"Para aguantar lo que está aguantando Carolina, hay que desear mucho el oro"

"Puedo porque pienso que puedo". Con este lema, carteles con las palabras 'calma', 'alegría' y 'fuerza' y una imagen que simula el podio de Río y la frase 'decide dónde quiere estar' presidiendo todos sus entrenamientos, ultima Carolina Marín su preparación para los Juegos Olímpicos, que en el caso del bádminton se disputan en la ciudad brasileña del 11 al 20 de agosto en el complejo deportivo Riocentro. La doble campeona del mundo y de Europa es una de las opciones de medalla más claras del deporte español y es precisamente esto lo que, como explica su entrenador Fernando Rivas, más motiva a Carolina en lugar de presionarle.

El técnico granadino, uno de los más prestigiosos del mundo y creador de lo que ya se conoce como 'el método español', atiende a El Confidencial a menos de una semana ya para volar a Río. "Íbamos a viajar este jueves, pero finalmente lo hemos retrasado al sábado para apurar y tener aquí más entrenamientos", comenta Fernando, que también decidió llevarse parte de la preparación a Ibiza. "Fue para tener unas condiciones climáticas más parecidas a las de Brasil, pero también para cambiar de aires. Con tanta carga de entrenamiento, era importante distraerse un poco".

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El Confidencial

La primera cuestión es evidente, pues nadie mejor que él sabe cómo llega Carolina Marín a su gran cita con el reto olímpico. "Caro no está todavía al cien por cien de lo que hemos planificado, pero sí está mejor que nunca", comenta Rivas. "En los entrenamientos de la semana pasada tuvo una velocidad en pista bestial. Con una carga de trabajo muy grande, su nivel físico y técnico es muy bueno".

¿Y el aspecto mental? ¿Viajar a unos Juegos como la favorita a ganar el oro le mete más presión? "Lo lleva muy bien porque desde que tenía 14 años es donde quería estar. Carolina siempre dice, y yo estoy de acuerdo con ella, en que más que una presión es una motivación. Claro que en Río habrá momentos duros, pero habrá que saber gestionarlos. Caro ya ha demostrado tener recursos suficientes para gestionar los momentos más críticos", explica su entrenador.

Carolina lleva muy bien la presión porque desde que tenía 14 años es donde quería estar y, como ella suele decir, más que presión es motivación

Tal y como dice Fernando Rivas, "la gente normal ve la presión de manera diferente a como la ven los deportistas. Y por eso precisamente son campeones. En el caso de los españoles también tiene ver la sangre caliente, que es buena para competir". "El ADN del deportista español es más personal que esctructural", añade el cuando le comentamos la frase de Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español (COE), sobre la jugadora onubense. "Carolina es un ejemplo del ADN competitivo del deportista español", dijo Blanco.

Como comentábamos al principio, hay tres palabras que presiden los entrenamientos de la campeona española. ¿Por qué esas y no otras? "Calma porque cuando está tranquila, tiene más frescura en la cabeza y recuerda mejor lo que tiene que hacer. Alegría porque jugar al bádminton es lo que le gusta y precisamente por ello empezó a jugar a este deporte. Y fuerza porque Carolina es muy potente, juega al ataque y es la competidora perfecta. Estas tres palabras las escogió ella misma, después de pedirle que eligiera todas aquellas que pensaba que mejor le definían y finalmente las dejara en tres".

La siguiente pregunta parece tonta, pero la respuesta demuestra que no lo es: siendo doble campeona del Mundo, ¿ganar el oro olímpico no tiene menos valor que en otros deportes? "Paradójicamente, un Mundial es más difícil que unos Juegos porque hay más y mejores jugadoras. Por el sistema de clasificación, pues de la 1 a la 16 sólo puede haber dos jugadoras del mismo país, por lo que, por ejemplo, la tercera china no está clasificada. Sin embargo, el romanticismo de los Juegos, la ilusión de todo deportista por ser campeón olímpico, hace que tenga quizás más importancia que un Mundial".

