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El Nadal-Del Potro, una lucha de gigantes para la historia
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el argentino dejó al español sin final

El Nadal-Del Potro, una lucha de gigantes para la historia

Ambos tenistas disputaron una semifinal de los Juegos Olímpicos que tardará en ser olvidada. "Luché hasta el final, di lo mejor de mí en la pista", afirmó Nadal, que se jugará el bronce contra Nishikori

Foto: Del Potro saluda a Nadal tras el partido de semifinales (Kevin Lamarque/Reuters)
Del Potro saluda a Nadal tras el partido de semifinales (Kevin Lamarque/Reuters)

Ni Rafa Nadal ni Juan Martín del Potro tendrían que haber disputado las semifinales de los Juegos Olímpicos de Río. Lo normal es que el primero, sin recuperarse por completo de la lesión que le hizo retirarse de Roland Garros, hubiera caído antes, en algún momento de su interminable serie de partidos; y el segundo, en plena resurrección tras años lesionado, hubiera caído eliminado en la primera ronda contra el mejor tenista del mundo, Novak Djokovic. Pero con estos tenistas, dos de los mayores competidores que pueden verse en una pista de tenis, a la que se agarran con las uñas si hace falta, lo normal deja de serlo.

Pudieron ganar los dos, pero solo lo hizo Del Potro, que se impuso por 5-7, 6-4, 7-6 y este domingo peleará con Andy Murray por el oro. Será su segunda medalla olímpica, pues ya fue medallista de bronce en Londres 2012. Tras vencer a Nadal, el argentino llorando y besando el logotipo de los Juegos. Tras seis años de lesiones y varias temporadas en blanco, Río de Janeiro puede marcar un antes y un después en su carrera.

Nadal y Del Potro tienen mucho en común, incluido los problemas en la muñeca. Al español, una lesión en esa articulación casi le hace renunciar otra vez a unos Juegos. El caso del argentino es más grave: casi acaba con su carrera. Hace poco más de tres meses, Del Potro también acabó llorando un partido. No fue una semifinal, sino uno de primera ronda, en el Masters 1000 de Madrid. "Lloro por alegría y no por tener que abandonar o tener molestias en mi muñeca", dijo Del Potro tras vencer a Dominic Thiem, un 'top 10' al que no esperaba superar.

Foto: Nadal se vació para intentar ganar a Del Potro. (Toby Melville/Reuters)

Un partido de Copa Davis

Ese mismo día le preguntaron por la posibilidad de participar en los Juegos Olimpicos, cita que veía muy, muy lejos, no tanto por el tiempo como por la incertidumbre sobre su físico. "Yo solamente estoy pendiente de cómo voy a estar la semana que viene, a ver si puedo jugar", respondió. Del Potro tenía asumido si volvía lo iba a hacer por un camino largo, como está sucediendo: este año solo ha jugado 21 partidos y aún es el 141 del mundo. Per en Río encontró un atajo. "Esto puede ser mejor incluso que el US Open de 2009", dijo tras el partido. Ese es el único Grand Slam de su palmarés

El Nadal-Del Potro fue un España-Argentina de Copa Davis, solo que jugado en Brasil. Eso le dio ventaja al español en la grada. Cada vez que los argentinos se animaban a cantar, las grada los silenciaba. A veces no lo conseguía y tenía que poner orden el juez de silla. El ambiente fue sensacional, y el partido también. Ambos jugadores mostraron su mejor juego: Del Potro golpeando desde el fondo de la pista con ese martillo que tiene como 'drive' y Nadal castigando una y otra vez su revés y sus subidas a la red. El mallorquín recuperó el 'break' en contra con el que empezó el partido y se llevó la primera manga. En la segunda parecía que Del Potro se venía abajo, que solo le quedaba su saque, pero resistió e igualó el partido.

El décimo juego del tercer set

El tercer set fue aún más equilibrado, ningún 'break' hasta el décimo juego, al que Nadal llegó con todo perdido. Tras diez partidos en menos de una semana, casi 20 horas de juego, estaba a punto de decir adiós a la medalla de oro, pero resistió. Lo que hace grande a Nadal, sobre lo que levanta su competitividad, no es su coraje o su bravura, cualidades que nunca están de más, sino su capacidad de sacar su mejor nivel cuando peor se ponen las cosas. En estos mismos Juegos, otro deportista argentino ilustre, Manu Ginóbili, lo explicó muy bien: "Pensamos que todo se gana con huevos. Y no, se gana jugando bien, y luego le tienes que agregar huevos y coraje".

Tras una manga igualada, el español perdió el noveno juego y concedió a Del Potro la oportunidad de cerrar el partido con su servicio. Sin embargo, lo que sucedió en los siguientes minutos fue impresionante: Nadal encadenó cuatro puntos inmensos que levantaron al público de sus asientos y recuperó el 'break' con un juego en blanco.

"Lo pudimos ganar los dos"

En el 'tie break' estuvo cerca de hacer lo mismo. Salvó una bola de partido al resto y sacó para empatar, pero mandó la bola fuera. Tras haberse desfondado durante más de tres horas, perdió el encuentro por un fallo propio. "Esto es deporte. A veces gana uno y otras veces gana otro. Ganó por diferencia de dos puntos en el 'tie break' y ganó porque uno tiene que ganar y otro que perder. Las cosas a veces se resuelven por detalles. Queda bien decir que el otro se lo merece y tal, pero lo pudimos ganar los dos. Ganó él y hay que felicitarle", dijo.

"Fue un partido muy emocionante", dijo el español, que afirmó que no viajó a Río esperando ganar una medalla en individuales. "Ya tengo una medalla de oro en el dobles; eso es mucho más de que lo había soñado durante la semana". "Es duro jugar contra Rafa porque nunca sabes cuándo vas a ganar. No para de luchar", explicó Del Potro. Para él, después de como estaba hace unos meses y después de que le tocara enfrentarse a Djokovic en primera ronda, esto es un sueño. "Estaba pensando más en la barbacoa en Tandil (su cuidad natal) que en la medalla".

Apenas un mes antes de su victoria en la primera ronda de Madrid, Del Potro había enviado un vídeo a sus amigos en el que les agradecía su apoyo y les comentaba que el esfuerzo que estaba haciendo para volver era por ellos. "Les mando un abrazo y que cada uno en lo que haga deje todo. Si sale bien, buenísimo, y si no, que se queden tranquilo que lo dieron todo", les decía. En Río, él puede estar muy tranquilo: lo ha dado todo y encima le ha salido. Su camino hacia la final, eliminando a Djokovic en primera ronda y a Nadal en semifinales, ya es una de la historias de estos Juegos. Como lo es también la semana del mallorquín, que puede acabar con dos medallas si vence a Kei Nishikori este domingo en la lucha por el bronce.

Ni Rafa Nadal ni Juan Martín del Potro tendrían que haber disputado las semifinales de los Juegos Olímpicos de Río. Lo normal es que el primero, sin recuperarse por completo de la lesión que le hizo retirarse de Roland Garros, hubiera caído antes, en algún momento de su interminable serie de partidos; y el segundo, en plena resurrección tras años lesionado, hubiera caído eliminado en la primera ronda contra el mejor tenista del mundo, Novak Djokovic. Pero con estos tenistas, dos de los mayores competidores que pueden verse en una pista de tenis, a la que se agarran con las uñas si hace falta, lo normal deja de serlo.

Rafa Nadal
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