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100 metros y maratón, donde las mujeres se acercan más a los hombres en atletismo
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comparativa de las plusmarcas mundiales

100 metros y maratón, donde las mujeres se acercan más a los hombres en atletismo

Factores biológicos como la mayor capacidad para consumir oxígeno explican la diferencia de los récords del mundo. Pero también aspectos sociales o el dopaje de los ochenta

Foto: Usain Bolt posa con su récord del mundo de 100 metros lisos, marcado en Berlín en agosto de 2009. (Efe)
Usain Bolt posa con su récord del mundo de 100 metros lisos, marcado en Berlín en agosto de 2009. (Efe)

Ya sea por su carácter emblemático o por la necesidad de disponer de unas enormes cualidades físicas para afrontar con solvencia estas distancias, las dos pruebas más populares del atletismo y a la vez las más antagónicas -los 100 metros lisos y el maratón- son donde los récords del mundo de las mujeres se acercan más a losde los hombres. A diferencia de la natación, donde las plusmarcas femeninas se aproximaban a las masculinas a medida de que la distancia de la prueba era mayor, la diferencia por sexos en el atletismo oscila entre el 10% y el 12%, con las únicas excepciones de las pruebas de saltos, donde se ve ampliada.

Varios estudios científicos explican esta diferencia tanto por cuestiones biológicas como también por factores sociales. Entre las primeras se encuentra la mayor capacidad para consumir oxígeno por parte de los atletas, así como otros aspectos anatómicos, como la mayor musculación y las caderas menos anchas de los hombres.

Foto: Los estadounidenses Michael Phelps y Katie Ledecky aspiran a ser las grandes estrellas de la natación en Río. (Usa Today Sports)

Pero los expertos no sólo recurren a las diferencias físicas sino también aluden a factores sociales, como los mayores premios económicos tanto en los 100 metros lisos como en el maratón, especialmente en la categoría masculina;la participación de más corredores en estas pruebas, o la proliferación de estas competiciones, sobre todo los maratones. Además, incluyen los avances técnicos en las zapatillas e incluso los casos de dopajede finales del siglo pasado.

Esta relación se explica por los numerosos récords del mundo aún vigentes que fueron establecidos en la década de 1980, época en la que el dopaje era una práctica común en el Bloque del Este, además de algún que otro caso sonado entre los velocistas. De hecho, siete récords del mundo femeninos todavía imbatidos -100, 200, 400, 800, salto de longitud, salto de altura y relevo 4x400- se lograron en esta década. Salvo los de 100 y 200 metros, logrados por la estadounidense Florence Griffith, el resto fue obra deatletas orientales. Cabe recordar también el caso del canadiense Ben Johnson, descalificado por dopaje de la final olímpica de 100 metros lisos en Seúl 1988 tras haberla ganado con un nuevo récord del mundo (9.79).

100 metros lisos

Cuando la estadounidense Florence Griffith marcó en julio de 1988 un nuevo récord del mundo de 100 metros lisos, su tiempo (10.49) apenas era medio segundo peor (5,6% en término relativos) que la plusmarca masculina (9.93). Desde entonces, ninguna mujer se ha acercado al crono de Griffith. En el mismo periodo, los velocistas marcaron once nuevas plusmarcas mundiales, hasta el vigente 9.58 del jamaicano Usain Bolt. No obstante, el récord del mundo femenino es el único que se sitúa por debajo de la barrera del 10% respecto al masculino, lo que dice mucho de la estratosférica marca de hace tres décadas de Griffith.

1.500 metros

La etíope Genzebe Dibaba rebajó el pasado año un récord que databa de 1993, el de la china Qu Yunxia (3:50.46) en 1.500 metros. Y lo hizo por solo cuatro décimas, quedándose siete centésimas por encima de la barrera de los tres minutos y cincuenta segundos. La atleta africana se ha visto envuelta recientemente en una trama de dopaje tras la detención en España de su entrenador Jama Aden.Otra barrera, la del 3:26, es donde se quedó en 1998 Hicham El Gerrouj, considerado el mejor deportista marroquí de la historia.

10.000 metros

La media y larga distancia es coto vedado de los atletas africanos, especialmente los 10.000 metros, donde todos los récords del mundo logrados desde 1993 en categoría masculina han ido a parar a este continente. Entre los plusmarquistas mundiales, figuran nombres tan ilustres como el keniata Paul Tergat o los etíopes Haile Gebrselassie y Kenenisa Bekele. En mujeres, ninguna atleta se había acercado a la marca de la china Wang Junxia de 1993. Hasta hoy, cuando la etíope Almaz Ayan lo rebajó en catorce segundos. Solo otras cuatro mujeres -tres etíopes y una turca- habíanlogrado bajar de los treinta minutos, con tiempos 20 segundos más lentos que el marcado en 1993 por Wang Junxia.

Maratón

El maratón es el siguiente paso natural de los atletas de 10.000 metros. De hecho, es habitual que plusmarquistas de esta distancia hayan batido también el récord del mundo del maratón, como son los casos de Gebrselassie o Tergat. Si los etíopes mandan especialmente en los 10.000, las últimas plusmarcas del maratón han sido obra de atletas de Kenia. En categoría femenina, el record de la británica Paula Radcliffe conseguido en 2003 en Londres sigue aún vigente.

Salto de longitud

Jesse Owens, Bob Beamon y Mike Powell. Los tres atletas estadounidenses representan, cada uno en su época, la cumbre del salto de longitud masculino con plusmarcas mundiales imbatibles durante más de veinte años. En mujeres, hasta once récords se sucedieron en la década de 1980 hasta que la soviética Galina Chistyakova marcó en junio de 1988 el 7,52 actual.

Salto de altura

Arañando centímetro a centímetro. Así es como los saltadores de altura han subido el listón del récord del mundo durante los últimos años, hasta que en 1993 el cubano Javier Sotomayor lo colocara en Salamanca en los 2,45, una marca que a día de hoy sigue sin superarse. En categoría femenina, el actual récord -2,09, marca que fue récord del mundo masculino en 1937- dura ya casi tres décadas. ¿Los saltadores han tocado ya techo?

Ya sea por su carácter emblemático o por la necesidad de disponer de unas enormes cualidades físicas para afrontar con solvencia estas distancias, las dos pruebas más populares del atletismo y a la vez las más antagónicas -los 100 metros lisos y el maratón- son donde los récords del mundo de las mujeres se acercan más a losde los hombres. A diferencia de la natación, donde las plusmarcas femeninas se aproximaban a las masculinas a medida de que la distancia de la prueba era mayor, la diferencia por sexos en el atletismo oscila entre el 10% y el 12%, con las únicas excepciones de las pruebas de saltos, donde se ve ampliada.

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