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Bethpage alumbra una nueva estrella: Ricky Barnes
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GOLF: ABIERTO DE EE.UU. - LA CUARTA JORNADA SE DISPUTARÁ ESTE LUNES

Bethpage alumbra una nueva estrella: Ricky Barnes

El "Black course" de Bethpage (Nueva York), sede del 109 Open estadounidense de golf, se esperaba que fuera un monstruo y se ha convertido en una

Foto: Bethpage alumbra una nueva estrella: Ricky Barnes
Bethpage alumbra una nueva estrella: Ricky Barnes

El "Black course" de Bethpage (Nueva York), sede del 109 Open estadounidense de golf, se esperaba que fuera un monstruo y se ha convertido en una madraza, mojada por decenas de litros de agua de lluvia y que ha alumbrado a una nueva estrella: el californiano Ricky Barnes. Barnes, el 519 del ránking mundial, se encaramó al liderato en el ecuador del torneo, con récord incluido: 132 golpes en 36 hoyos (8 abajo). Después del parón prolongado por las lluvias, el campeón del Open USA 'amateur' en 2002 camina felizmente, sin frenos y aceptando la inercia. Barnes, de 28 años, parece no sentir el pánico escénico. Sigue líder después de una tarjeta al par (70 golpes) y con -8 en el acumulado.

Para más loor al trabajo de Barnes, el californiano se colocó en el hoyo 4 y tras un "eagle" con doble dígito bajo par (-11). Así, con esa magia rescatada de no se sabe dónde y que correspondería más a golfistas como Tiger Woods, se convirtió en el cuarto hombre en conseguirlo en la historia de este torneo, que presume de su dureza y es su bandera dentro de los torneos de Grand Slam. La referencia inesperada del torneo aventaja en un golpe a su compatriota Lucas Glover, otro "anónimo" que juega sin guante en la mano izquierda pero que pujará este lunes, por el título. Lo curioso para la ronda final es que entre Barnes y Glover, cuyos padres fueron jugadores de la NFL, y sus inmediatos perseguidores existe un escalón que asusta.

Por detrás de ambos asoman a 5 golpes de Barnes el estadounidense David Duval y el inglés Ross Fisher. Duval, que fue durante cinco meses número uno del mundo en 1999 y que conquistó en 2000 el Open Británico, cayó sin paracaídas hasta el puesto 882 que ocupa actualmente. Después de tres rondas en Bethpage vuelve a manejar opciones de sumar un nuevo título de Grand Slam. Un peldaño más abajo, a seis de Barnes, se hallan Phil Mickelson y Mike Weir. El primero, estandarte de la lucha contra el cáncer de mama, que es la enfermedad contra la que se debate su esposa, parece llevado en volandas por un público entregado.

En cuanto al único español en liza, Sergio García (cuarto jugador del mundo), retrocedió ligeramente en sus opciones después de sellar 72 golpes. García y Barnes están separados por 10 golpes. García, con respecto a Duval, lleva cinco de desventaja. El castellonense acumula un golpe más que Tiger, ambos necesitados de una gran vuelta bajo par. Y también necesitados de un doble desastre de Barnes y Goover para tener opciones.

El "Black course" de Bethpage (Nueva York), sede del 109 Open estadounidense de golf, se esperaba que fuera un monstruo y se ha convertido en una madraza, mojada por decenas de litros de agua de lluvia y que ha alumbrado a una nueva estrella: el californiano Ricky Barnes. Barnes, el 519 del ránking mundial, se encaramó al liderato en el ecuador del torneo, con récord incluido: 132 golpes en 36 hoyos (8 abajo). Después del parón prolongado por las lluvias, el campeón del Open USA 'amateur' en 2002 camina felizmente, sin frenos y aceptando la inercia. Barnes, de 28 años, parece no sentir el pánico escénico. Sigue líder después de una tarjeta al par (70 golpes) y con -8 en el acumulado.

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