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La Honda de Márquez y Pedrosa tropieza en la misma piedra... y se encariña con ella
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EL MOTOR SIGUE SIENDO DEMASIADO AGRESIVO

La Honda de Márquez y Pedrosa tropieza en la misma piedra... y se encariña con ella

Yamaha ya les llevan cierta ventaja. Incluso Ducati podría estar por delante. Los primeros test dejan una conclusión clara: Honda se ha encariñado con la piedra con la que no para de tropezar

Foto: Márquez en los entrenamientos de Malasia (Efe).
Márquez en los entrenamientos de Malasia (Efe).

Imaginen una manada de cientos de caballos desbocados y cabalgando en libertad. Intenten imaginar cómo controlarlos a todos a la vez para que mantengan el mismo ritmo de galope cuanto antes porque el tiempo apremia. Ahora trasladen este símil al Mundial del Motociclismo y se toparán de frente con el problema al que se enfrentan Honda, Márquez y Pedrosa. Una vez más, el motor de la RC213V es tan potente que dominarlo se convierte en una ardua tarea; tanto que de electrónica, neumáticos y chasis ni se habla. Y todo esto teniendo en cuenta que Yamaha ya les llevan cierta ventaja. Incluso Ducati podría estar por delante de la fábrica del ala dorada. Los primeros entrenamientos oficiales de la temporada han dejado una conclusión clara: Honda se ha encariñado con la piedra con la que no para de tropezar.

En HRC existe el miedo atroz no sólo a rememorar la temporada pasada sino a repetirla. El año pasado, Márquez y Pedrosa tenían a su disposición un propulsor tan agresivo que se estuvieron tirando piedras a su tejado constantemente ya que ni ellos -ni el resto de equipos- podían modificar el motor a lo largo de la temporada. De esta manera, la Honda les obligaba a ir al límite en cada carrera por la excesiva entrega del motor y la falta de equilibrio de todos los elementos que formaban parte de su máquina. La consecuencia más evidente fue que tanto Marc como Dani debían pilotar forzando desde que el semáforo cambiaba de color hasta que veían la bandera a cuadros. Evidentemente, con semejante escenario los riesgos se incrementaban notablemente. Las seis caídas (con sus seis 'ceros') de Márquez son el mejor ejemplo palpable.

Un año después, HRC se encuentra en la misma situación. Tanto que el propio Marc ha confesado que “quizá elegimos el camino equivocado”. En el box de Honda los problemas surgen por todas partes, tanto que muchas veces no saben dónde está el origen que los causa. Lo cierto es que hay potencial, pero es imposible apreciarlo entre la maraña. Las dificultades crecen en todas las parcelas: desde el motor (su talón de Aquiles) hasta el chasis pasando por la electrónica (otro de los grandes quebraderos de cabeza), los neumáticos y el chasis. Reina la preocupación porque los problemas que tiene Honda son serios: tiene la moto más potente de la parrilla de MotoGP, pero no tiene ni idea de cómo controlarla. Y mientras en su particular circo les crecen los enanos, Yamaha acaba de demostrar en Malasia que es más rápida y constante con los Michelin duros que Márquez y Pedrosa con los blandos.

Así las cosas, en la hoja de ruta de HRC hay una prioridad marcada en rojo: suavizar la entrega de potencia. No es una tarea fácil porque en la marca del ala dorada se ha topado con un nuevo obstáculo: la centralita única de Magneti Marelli. El software que deben utilizar por igual todos los equipos de la máxima categoría es mucho más básico que el que empleaba (y diseñaba) Honda hasta ahora. Si con el suyo propio costaba, imaginen con uno nuevo y menos sofisticado. Antes de ponerse manos a la obra con la centralita única, Honda se centra -casi exclusivamente- en su propulsor con el fin de suavizar el carácter de éste y que tenga una respuesta semejante al del motor de Yamaha. Así lo pidió Márquez que, en Malasia, confesó que “el nuevo es un pelín diferente en la entrega de potencia en el primer toque de gas, pero donde más estamos sufriendo es, como el año pasado, en la segunda parte de la aceleración. Es ahí donde tenemos que trabajar duro con la electrónica y ver cómo podemos mejorar porque el carácter sigue siendo el mismo”.

El problema es que con la electrónica estamos muy lejos

Las exigencias que tanto Marc como Pedrosa han puesto sobre la mesa de HRC van en la dirección opuesta al camino que recorre la fábrica japonesa. Su filosofía siempre ha apostado por tener todos los caballos posibles y luego adaptar el resto de elementos de la moto a esta potencia. Ahora sus pilotos demandan una máquina menos agresiva con un motor más fácil de pilotar y de comprender. O lo que es lo mismo: un cambio radical en Honda. Se trata de una petición de gran dimensión, pero es que un año después Márquez y Pedrosa se han topado con una moto que sigue siendo muy difícil de gobernar. En Cheste ya elevaron la voz tal y como apuntó Marc: “El problema es que con la electrónica estamos muy lejos. Es lo que dije en el último test del año pasado. Con la nueva electrónica quizá algún fabricante llegaba y se adaptaba a ella y, quizá, otro, sufriría más”.

En los primeros entrenamientos de la temporada -más claves que nunca-, Honda decidió centrarse en el motor antes que en la centralita única o los nuevos neumáticos. El objetivo es que sus hombres de decantaran por un propulsor: el viejo o la evolución que llevaron a Sepang. La elección es importante pues una vez aterricen en Qatar, los siete motores estarán sellados para el resto del año sin posibilidad de modificarlos. Con este planteamiento, Márquez fue el piloto mejor clasificado con la RC213V: acabó quinto por detrás de las Yamaha y de las Ducati. El de Cervera se quedó a 1.2 de Jorge Lorenzo; una distancia que a una vuelta no supone un gran problema, pero en carrera el ritmo sería un segundo menor que el marcado por el mallorquín. Y eso es mucho tiempo. Demasiado.

Honda tiene trabajo por delante. De momento, no saben de dónde vienen sus problemas: si del motor o de la electrónica y el primero sólo se suaviza entendiendo y aplicando lo segundo. La temporada todavía no ha empezado y en HRC ya trabajan con retraso y a contrarreloj. Márquez ya ha mandado un aviso a navegantes asegurando que están lejos de dónde les gustaría y que es complicado que lleguen a Qatar al cien por cien. A pesar de ello, mantiene “siempre una mentalidad positiva. Creo que estaremos más cerca en los últimos test, pero tenemos mucho trabajo por delante”. Y el tiempo en contra.

Imaginen una manada de cientos de caballos desbocados y cabalgando en libertad. Intenten imaginar cómo controlarlos a todos a la vez para que mantengan el mismo ritmo de galope cuanto antes porque el tiempo apremia. Ahora trasladen este símil al Mundial del Motociclismo y se toparán de frente con el problema al que se enfrentan Honda, Márquez y Pedrosa. Una vez más, el motor de la RC213V es tan potente que dominarlo se convierte en una ardua tarea; tanto que de electrónica, neumáticos y chasis ni se habla. Y todo esto teniendo en cuenta que Yamaha ya les llevan cierta ventaja. Incluso Ducati podría estar por delante de la fábrica del ala dorada. Los primeros entrenamientos oficiales de la temporada han dejado una conclusión clara: Honda se ha encariñado con la piedra con la que no para de tropezar.

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