de la instalación.

Cuando un accidente pone en cuestión la seguridad de un trazado, lo normal es que se busquen soluciones. Cuando Daijiro Kato falleció como consecuencia del accidente sufrido en Suzuka en 2003, lo que se hizo fue eliminar la mítica pista japonesa del calendario de MotoGP, aunque sigue siendo una carrera imprescindible en el Mundial de Resistencia. Y el accidente mortal de Shoya Tomizawa en Misano en 2010 dio pie a la eliminación de la hierba artificial del borde de la pista, dado que la caída del piloto japonés se produjo por pisar el 'astroturf'.

Lo cierto es que el nuevo trazado de Montmeló es el que se ha aprobado. En las pruebas de esta semana los pilotos presentes aprovecharon para tomar contacto de nuevo con el discutido neumático delantero de carcasa dura, que estará disponible a partir del Gran Premio de Italia (4 de junio), pero también ha dado pie a comentarios negativos sobre el nuevo trazado por parte de varios pilotos, en algún caso, de un modo altisonante.

Márquez: "Es tan raro que me gusta"

Jorge Lorenzo dejó claro que no le gusta: “La ‘chicane’ es como la del año pasado, es la solución más simple para mejorar la seguridad, pero es muy lenta para MotoGP, es como un tramo de un karting. Favorece a motos más ágiles, como la Honda, y tanto nosotros como Yamaha tendremos dificultades”, auguró el piloto de Ducati. En su opinión, lo más adecuado habría sido poner grava en la escapatoria de la curva 12, donde cayó Salom. Su compañero Andrea Dovizioso incidió en que se habían eliminado algunos de los mejores tramos de la pista, y recalcó la necesidad de hacer indicaciones sobre los límites en la 'chicane' porque debido a su diseño será muy fácil cruzarla saltando el arcén.

Marc Márquez, que según el punto de vista de Lorenzo se verá beneficiado por el cambio, admite que no le desagrada, aunque haya cierto desequilibrio entre la primera mitad del circuito y el tramo final: “La primera parte es rápida y de pronto te metes en una zona lenta y muy técnica. Es tan raro que me gusta”, dijo.

Los más críticos fueron Aleix Espargaró y Loris Baz. En declaraciones a 'Crash.net' dijeron, literalmente, que la nueva 'chicane' era “una mierda”. Lógicamente, semejantes comentarios no han tardado en dar la vuelta al mundo, pero creo que sería oportuno colocarlos en su contexto para entender mejor el sentir de los pilotos. Seguramente si la pregunta se hubiera realizado en su lengua materna la expresión no habría sido la misma.

Tal diferencia de criterio es la expresión de los diferentes enfoques que los seres humanos tenemos ante cualquier situación. Pero en materia de seguridad, lo ideal sería que los pilotos de MotoGP tuvieran un punto de vista común. Ya vimos el año pasado que no es así, y que ni siquiera en momentos dolorosos como los vividos el año pasado fueron capaces de mantener la compostura, porque los líderes de MotoGP se enzarzaron en una discusión bizantina sobre quién, cómo y por qué se tomó la decisión de cambiar el trazado. Cal Crutchlow fue bastante pragmático esta semana: “Hay que entender que nosotros hemos elegido esto. Los de MotoGP no podemos elegir una cosa y luego quejarnos. Se podría entender si se quejasen los de Moto2 o Moto3, pero nosotros no”.