Paradójicamente, un Mundial es más difícil que unos Juegos porque, por el sistema de clasificación, hay más y mejores jugadoras

La finlandesa Nanna Vainio y la danesa Line Kjaersfeldt, números 60 y 27 en el ránking, respectivamente, serán las rivales de Marín en la fase de grupos, donde Carolina cayó en los Juegos de Londres, aunque ahora la historia es bien distinta. "El grupo sí es más sencillo porque son dos rivales contra las que Carolina jugó en el último Europeo", explica Fernando Rivas. "La finlandesa no debería ser problema, pero con la danesa no habrá que descuidarse". La onubense, encuadrada en el Grupo A por su condición de primera cabeza de serie, es la clara favorita para pasar como primera, lo que le conduciría directamente a los cuartos de final. "Aquí ya habrá más igualdad y podría encontrarse con la coreana a la que se enfrentó en las semifinales del Mundial". En semifinales se toparía, presumiblemente, con la vigente campeona, la china Li Xuerui, tercera cabeza de serie."¿Una alfombra roja a la final? ¡Ni de coña!", asegura el entrenador de Carolina.

Corremos un tupido velo sobre todos los problemas que ha tenido que sufrir Carolina Marín -y el propio Fernando Rivas- con su federación durante el último año y medio. "Tenemos el objetivo clarísimo y no nos hemos despistado. Así lo acordamos", explica el primer entrenador del CARD de Madrid y director de alta competición Federación Española de Bádminton (FESBA). Un nuevo éxito, esta vez en Río, sería la consagración definitiva de la andaluza como referente del deporte español. "No sé cómo decirlo porque ella ya tiene todo el reconomiento del bádminton", comenta Rivas. "¿El no va más ganar el oro olímpico? Pues sí y no. Carolina aún es muy joven todavía y le queda mucho por ganar. Evidentemente, desde el punto de vista mediático sería muy importante. Un oro en bádminton en los Juegos de Río sería un pelotazo para nuestro deporte".

Por más que Carolina haya sido ya doble campeona del mundo y llegue a Río como número 1, ¿su oro olímpico es comparable, por ejemplo, a un triunfo del velocista Bruno Hortelano en los 100 metros ante, entre otros, el todopoderoso Usain Bolt? "¡Sin duda! Esa misma comparación me la hizo un técnico de San Sebastián cuando Carolina se proclamó por primera vez campeona del mundo y me llamó para felicitarnos. 'Lo que ha hecho Carolina es como si un blanco gana a los jamaicanos en los 100 metros lisos', fue exactamente lo que me dijo".

Aunque poco a poco y gracias principalmente a sus éxitos -que no a la ayuda de su federación-, Carolina Marín ya es conocida y reconocida en España. el bádminton sigue siendo un deporte minoritario, sobre todo con respecto a los países asiáticos. "La edad media a la que suelen retirarse las jugadoras de bádminton son los 30 años, lo que pasa es que la mayoría que componen el top-15 actual tiene entre 20 y 23 años, de ahí que vayan a hacer juntas el mismo recorrido, tal y como sucedió con la anterior generación de campeonas. A Carolina creo que aún le quedan dos Juegos más".

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Y acabamos por donde podríamos haber empezado. Proponemos a Fernando que visualice la imagen de Carolina Marín en lo más alto del podio, con la medalla de oro colgada del cuello y escuchando el himno de España... "Según me lo estás diciendo, se me están poniendo los vellos de punta", interrumpe el entrenador. "Para aguntar lo que Caro está aguantando, hay que tener un deseo muy grande de vivir ese momento. Ese es el motivo del poster con el podio de Río y la frase 'decide dónde quieres estar'. Insisto, lo que está aguantando en los entrenamientos no lo ha aguantado nadie. Hasta un entrenador danés que nos visitó en Ibiza me dijo que ningún hombre lo aguantaría", concluye Fernando Rivas, de ahí su firme apuesta por ver a Carolina colgarse el oro en Río, aunque, como ocurre con los osos, no quiere venderlo antes de ganarlo.