Es noticia
Sergio García y McIlroy quieren revivir el espíritu de Medinah para destrozar a EEUU
  1. Deportes
  2. Golf
europa, a por su tercera ryder consecutiva

Sergio García y McIlroy quieren revivir el espíritu de Medinah para destrozar a EEUU

Tras los triunfos de 2010 en Newport y 2012 en Chicago, el equipo europeo acude al césped escocés de Gleneagles para conseguir su tercera victoria seguida

Foto: Rory McIlroy junto a Sergio García en el campo escocés de Gleneagles que acogerá a la Ryder Cup.
Rory McIlroy junto a Sergio García en el campo escocés de Gleneagles que acogerá a la Ryder Cup.

"¿Podemos?, no. ¡Vamos a conseguirlo!" Aquella fue la consigna de José María Olazábal, capitán del equipo europeo de la Ryder Cup, a sus doce golfistas al alba del primer domingo de octubre de 2012. Horas después se obrara el ‘Milagro de Medinah’. Así se llama el pomposo club de golf a las afueras de Chicago donde Europa venció a Estados Unidos y levantó el torneo más emblemático dentro del mundo del golf, reteniendo el título logrado dos años antes en Newport (Gales). Tras acabar con un marcador en contra de 10-6 en los partidos por parejas, el domingo necesitaban ganar ocho de los 12 partidos individuales para llevarse la vicoria final. Un putt del alemán Martin Kaymer, uno de los menos habituales del equipo, en el último hoyo del penúltimo partido hacía realidad lo imposible.

Severiano Ballesteros solía decir que nada termina hasta que no termina, que nada está perdido hasta el final. Olazábal les dijo: “Yo creo". Y todos creyeron. Su indeleble figura armó de una fe inquebrantable a un equipo acabó remontando. Aquel día, todos los miembros del equipo europeo saltaron al verde con niki blanco y pantalones azul marino, la indumentaria que el de Pedreña vestía en sus días de gloria. En la manga izquierda, la silueta de un Seve triunfante junto al recordatorio ‘Seve Ballesteros, 1957-2011’.

“Esto es para ti". Entre sollozos llenos de emoción y recuerdos imborrables, Olazábal le brindaba el triunfo a su amigo. En 1997 fue el cántabro el encargado de capitanear a la escuadra europea hacia la única Ryder que se ha disputado fuera de las islas hasta la fecha con Europa como local (en 2018 se jugará en Francia). “Yo salía de una lesión en los pies y estuve año y medio sin competir. Resultó muy emotivo. Tras ganar me preguntaron qué sentía y casi no pude contestar. Pensé en lo malo y rompí a llorar. Fue un antes y un después porque hizo creer a Europa que no era inferior”, recordaba en una entrevista con El País en la antesala de la imborrable machada.

Además de los recuerdos y la nostalgia por el que fuera un mentor y un ejemplo a seguir, Olazábal se desquitó de la dolorosa derrota de Brookline (1999). Como en Medinah, Olazábal y el resto de europeos cayeron allí, en la misma boca del hoyo 18, después de que los estadounidenses voltearan los cuatro puntos de desventaja con los que arrancaron la decisiva jornada. 13 años tuvieron que pasar para que Europa devolviera la moneda. Dos años después de aquel día mágico, la guerra con los estadounidenses vuelve a vivir una nueva batalla.

Desde el viernes hasta el domingo, el campo escocés de Gleneagles acogerá la cuadragésima edición de la Ryder Cup. El único español en liza será Sergio García. El castellonense encara su séptima Ryder con la moral por las nubes. "Estoy feliz de volver a jugar la Ryder Cup y muy orgulloso por haber conseguido una plaza en el equipo. Todos sabéis que para mí no hay nada igual a esta competición, que me vuelve loco y con la que siempre soñé desde que era un niño", comentó en declaraciones al Circuito Europeo de golf. Al margen del español, la gran baza europea es el británico Rory McIlroy. También estará Thomas Björn tras 12 años de ausencia como jugador. En los días previos al evento, el danés quiso hacer hincapié en que el recuerdo de Severiano Ballesteros seguirá imperturbable. "Seve vive en nosotros. Vive en la Ryder Cup más que en cualquier otra cosa, pero vive en nosotros como equipo", reconocía a la agencia alemana DPA.

