Sergio García remonta un lento y aciago inicio con una facilidad pasmosa

Scott Piercy (-9) es el primer líder del Shell Houston Open, última parada en el PGA Tour antes del primer Grande del Año, el Masters, que se disputa la próxima semana. El norteamericano no andaba contento con su juego y se había pegado esta semana un par de buenas palizas de entrenamiento, hasta que después de horas y horas encontró algo ("en la hora decimotercera de trabajo", aseguraba sonriendo). Ese famoso 'click' que a veces conecta vaya usted a saber qué circuitos neuronales...

Sea como fuera, el caso es que igualaba el récord del campo en esta primera jornada (63 golpes), el Golf Club of Houston, y enseña la espalda al resto con suficiencia. Será cuestión de comprobar en la segunda ronda si mantiene semejante nivel de precisión (cazó 17 greenes y dejó la bola muy cerca del hoyo una y otra vez).

En uno de los primeros grupo de perseguidores se encuentra ya Sergio García (-5), bien instalado en el top-ten. Su vuelta había comenzado sin sobresaltos, pero lenta, pues no aprovechaba ninguna de las ocasiones de birdie más o menos razonables que se iba procurando. Sin embargo, el primer problema serio (bola al agua de segundo tiro en el hoyo 4) terminaba en doble bogey. Muy mal asunto, si tenemos en cuenta que en el turno de mañana ya se habían entregado muy buenas tarjetas y que, en general, el ritmo de birdies estaba siendo alto en el recorrido texano. El jugador español, no obstante, había señalado en los días previos que su juego estaba en buenas condiciones, y según se vio después tenía motivos para pensar así. La reacción no se hacía esperar, con seis birdies entre los hoyos 6 y 13, bien ajustando excelentes disparos desde la calle, o embocando desde el rough y en posición delicadísima (hoyo 9, par3)... Todavía firmaría dos birdies más tras un nuevo tropiezo en el 14, para un total de ocho birdies y un montón de buenas sensaciones.

Al igual que Phil Mickelson (-6), el castellonense ha dado un recital de juego corto, entre otras cosas. No es mal síntoma pensando en el Augusta National, aunque todavía restan 54 largos hoyos que nos darán mejor la medida del juego de cada cual. Y, no lo olvidemos, ni siquiera de ese modo se podrán sacar demasiadas conclusiones: el año pasado Sergio finalizaba tercero en Houston y unos días más tarde se quedaba fuera del corte en el Masters; y Mickelson finalizaba aquí en un más que correcto duodécimo puesto el año pasado y tampoco pasaría el corte en el Augusta National. Cada semana es un mundo, aunque no siempre caigan en saco roto los análisis y las tendencias.

Gonzalo Fernández Castaño (-2) ha comenzado también con buen pie, aunque en esta ocasión es necesario puntualizar que su juego largo ha estado por encima de ese tarjeta de 70 golpes. El madrileño ha mostrado estadísticas consistentes de tee a green, pero una vez más le ha faltado chispa en los greenes, porque se ha dejado por el camino un buen puñado de putts de birdie en distancias que iban de los dos a los cuatro metros. En todo caso, sus sensaciones han sido buenas y eso es lo que necesita sobre todo: más confianza en sus posibilidades.

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