Lorenzo sufrirá en Motegi para intentar vivir el resto de su vida como un campeón

“No te rindas. Sufre ahora y vive el resto tu vida como un campeón”. La frase corresponde a Muhammad Ali, fuente de inspiración para Jorge Lorenzo. La publicó hace unos días en su perfil personal de Instagram y no es la primera vez que utiliza las palabras del mítico boxeador para motivarse cuando se está fraguando una batalla. Esta vez no es una cualquiera: quedan cuatro carreras, cien puntos en juego y la distancia con Valentino Rossi es de catorce tras la carrera de Motorland. La siguiente parada del Mundial de Motociclismo es Motegi, trazado que a Lorenzo le trae buenos recuerdos y a donde llega con una ligera desventaja respecto a su compañero de equipo. Un esguince en el hombro izquierdo le hará sufrir en su intento por vivir el resto de su vida como el campeón de 2015.

Después de su última victoria en Alcañiz, Jorge recordó algo que ha tenido presente en todo momento: “Nunca he dejado de creer que es posible alcanzar a Valentino”. Lo cierto es que el piloto mallorquín nunca ha perdido la confianza en una remontada que, en ningún momento, ha estado fuera de su alcance pues siempre ha dependido de sí mismo. Las cosas se complicaron en Misano cuando Lorenzo besó el suelo y la distancia que le separa del italiano creció hasta los 23 puntos. El piloto de Yamaha estampó las dudas contra el muro de Motorland protagonizando la sexta victoria de la temporada y confirmando que en la segunda parte del Mundial ha ido de menos a más. En plena recta final del campeonato, Jorge llega en la cresta de la ola a la gira asiática: tres carreras consecutivas que serán clave para dirimir el nombre del campeón en la categoría reina.

Carrera a carrera, Lorenzo ha ido dando pistas del plan que ha trazado en su cabeza para levantar el que sería su tercer Mundial. No ha dudado a la hora de revelar que su objetivo pasaba por recortar a Valentino una media de cuatro o cinco puntos por carrera y, además, apuntó que una de las claves es acabar por delante del italiano. Algo que para Jorge es, incluso, más importante que conseguir la victoria. Así las cosas, en Yamaha se están preparando para vivir en primera persona una pelea cuerpo a cuerpo con tintes épicos. Conscientes Rossi y Lorenzo de que la diferencia no está en la telemetría (compartida por ambos) ni en la M1 (se trata de la misma máquina para los dos), buscan la forma de romper los esquemas a su rival. Y es ahí donde Lorenzo mezcla, con excepcional acierto, la pasión que imprime a su pilotaje con su parte más visceral.

Lo más destacado de éste en la presente temporada es la gestión que el mallorquín está haciendo de los neumáticos apurando éstos como nadie. Algo que tendrá que aplicar en Motegi, un circuito que “no es especialmente fácil para Yamaha ya que tiene muchos ángulos y curvas lentas, esto suele favorecer a las Hondas”. No en vano, es la casa de la marca del ala dorada. A pesar de este hándicap, Jorge ha sabido cómo domar al trazado nipón: en las dos últimas temporadas, la victoria ha sido cosa suya igual que sucedió en 2009. El mallorquín no oculta que llega “con ganas de protagonizar otra gran batalla y de salir reforzados en la lucha por el título”. Presente en el podio en cinco ocasiones, ahí la batalla tiene acento italiano. Rossi ha pisado diez veces los peldaños de Motegi, pero sólo ha ganado un par de veces y el año pasado fue octavo.

A primera vista, el escenario parece favorable para Jorge Lorenzo… aunque siempre hay un pero. El piloto mallorquín aterrizó en Japón con un hombro lesionado después de sufrir una caída en el último entrenamiento previo al gran premio de este fin de semana. La consecuencia apareció en forma de esguince… el problema es que se trata del izquierdo, el mismo del que fue operado durante el GP de Holanda de hace dos temporadas cuando sólo transcurrieron 35 horas entre la intervención y la carrera. El de Yamaha no ha tardado en despejar cualquier interrogante sobre su estado: “Estoy bien aunque todavía tengo un poco de dolor, pero no habrá ningún problema para correr. Podré pilotar en Motegi sin problemas”. No conviene desvelar las debilidades delante del enemigo, pero Lorenzo tendrá que pasar por la clínica mobile y no dejar de lado las sesiones de fisioterapia para acelerar todo lo que pueda la recuperación de su maltrecho hombro izquierdo: “Igual no estaré al cien por cien, pero cerca”.

Japón espera impaciente que empiece la acción en el inicio de una gira que influirá en la lucha por el título por mucho que los pilotos den por hecho que se decidirá en Valencia. En el calendario, tres carreras consecutivas -Motegi, Phillip Island y Sepang- antes de Cheste y un buen sabor de boca en la memoria de Lorenzo: a las dos victorias niponas hay que añadir que en Australia remató su título de 2010 y en malasia el que levantó en 2010. El mallorquín sabe que con el viento a favor, no hay nadie más rápido que él mientras que cuando las cosas se tuercen… se ve obligado a sacar el camaleón que lleva dentro, pero no siempre es capaz de adaptarse al entorno con la facilidad que exhibe cuando se trata de amoldarse a lo que la M1 le ofrece. El escenario de Motegi está por dibujar y el primer esbozo llegará este viernes, pero que nadie olvide que el trazado japonés ha decidido luchas por el título.