Mal entrenamiento, neumáticos y gasolina: el "círculo vicioso" que mermó a Lorenzo

Aragón, Japón, Australia, Malasia y Valencia. Estas son las últimas cinco paradas del Mundial de Motociclismo y aunque el título está prácticamente decidido, todo apunta a que la emoción estará presente hasta que se encienda la traca final en Cheste. Marc Márquez sigue marcando el ritmo desde lo más alto de la clasificación, pero ya ha sentido el aliento de los pilotos que estaban llamados a plantarle cara para impedir que revalidase el título que defiende. Pedrosa, Rossi y Lorenzo han acabado por delante del piloto de Repsol Honda en Brno y Misano, trazados en los que su compañero de box y el italiano han subido a lo más alto del podio. Un resultado que también espera disfrutar el piloto mallorquín a pesar de su gris temporada. Así lo ha confesado en una entrevista concedida a Marca, la misma en la que da las claves para entender el porqué de su errático inicio.

Jorge Lorenzo pone sobre la mesa las tres razones que le mermaron en los primeros compases del Mundial y que, en consecuencia, le dejaron en clara desventaja respecto a sus compañeros de parrilla: “Todo salió mal y esas cosas crearon un círculo vicioso que afectó a nuestro rendimiento”. Dos de ellos apuntan a la parte técnica y no son otros que la complicada adaptación de Yamaha a los neumáticos de Bridgestone y el litro de menos que llevan las motos debido a la nueva normativa. El piloto mallorquín explica que fue en la cita de Montmeló en la que encontraron la solución para domar a su máquina. El último de los motivos alude a su condición física. Lorenzo reconoce que “el físico hizo que hubiese una gran diferencia entre Valencia 2013 y Qatar-Austin 2014. Entendí que es más importante de lo que pensaba la condición física porque cuando uno tiene algo no le da importancia”.

Carrera a carrera, el mallorquín ha conseguido sobreponerse al mal inicio que protagonizó con tres carreras en las que sólo pudo sumar 22 puntos. Las caídas y la flaqueza le impedían pelear por el podio, algo que se daba por hecho ya que su nombre estaba entre los candidatos: “La semana de antes y las posteriores a Argentina me encontraba muy débil. No entendía por qué algunos días me levantaba y me encontraba muy bien y otros, no muy bien. Me hice muchas pruebas físicas. Vi que estaba todo bien y que sólo era cuestión de dejar pasar el tiempo y entrenarme fuerte. Y, por suerte, volví a estar bien. Me costó más de lo esperado, un par de meses”.

Para encontrar la razón del bajón físico de Jorge Lorenzo hay que remontarse hasta los meses de pretemporada. Durante el invierno se sometió a tres operaciones a lo que hay que sumar la falta de un programa de entrenamiento adecuado. El piloto de Yamaha se vio obligado a empezar a entrenar más tarde de lo normal y por ello, ha ido a remolque. Con la temporada iniciada, ha tenido que arañar tiempo entre cita y cita para exprimirse e intentar alcanzar la forma física óptima, tal y como ha mostrado en sus redes sociales. Hasta el momento, no ha recuperado el poderío del que hizo gala en las dos campañas en las que fue campeón o en la segunda parte de la temporada pasada cuando peleó con Márquez por el título hasta el final. Lo que sí le está permitiendo es ser candidato regular a subirse a los cajones del podio peleando, junto a Pedrosa y Rossi, contra la ‘dictadura’ de Marc… el mismo que tampoco pudo terminar su pretemporada al romperse el peroné derecho.