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Fuera del circuito, Valentino Rossi sigue siendo el rey… del merchandising
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VR46 RACING FACTURA OCHO MILLONES AL AÑO

Fuera del circuito, Valentino Rossi sigue siendo el rey… del merchandising

Controla su propio merchandising y el de los muchos pilotos del Mundial. Un emporio que completa con su querido 'ranch', una pizzería o dos inmobiliarias

Foto: Valentino Rossi en su box durante un gran premio (Yamaha).
Valentino Rossi en su box durante un gran premio (Yamaha).

A principios del mes de mayo, Àlex Márquez subió una foto a su cuenta personal de Twitter en la que anunciaba que sus seguidores ya podían hacerse con su merchandising oficial. Cal Crutchlow no tardó en contestarle comentando que sus gorras eran más caras que las de su hermano. Marc también se unió a la conversación asegurando, con tono de humor, que él pensaba más en su afición. Sea como sea, ninguno ha tenido nada que ver con el precio ya que este tema depende de Valentino Rossi. El italiano vive una segunda juventud dentro del circuito, mientras su dominio se expande fuera de él: controla su propio merchandising y el de los principales pilotos del Mundial. Un emporio que completa con su querido ‘ranch’, una pizzería o dos inmobiliarias.

A nadie se le escapa que Valentino Rossi se divierte pilotando. Actualmente, no hay nadie que pueda situarse a la altura de los nueve títulos mundiales que figuran en su palmarés. Con permiso de Marc Márquez, el piloto que está llamado a superarle y al que el italiano ya ve como su sucesor, el de Tavullia sigue siendo el rey. Sus dominios no se limitan a los circuitos del Mundial, van más allá y lo hacen de la mano de VR46 Racing. Lo que hoy es una empresa que da trabajo a unas 80 personas y llega a facturar ocho millones de euros al año, nació cuando Rossi dejó Londres para volver a su Italia natal. No fue la única decisión que tomó. Valentino quería ofrecer a sus seguidores productos de calidad y con un diseño en el que él estuviera involucrado. Rompió con Pratelli y creó su propia compañía.

El piloto de Yamaha buscaba tener el control de su merchandising y no encontró mejor manera de hacerlo que convertirse en empresario. Tomó las riendas, montó la base de operaciones en Tavullia y se rodeó de sus amigos: Aldo Drudi, Tebaldi, Sanchoni, Pritelli, Uccio Salucci… VR46 Racing no tardó en emprender el vuelo. Con la amistad como una de las máximas del negocio, fueron quemando etapas en la hoja de ruta marcada por un Valentino Rossi que no se perdía ni uno solo de los detalles. Los grandes nombres del circuito no tardaron en unirse: hace un par de años, empezó a gestionar el merchandising de Marc Márquez y la temporada pasada se hizo con el de Pedrosa, Crutchlow, Bautista, los hermanos Espargaró, Smith, Ianonne, Yamaha o Monster.

Valentino Rossi quería tener contentos a sus aficionados y, sobre todo, a los más de 7.000 socios que, con una cuota anual de 48 euros, dan forma a su club oficial de fans. Los mismos que agotaron las entradas más caras de Montmeló para ocupar el espacio que los ‘tifosi’ tienen reservado en el trazado catalán. El italiano sigue levantando pasiones. Pero ¿cuál son las suyas? Los que conocen bien al de Tavullia afirman que donde más disfruta es en el ‘ranch’ que construyó en su pueblo y que dirige su padre Graziano. Rossi y sus amigos se cansaron de ir a Cava, una cantera de piedra, y el piloto decidió construir un circuito inspirándose en el modelo americano (con un óvalo doble).

Las dos ruedas marcan el ritmo de su vida y por ello, no dudó a la hora de lanzarse a la aventura de crear su propio equipo de motos. Valentino se había propuesto devolver los días de vino y rosas a su país. Así nació Sky VR46, “un proyecto que, como tantas otras cosas, se inició por diversión”. La intención Rossi es dar visibilidad y un empujón a los corredores italianos a través de este equipo y de la VR46 Racing Academy. Eso sí, no todo es gasolina y motores rugiendo: tiene un par de inmobiliarias que gestionan sus posesiones y desde hace poco la ‘Pizzería Da Rossi’ gestionada en Tavullia por sus amigos Stefano, Mattia y Luca. Con la idea de renovar por un par de temporadas más en la cabeza, Valentino todavía no ve el final de su carrera como piloto aunque ha sentado las bases para tener el futuro resuelto. Y lo hace igual que pilota: divirtiéndose.

A principios del mes de mayo, Àlex Márquez subió una foto a su cuenta personal de Twitter en la que anunciaba que sus seguidores ya podían hacerse con su merchandising oficial. Cal Crutchlow no tardó en contestarle comentando que sus gorras eran más caras que las de su hermano. Marc también se unió a la conversación asegurando, con tono de humor, que él pensaba más en su afición. Sea como sea, ninguno ha tenido nada que ver con el precio ya que este tema depende de Valentino Rossi. El italiano vive una segunda juventud dentro del circuito, mientras su dominio se expande fuera de él: controla su propio merchandising y el de los principales pilotos del Mundial. Un emporio que completa con su querido ‘ranch’, una pizzería o dos inmobiliarias.

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