No todo es testosterona: este Mundial de Motociclismo es cosa de chicas

“Chicas, motores y amistad son la sal de la vida, pero las mujeres que compiten en la pista me tocan las pelotas; esto es un deporte para hombres. De pequeño corría con las minimotos y había algunas chicas que también competían, pero ninguna iba deprisa. Deberían practicar otro deporte en lugar de ir en moto”. Esta frase corresponde al malogrado Marco Simoncelli. En su momento, el piloto italiano no veía con buenos ojos la aparición de las féminas en un deporte que, durante la mayor parte de su historia, ha estado marcado por la testosterona. Simoncelli no ha podido comprobar que sobre la moto no existen las mismas diferencias que hay en el ADN. Es más, este año el Mundial de Moto3 también es cosa de chicas… y españolas: Ana Carrasco y María Herrera.

Tanto una como otra siguieron la senda abierta por Elena Rosell que debutó en Moto2 de la mano de Aspar en septiembre de 2011. Es más, las palabras de Simoncelli llegaron a raíz de la irrupción de la primera española en el Mundial de Motociclismo. Dos años después, en 2013, aterrizaba Ana Carrasco en la menor de las categorías. La piloto murciana también escribió su propia página en la historia de las dos ruedas al ser la primera piloto española que inauguraba su casillero en el Mundial: con Sepang (Malasia) como escenario firmó un punto de los nueve que logró a lo largo de la temporada. Ana acabó todas las carreras menos la de Jerez, pero Aragón fue especial. En Motorland compartió categoría y circuito con María Herrera.

Unidas por una amistad que forjaron en el Campeonato Español de Velocidad (CEV), se convirtieron en las primeras pilotos de la misma nacionalidad que coincidían en Moto3. En 2014 volvieron a cruzarse cuando María participó en las cuatro citas españolas (Jerez, Montmeló, Motorland y Valencia) como ‘wild card’ (invitada) y a partir de este jueves, momento en el que arrancará la temporada 2015, compartirán calendario de principio a fin en la menor de las categorías. Con un amplio palmarés en el CEV, competición en la que se convirtió en la primera mujer que saboreó la victoria, María debuta de la mano del Team Calvo con Isaac Viñales como compañero de equipo, el apoyo de Repsol y a lomos de una Husqvarna oficial.

A pesar de haberse roto la clavícula en los últimos entrenamientos de la pretemporada, Ana Carrasco espera poder estar en Qatar este jueves ya que la lesión no requiere pasar por el quirófano. La temporada pasada fue complicada por la escasa competitividad de la máquina que tenía en sus manos, pero en su tercer año en Moto3 volverá a disponer de una KTM oficial. Lo hará formando parte del equipo de Aleix Espargaró, el Boe41 RBA, donde compartirá box con Gabriel Rodrigo y Niklas Ajo. Con la experiencia acumulada, el objetivo pasa por seguir manteniéndose en la pugna por los puntos.

Ana y María no son unas pioneras, pero lo que nadie puede negar es que caminan, o mejor dicho, corren, en un mundo de hombres. Tanto una como otra se empeñan en destacar que sobre la moto y dentro de la pista no existen diferencias y que competir en un mundo casi monopolizado por hombres es algo que les da una motivación extra. La temporada pasada, Herrera comentaba a este periódico que no se sentía inferior aunque reconocía que “la mujer todavía no está metida totalmente en el mundo de las motos y algunas veces cuesta, pero estamos metiendo la cabeza y poco a poco saldremos”. Aunque en la cara de sus compañeros noten que les molesta que una chica les gane, el Mundial de Motociclismo también es cosa de ellas.