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Ganar a Nigeria no esconde los problemas de una selección adormilada
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españa se impuso por 87-96

Ganar a Nigeria no esconde los problemas de una selección adormilada

La selección española de baloncesto ganó, que era importante, pero no transformó ninguno de los malos augurios que se habían dado en los primeros partidos. Sigue necesitando mucho más

Foto: Pau Gasol (Reuters)
Pau Gasol (Reuters)
Foto: Pau Gasol, Sergio Llull y Sergio Scariolo (EFE)

Se necesitaban mejores sensaciones, pero habrá que esperar a otro día. La selección española de baloncesto ganó su partido contra Nigeria, algo que se daba por descontado, pero con una imagen muy pobre. Este no es el equipo que hizo soñar, no es la de las dos platas, no es tampoco la que el verano pasado demostró que de la flaqueza se puede sacar petróleo. Es más parecida a aquella nefasta del Mundial de España, un grupo de jugadores de primer nivel, de experiencia y talento demostrados, con química y pasado que son incapaces de competir contra ningún rival. Sí, ganó a Nigera y sigue viva en los Juegos Olímpicos. Mientras así sea habrá esperanza. Porque cuando se ha visto un equipo tan grande siempre queda abierta la posibilidad de retomar las buenas vibraciones.

También es cierto que no debe ser sencillo competir en un pabellón completamente vacío. Una explosión controlada en los alrededores del pabellón y el miedo que se tiene a todo lo que tiene que ver con el terrorismo, hicieron que la organización decidiese que era mejor jugar en cerrado, al menos hasta que todo se calmase. En la segunda mitad ya se veían las gradas llenas, pero hasta que eso ocurrió la imagen era chocante. Unos Juegos Olímpicos sin ojos para mirar.

Con ese panorama, aunque sin ser ambos dos sucesos relacionados, la selección no acaba funciona y las explicaciones se acumulan. Es evidente que las piernas no marchan. La mayoría no son ya exactamente jóvenes, y aunque han demostrado una capacidad importante para resistir nunca es descartable que los años se noten para mal. Esto, por supuesto, se ve acrecentado por la preparación. Si esto termina en fracaso, y en este momento es difícil, por más que lo intentemos, pensarlo de otra manera, se señalará a las semanas previas a la competición como las culpables.

Eso fue un caos. Jugadores que no sabían donde iban a jugar, Marc Gasol esforzándose para volver sin ser capaz de recuperarse, Sergio Rodríguez o Pau Gasol cogiendo aviones transatlánticos para firmar contratos... todo lo que no había que hacer se hizo. Es cierto que no es esta la primera preparación desmadrada, la selección española de baloncesto siempre pareció más un campamento juvenil, con sus idas y venidas, que una base militar con los objetivos claros. Funcionó tantas veces que llegó a parecer que ese era el camino óptimo, pero es poco probable que sea así. Con todo el talento que hay en este equipo, que se mide en toneladas, esos detalles a veces son menores. Pero a veces se rebrincan, ponen problemas y dificultan todo. Incluso, aunque esperemos que no, dan al traste con todas las ilusiones puestas.

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2016 Rio Olympics - Basketball - Preliminary - Men's Preliminary Round Group B Nigeria v Spain - Carioca Arena 1 - Rio de Janeiro, Brazil - 11 08 2016. Pau Gasol (ESP) of Spain and Alade Aminu (NGR) of Nigeria in action. REUTERS Jim Young FOR EDITORIAL USE ONLY. NOT FOR SALE FOR MARKETING OR ADVERTISING CAMPAIGNS.

Pau Gasol en problemas

El equipo no funciona y los problemas comienzan con Pau Gasol. Si se mira solo la línea de anotación se le encuentra, con 16 puntos, como el mejor del equipo, pero las sensaciones no casan con los números. Se le ve aturullado, algo cansado, más enfurruñado que lo de costumbre. El Pau Gasol suelto, consciente de su grandeza, que domina los partidos sin casi proponérselo no estuvo contra Nigeria y tampoco contra Brasil. No hace falta decir que para el éxito de España es necesario, imprescindible, reconectar a la estrella. No se engaña a nadie si se dice que este es un gran equipo, con grandes jugadores y gasoldependiente. Porque él, y solo él, es el factor diferenciador.

