Es noticia
Marc Márquez se hizo humano, pensó en el título y se quitó "un peso de encima"
  1. Deportes
  2. Motociclismo
CONFESÓ QUE LE FALTÓ EL RITMO DE SUS RIVALES

Marc Márquez se hizo humano, pensó en el título y se quitó "un peso de encima"

La undécima no llegó y Márquez se quitó un peso de encima al mismo tiempo que demostraba algo en lo que él solo creía: el líder de MotoGP es humano

Foto: Marc Márquez por detrás de Pedrosa y Lorenzo en Brno (Repsol Media).
Marc Márquez por detrás de Pedrosa y Lorenzo en Brno (Repsol Media).

La imagen habitual desde que empezó el Mundial de Motociclismo no se ha repetido este fin de semana. Esta vez no ha sido el primero en ver ondear la bandera de cuadros. Ha sido en Brno, uno de los circuitos que menos le gustan, donde Marc Márquez ha demostrado que es humano porque, hasta ahora, sólo él lo creía. El líder de MotoGP se ha cansado de avisar que llegaría un momento en el que no se subiera a lo más alto del podio, pero a medida que pasaban las carreras nadie creía en esa posibilidad. De las diez primeras victorias consecutivas con las que igualó a Agostini, se pensaron en las once, en un nuevo capítulo de la historia del motociclismo y de Marc Márquez. No era el día para batir esa marca. Ni él ni su equipo se encontraban como otros domingos y por ello, pensó en el título y de paso descansó: “Me he quitado un peso de encima porque ya no me preguntarán más si puedo ganar todas las carreras”.

Aunque parezca paradójico, en la República Checa la noticia no estaba en el podio sino fuera de él. Acostumbrado a romper récords, a echar por tierra pronósticos o a terminar con el misterio de las apuestas a ritmo de victorias, Márquez perdió el compás. O mejor dicho, se lo rompieron entre Pedrosa, Lorenzo y Rossi. El italiano dio la clave en Indianápolis cuando comentó que tenían que poner todo de su parte para ganar al piloto de Repsol Honda por su bien y “por el del campeonato”. El compañero de box de Márquez y el de Valentino tomaron buena nota del consejo recibido hace una semana y lo aplicaron a la perfección. Marc se encargó de recordar que no le había vencido Pedrosa sino tres pilotos y dio la clave: “El ritmo ha sido muy rápido, bastante más que el sábado y ha sido lo que me ha faltado a mí”.

Esta no fue la única razón para ver a Márquez en cuarto lugar: “Con la temperatura más fría parecía que había más ‘grip’ en la pista, pero yo no lo acababa de encontrar”. Sin agarre, la forma de pilotar del líder pierde parte de su esencia pues el de Cervera hace que la Honda derrape a su antojo para ganar velocidad ya que su fuerte reside en la frenada y este domingo, no controlaba este punto clave. Algo a lo que contribuyó la temperatura registrada en Brno y la cual midió el equipo de Marc en el momento de finalizar la prueba. El líder de MotoGP esperaba que la pista alcanzase más grados: “Confiaba en que subiera la temperatura y esto me hacía encontrarme más cómodo, pero ha bajado respecto al sábado y no me he acabado encontrar del todo bien”. A esta suma de elementos hay que añadir que en Brno no era el día de Márquez ni de su equipo y contra eso, poco puede hacer: “No ha sido ni un error mío ni del equipo, simplemente no nos encontrábamos como en otros domingos. Ni yo ni la puesta a punto hemos sido perfectos”.

Desde el GP de Australia de 2013, Marc Márquez no había faltado a su cita con el podio. En otro momento, un cuarto puesto habría significado un golpe a la moral del ilerdense. Ahora no porque el líder tiene la cabeza bien amueblada para ganar 25 puntos y también para sumar 13 porque, como él recordaba, “estaba trabajando todas las victorias y en cualquier momento podía llegar este domingo. Quizás a la gente le parecía que todo estaba saliendo fácil”. Lo cierto es que Márquez debe demostrar que sabe gestionar la cara B de las carreras, un componente básico para ser campeón. A lo largo de la temporada, parecía que sólo en sus cábalas aparecía la posibilidad de ser segundo, tercero o quedarse fuera del podio. La teoría la había aprendido y ha llegado el momento de aplicarla.

No parece que le vaya a costar porque durante la carrera dio muestras de su inteligencia, de la madurez y templanza adquiridas con el paso de las carreras. La experiencia que da saber de qué va y cómo funciona la máxima categoría del Mundial pudo con el impetuoso Marc que aflora en algún momento: “Sabía que la primera parte de la carrera no podía estar con ellos y he estado más o menos, pero en la segunda los problemas cada vez iban a más. He intentado empujar e ir al límite. He estado a punto de caerme varias veces y ahí he visto que no era el día”. No sólo tuvo tiempo de pelear con Iannone, también de admitir que en Brno no firmaría la undécima. Dado este paso, tocaba pensar en ese título con el que tantas cuentas hacen todos menos el protagonista: “Estoy contento porque he sabido ser inteligente y ver que no se podía ganar. Hemos sumado 13 puntos que son positivos para el campeonato”.

Lo que no pudo evitar fue la rabia mientras cruzaba la línea de meta checa. La miel del éxito dio paso a un sabor que no es habitual en su caminar por el Mundial, algo que no dudó en reconocer: “Ha sido duro no poder luchar por la victoria. Me he contenido bastante en el gesto, pero está claro que ha sido porque estaba acostumbrado a pasar primero. Nunca espero una jornada así, pero en 18 carreras siempre hay alguna”. Mientras bromeaba comentando que quizás había entrado en una crisis, propios y ajenos han humanizado a Marc Márquez en la República Checa porque el líder había ‘malacostumbrado’ a los aficionados. No ha habido página en la historia del deporte de las dos ruedas porque el líder prefiere escribir un capítulo entero con los pasos que va dando en una temporada en la que no ganará todas las carreras. Algo que le ha servido para quitarse un peso de encima, valorar más aún las diez victorias conseguidas hasta el momento y puede que para abrir un campeonato en el que ha sabido perder ante tres grandes. Y de esto sólo pueden presumir los más grandes.

La imagen habitual desde que empezó el Mundial de Motociclismo no se ha repetido este fin de semana. Esta vez no ha sido el primero en ver ondear la bandera de cuadros. Ha sido en Brno, uno de los circuitos que menos le gustan, donde Marc Márquez ha demostrado que es humano porque, hasta ahora, sólo él lo creía. El líder de MotoGP se ha cansado de avisar que llegaría un momento en el que no se subiera a lo más alto del podio, pero a medida que pasaban las carreras nadie creía en esa posibilidad. De las diez primeras victorias consecutivas con las que igualó a Agostini, se pensaron en las once, en un nuevo capítulo de la historia del motociclismo y de Marc Márquez. No era el día para batir esa marca. Ni él ni su equipo se encontraban como otros domingos y por ello, pensó en el título y de paso descansó: “Me he quitado un peso de encima porque ya no me preguntarán más si puedo ganar todas las carreras”.

Marc Márquez
El redactor recomienda