El gran ausente será Tiger Woods. Sus problemas de espalda le obligaron, tres semanas antes de dar la lista, a llamar a Tom Watson para anunciar su baja por lesión. "Ya he hablado con Tom Watsonacerca de la Ryder Cup, y aunque aprecio mucho su pensamiento sobre mí para ser uno de las posibles elecciones del capitán,me tomo a mí mismo fuera de consideración. El equipo de Estados Unidos y la Copa Ryder significan mucho para mí perolamento no ser capaz de dar lo mejor de mí", comentó una de las principales bazas para los yanquis, que ya se perdió la edición de 2008 despúes de someterse a una cirugía en su maltrecha rodilla.

Aunque no reparta ningún premio en metálico, el prestigio de la Ryder Cup reside en el orgullo y la tradición. Una cita ineludible capaz de reunir a los mejores golfistas de ambos bandas. La competición con más solera del golf mundial tuvo su germen en 1926. En el East Course del Wentworth Club, localizado en Virgian Water (Surrey, Inglaterra), se enfrentaron por primera vez dos equipos formados por británicos y estadounidenses. Entre el público asistente se encontraba Samuel Ryder. Jugador mediocre, Ryder era un hombre de negocios que amasó una gran fortuna gracias a la venta de semillas para jardinería. Tras el 13-1 de Gran Bretaña, a Ryder se le encendió la bombilla para crear un torneo entre ambos combinados. Y así, un año más tarde, con una copa menuda patrocinada por él mismo y con un coste de unas 250 libras, nacía la Ryder Cup en el Worcester Worcester Country Club de Massachusetts.

Hasta 1971 la rivalidad se reducía a Estados Unidos y Gran Bretaña. Aquel año se incorporó Irlanda para aunar fuerzas con su vecino. El dominio yanqui era abrumador. En 1977 el devenir de los acontecimientos. Hasta aquel año, lo que fue la Europa original (en términos de Ryder Cup) sólo ganó tres veces (1929, 1933 y 1957). Una ruina para el espectáculo. Tras la edición celebrada en St. Annes (Inglaterra) el legendario Jack Nicklaus dijo basta. "Es vital ampliar los procedimientos de selección para evitar que la Ryder Cup pierda su prestigio de antaño". Fue en aquellos tiempos cuando el inolvidable Severiano Ballesteros comenzó a despuntar y a llamar la atención. Había vida más allá de las islas.

Dos hechos decisivos para que a partir de 1979 los británicos (junto a Irlanda) ampliaran sus fronteras al resto de la Europa continental y pasaran a llamarse equipo europeo. Aunque hubo que esperar hasta 1985 para asistir a la primera victoria del equipo europeo, desde el año de la ampliación el balance está 7-7, al que habría que sumar un empate en 1989 (Sutton Coldfield, Inglaterra) que benefició a Europa por ser la vigente campeona.

Equipos de la Ryder Cup 2014

Europa: Thomas Bjorn,Jamie Donaldson,Victor Dubuisson,Stephen Gallacher,Sergio García,Martin Kaymer,Graeme McDowell,Rory McIlroy,Ian Poulter,Justin Rose,Henrik StensonyLee Westwood.

Capitán: Paul McGinle.

Vicecapitanes: José Mari Olazábal, Miguel Ángel Jiménez, Sam Torrance, Des Smith y Padraig Harrington.

EEUU: Keegan Bradley,Rickie Fowler,Jim Furyk,Zach Johnson,Matt Kuchar,Hunter Mahan,Phil Mickelson,Patrick Reed,Webb Simpson,Jordan Spieth, Jimmy WalkeryBubba Watson.

Capitán: Tom Watson

Vicecapitanes: Raymond Floyd, Andy North y Steve Stricker.

"¿Podemos?, no. ¡Vamos a conseguirlo!" Aquella fue la consigna de José María Olazábal, capitán del equipo europeo de la Ryder Cup, a sus doce golfistas al alba del primer domingo de octubre de 2012. Horas después se obrara el ‘Milagro de Medinah’. Así se llama el pomposo club de golf a las afueras de Chicago donde Europa venció a Estados Unidos y levantó el torneo más emblemático dentro del mundo del golf, reteniendo el título logrado dos años antes en Newport (Gales). Tras acabar con un marcador en contra de 10-6 en los partidos por parejas, el domingo necesitaban ganar ocho de los 12 partidos individuales para llevarse la vicoria final. Un putt del alemán Martin Kaymer, uno de los menos habituales del equipo, en el último hoyo del penúltimo partido hacía realidad lo imposible.

Golf
El redactor recomienda