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El enemigo de Marc Márquez no está sobre la pista, sino en el clima de Japón
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LA LLUVIA TRASTOCA TODOS LOS PLANES

El enemigo de Marc Márquez no está sobre la pista, sino en el clima de Japón

El piloto de Repsol Honda espera y desea una carrera en seco porque son más fáciles de controlar. Sólo hay que recordar lo sucedido hace dos semanas en Aragón

Foto: Marc Márquez durante la clasificación de Japón de la temporada pasada (Repsol Media).
Marc Márquez durante la clasificación de Japón de la temporada pasada (Repsol Media).

Concienzudo como pocos, Marc Márquez habrá estudiando a conciencia la carrera de Motegi. No permitirá que se le escape ningún detalle e intentará que el azar intervenga lo mínimo, pero hay elementos que no puede controlar. Y el clima de Japón es uno de ellos. El año pasado condicionó los entrenamientos del gran premio y llevó a la organización a diseñar una sesión de clasificación mixta. Un fin de semana que el campeón ha definido como “difícil”; el piloto de Repsol Honda espera y desea una carrera en seco porque, evidentemente, son más fáciles de controlar. Sólo hay que recordar lo sucedido hace dos semanas en Aragón.

“El año pasado fue mi primera visita a Motegi en MotoGP y recuerdo un fin de semana muy difícil, así que esperamos tener más tiempo con la pista seca para encontrar una buena puesta a punto”. De las palabras de Marc Márquez se deduce que preferiría dejar el chubasquero y el paraguas en el armario. En principio las previsiones no anuncian lluvia para los días de acción en Motegi (viernes, sábado y domingo) sino para la semana que viene. El sol aparecería por el trazado japonés las dos primeras jornadas mientras las nubes cubrirían el cielo cuando los semáforos cambien de rojo a verde el domingo. Todo esto dando por hecho que el tifón ‘Phanfone’ no intervendrá para cambiar los primeros pronósticos.

Lo cierto es que a causa de este fenómeno ha fallecido una persona, han desaparecido cinco y han sido evacuadas 50.000. ‘Phanfone’ ha provocado fuertes vientos que han llegado a los 200 km/h, violento oleaje, corrimientos de tierra, aludes e inundaciones. Las últimas informaciones apuntan a que se está movimiento desde el Sur de Japón al Norte y que este lunes llegaría a la isla de Honshu. Todo apunta a que Motegi, situado más al norte, no sufrirá el efecto del tifón. Lo cierto es que el GP de Japón está acostumbrado a convivir con este tipo de fenómenos que se convierten en el principal tema de debate de los pilotos debido a las lluvias y vientos que traen consigo. Y es que las condiciones climatológicas se convierten en un enemigo más contra el que luchar.

Control sobre el asfalto seco

El año pasado, en Motegi pasó de todo. Al terremoto de 7,3 grados que generó una alerta de tsunami, hubo que añadir niebla y lluvia causada por el tifón ‘Francisco’. Sobre el papel parecen menos peligrosas, pero lo cierto es que cambiaron el ritmo de la cita. La primera de ellas canceló las dos primeras sesiones de entrenamientos libres del viernes porque el helicóptero, cuya base está situada a cinco minutos del circuito, no podía despegar para trasladarse a éste. Y sin este medio de transporte presente para posibles evacuaciones, los engranajes no se accionan. El segundo día también fue nulo ya que la lluvia impidió los entrenamientos libres y la organización tuvo que improvisar una solución para la sesión de clasificación. Ésta fue mixta, los pilotos rodaron durante una hora y cuarto en la que primero pusieron a punto sus motos para saber qué feeling había con la pista y en los minutos finales se jugaron las posiciones para la parrilla del domingo.

Con semejantes antecedentes, no es de extrañar que la mayoría de los pilotos prefieran una carrera en seco. En estas condiciones, es más fácil tener todo bajo control. Por otra parte, hay algunos que se mueven como pez en el agua en una carrera bajo la lluvia aprovechando el caos causado. Lo cierto es que en el momento en el que aparecen las primeras gotas, el guion cambia y entra en juego la astucia y la estrategia de los pilotos. Recordado lo vivido en Alcañiz, el principal enemigo no será Jorge Lorenzo que se llevó la victoria el año pasado. Tampoco estará en Dani Pedrosa, su compañero de box, o en Valentino Rossi sino en las incontrolables inclemencias climatológicas que pueden poner en peligro un título en el que, de momento, no quiere pensar.

Concienzudo como pocos, Marc Márquez habrá estudiando a conciencia la carrera de Motegi. No permitirá que se le escape ningún detalle e intentará que el azar intervenga lo mínimo, pero hay elementos que no puede controlar. Y el clima de Japón es uno de ellos. El año pasado condicionó los entrenamientos del gran premio y llevó a la organización a diseñar una sesión de clasificación mixta. Un fin de semana que el campeón ha definido como “difícil”; el piloto de Repsol Honda espera y desea una carrera en seco porque, evidentemente, son más fáciles de controlar. Sólo hay que recordar lo sucedido hace dos semanas en Aragón.

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