El equipo sufrió para imponerse a Nigeria, que vio como Oguchi, un tirador en estado de gracia acosaba a la defensa española. También se dio cuenta de que los nigerianos pueden no tener una táctica muy bien labrada, pero cuando tienen un compañero que lo está metiendo todo corren a buscarlo. Rápido y fácil. En esos momentos de angustia España se puso en manos de dos actores del casting que no suelen ser los principales: Rudy y Ricky.

Foto: Pau Gasol no fue suficiente contra Croacia (EFE)

Amigos desde hace años, tienen las manos más rápidas para la defensa y las piernas frescas para correr como balas hacia la canasta contraria, algo muy útil en este deporte. Ricky necesitaba especialmente un buen partido, pues en los dos primeros había sido señalado como uno de los peores del equipo. Es un jugador americanizado, que no tiene nada de tiro exterior y eso lo saben los rivales. Cuando él está en la cancha solo tienen que defender a cuatro. Aporta otras cosas, los robos, velocidad y pases vertiginosos, pero en todo este campeonato, al menos hasta ese último cuarto contra Nigeria, parecía fuera de lugar.

España, que nunca se distinguió por ser la más fiera en defensa, no encontró la manera de desactivar a un equipo que era bueno, pero no excelente. Muy físico, con fundamentos aceptables, lejísimos de la mejor versión que puede tener España. Que no es la mejor lo demuestra el resultado, pues solo ganó España por nueve puntos y en el último cuarto cerca estuvieron de dar la vuelta a la tortilla.

Queda vida, hay dos partidos por jugarse y el ambicioso objetivo de rectificar todo lo que se ha visto en los tres primeros partidos. Lituania o Argentina suenan como ogros inabarcables si la línea sigue la misma, pero no se puede descartar que, de repente, las piezas casen y la máquina empiece a funcionar. Eso también se ha visto otras veces y no hay mejor lugar para desplegarlo que en los partidos calientes. Todos los combates que quedan son a vida o muerte, así que el equipo tiene que confíar en su instinto de supervivencia.

Ficha Técnica

Nigeria: Diogu (7), Ere (-), Oguchi (24), Aminu (9), Umeh (5) --quinteto inicial--; Uzoh (8), Akognon (12), Ogide (4), Gbinije (7) e Ibekwe (11).

España: Rubio (15), Llull (9), Rudy Fernández (13), Reyes (9) y Gasol (16) --quinteto inicial--; Sergio Rodríguez (5), Navarro (11), Calderón (-), Claver (-), Mirotic (7) y Hernangómez (11).

Parciales: 11-25, 30-18, 25-22 y 21-31.

Árbitros: Steven Anderson (USA), José Reyes (MEX) y Zhu Duan (CHN). Eliminado por faltas personales Aminu (min.38).

Sede: Arena Carioca 1.

Foto: Pau Gasol, Sergio Llull y Sergio Scariolo (EFE)

Se necesitaban mejores sensaciones, pero habrá que esperar a otro día. La selección española de baloncesto ganó su partido contra Nigeria, algo que se daba por descontado, pero con una imagen muy pobre. Este no es el equipo que hizo soñar, no es la de las dos platas, no es tampoco la que el verano pasado demostró que de la flaqueza se puede sacar petróleo. Es más parecida a aquella nefasta del Mundial de España, un grupo de jugadores de primer nivel, de experiencia y talento demostrados, con química y pasado que son incapaces de competir contra ningún rival. Sí, ganó a Nigera y sigue viva en los Juegos Olímpicos. Mientras así sea habrá esperanza. Porque cuando se ha visto un equipo tan grande siempre queda abierta la posibilidad de retomar las buenas vibraciones.

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