Marc Márquez, campeón del mundo de MotoGP

“Mamá, gracias por parirme”. Esas fueron las declaraciones que hizo Marc Márquez en el ‘parc fermé’ ante los micrófonos de Telecinco. No podía ocultar la inmensa alegría, su sonrisa era más infinita que nunca. No era para menos, se acababa de convertir en el campeón de MotGP más joven de la historia. Haciendo historia, como ha acostumbrado desde que dio el salto a la máxima categoría. No le hizo falta ganar. El triunfo en Cheste fue para Jorge Lorenzo por delante de Dani Pedrosa y el nuevo campeón.

Nadie se saltó el guion en la salida: Lorenzo estuvo secundado por los dos pilotos de Honda con Rossi tras ellos. No tardaron demasiado en comenzar los primeros roces: al final de la primera vuelta Pedrosa intentó adelantar a Lorenzo, pero éste le contestó casi de inmediato. Pedrosa lo volvió a intentar pero una vez Lorenzo recuperó la posición y todo ello con un Marc Márquez expectante. Confesaba el de Cervera que “al principio estaba muy rígido sobre la moto”.

Lorenzo y Pedrosa protagonizaron una de las carreras más encarnizadas de la temporada. Al de Yamaha sólo parecía valerle el triunfo y necesitaba marcar el ritmo que más le interesaba. Pedrosa no cesó llegándose a tocar moto contra moto en no pocas ocasiones. El mayor beneficiado fue Marc Márquez que pasó primero al abrirse tanto el de Yamaha como su compañero de equipo.

Apenas fue una vuelta líder Márquez pues Lorenzo volvió al ataque y le adelantó sin dudar protagonizando una carrera lenta que permitiese a otros pilotos entrar en la pelea por la victoria. Marc se estabilizó en la segunda plaza. Ese era un resultado que al piloto de Repsol le valía para ser campeón del mundo y por ello decidió no arriesgar hasta el final más que lo estrictamente necesario. Así vio la bandera de cuadros en tercer lugar convirtiéndose en campeón del mundo “muy pronto, es algo que no me esperaba. Os he dicho que no, pero sí que estaba muy nervioso”. Quién lo diría…