La filosofía de Márquez sobre las distancias: "Se aumentan o se pierden, no se conservan"

Si alguien no se lo había preguntado todavía, antes del paréntesis veraniego es inevitable: ¿existe el límite para Márquez? El Mundial se va de vacaciones y el líder se las ha ganado a pulso, carrera a carrera, victoria a victoria. Marc ha ganado las nueve citas que ha recorrido la caravana mundialista hasta el momento. Algunas victorias han sido más complicadas que otras, pero como comentaba Livio Suppo, director del Repsol Honda, en la carrera de Sachsenring: “Marc puede contra todos los elementos: seco, lluvia… Hasta ganaría en medio de un ‘casino’ (desastre en italiano)”. Teniendo en cuenta que Mugello, Montmeló y Assen eran los tres circuitos que el de Cervera había señalado en su calendario como los más complicados y los ha superado con nota, no es ningún disparate pensar en que puede ganar todo.

No importa cómo comiencen las cosas. En Sachsenring, Marc Márquez voló por los aires el primer día. El piloto calmó los ánimos asegurando que se sólo estaba magullado aunque lo cierto es que ha arrastrado problemas en las cervicales durante todo el fin de semana. A pesar de ello, marcó el mejor tiempo en casi todos los entrenamientos y el sábado fue el más rápido en la clasificación. Aún quedaba lo mejor. Una carrera que dejó una imagen para el recuerdo: una parrilla casi vacía porque la mayoría de los pilotos, hasta doce, optaron por cambiar sus neumáticos tras el warm-up pensando en la lluvia. “He observado lo que hacían Dani y Valentino porque son mis principales rivales en el campeonato y en estas carreras, si te equivocas puedes perder muchos puntos. Por eso he decidido copiar su estrategia”, confesaba el de Cervera tras la carrera.

Alemania tuvo una salida ‘doble’: la que tuvo lugar en la línea de meta y la que se produjo desde el ‘pit lane’, digna de una carrera de motocross y algo peligrosa. Ni esa pintoresca imagen pudo con Marc Márquez. Salió a pista décimo, pero con el paso de las vueltas la normalidad reinó en Alemania. Es decir, el actual campeón empezó a marcar el ritmo hilando una vuelta rápida tras otra para adelantar a Bradl y asentarse en el liderato de la carrera. La tensión por no haber hecho ninguna prueba sobre mojado en Sachsenring desapareció a medida que Márquez abría un poco más la brecha porque, como él mismo aseguró: “Las ventajas están para agrandarlas o perderlas, no para conservarlas”. Y lo hizo pensando que “la carrera sería similar a la de Holanda, pero al final la pista se ha secado muy rápido. He visto en la parrilla que Bradl llevaba el neumático liso y he tenido mis dudas porque la zona de detrás del circuito estaba aún mojada. La carrera ha sido bonita, sobre todo la primera parte, es en la que más he disfrutado”.

El Mundial ha colgado el cartel de “cerrado por vacaciones”. En el paddock hay una pregunta que se ha ido transformando en afirmación con el paso de las carreras. Hace unos meses, cuando el dominio de Márquez acaba de empezar, muchos se cuestionaban si el piloto de Honda ganaría todas las carreras. Los interrogantes acompañaban a esta frase cuando se formulaba. Nueve carreras después y con las vacaciones recién estrenadas, la entonación ha cambiado para dar forma a una frase afirmativa. No conviene adelantarse a los acontecimientos, pero los números no mienten. Con 225 puntos en su casillero y 77 de ventaja sobre el segundo en la clasificación, su compañero Dani Pedrosa, todos dependen de un fallo de Marc para optar al título, pero él no depende de nadie para revalidarlo. Si sigue con la misma trayectoria que la mostrada en la primera parte del Mundial, esto sucedería en MotorLand Aragón, antes de la gira asiática.

En Alemania no faltó a su tradicional cita con la historia. La leyenda de Marc Márquez empieza tomar tales dimensiones que no sólo se bate con los pilotos de la parrilla, también pasa por delante de los históricos nombres de las dos ruedas. Este domingo firmó su novena victoria en las nueve primeras carreras de un Mundial, algo que nadie había conseguido desde 1970. Hasta ayer el hito era propiedad de Giacomo Agostini y ahora el italiano tiembla porque el mayor número de triunfos, diez, sigue estando en su poder y Marc esta a uno de arrebatárselo. El italiano no fue el único piloto al que adelantó en Alemania. La victoria de Sachsenring convierte a Márquez en el piloto más joven que gana nueve carreras consecutivas superando a Hailwood. El británico lo logró en 1964 con 24 años, el de Cervera lo ha hecho con 21.

El escenario no podía ser otro. El trazado alemán se ha convertido en uno de los fetiches del actual campeón, no en vano lleva cinco poles (llevaba dos carreras sin firmar el mejor crono en la sesión de clasificación) y cinco victorias consecutivas: lo hizo una vez en 125cc y un par en Moto2 y MotoGP. El mismo país que vio nacer al autor de la Novena Sinfonía, Beethoven, ha visto como Marc Márquez la interpretaba a la perfección. Y es que el piloto de Repsol Honda no sabe hacer las cosas de otra manera.