El Real Zaragoza tiene once jugadores y 23 días para construir una plantilla

El Real Zaragoza sigue con vida. Cuando todos daban por hecho el peor final para la historia del club aragonés, todas las piezas del puzzle encajaron: las acciones volvieron a las manos de Agapito Iglesias y éste se las vendió a la Fundación Zaragoza 2032. Un movimiento que generó un efecto mariposa a través del cual la LFP recibió los ocho millones que el club necesitaba de manera inmediata para seguir existiendo. Solventado el primer escollo, todo está por hacer. Mientras la directiva va tomando forma (Christian Lapetra ya se ha sentado en el sillón presidencial y Ángel Martín González es el secretario técnico), la plantilla está bajo mínimos. A menos de un mes para el inicio de la competición, Víctor Muñoz cuenta con once jugadores. Y la operación salida no ha terminado.

Este lunes, Álvaro y Montañés ponían rumbo a Barcelona ya que la próxima temporada defenderán el escudo del Espanyol. Este traspaso doble forma parte del plan que ha trazado el Real Zaragoza con un objetivo claro: aligerar los gastos que el club tiene en cuestión de sueldos. No sólo es una cuestión de supervivencia, el club sólo puede permitirse una masa salarial de 2,5 millones. Los ya jugadores ‘pericos’ tenían dos de las fichas más altas de la plantilla: Álvaro cobraba 525.000 euros mientras que Montañés percibía 475.000, cifras que están muy lejos del límite impuesto que ronda los 100.000 euros. Tal y como informaba Heraldo de Aragón, este par de salidas no sólo ha reportado un ingreso de 2,2 millones al Real Zaragoza, también ha supuesto cierto alivio económico ya que ambos jugadores han perdonado al club aragonés algunos impagos.

La venta de Álvaro y Montañés sólo es el principio. La Romareda ha abierto la puerta de salida y por ella se espera que pasen jugadores como Barkero, Abraham o Javi Álamo. Las razones, una vez más, son económicas. Los salarios de los dos primeros ascienden a 380.000 y 500.000 euros mientras que al tercero se le ha relacionado con el Betis. Al mismo tiempo que el Real Zaragoza aligera la plantilla, los nuevos dueños deben reconstruir un equipo que en nada se parecerá al visto la temporada pasada. Los aficionados tendrán que aprenderse de nuevo el once titular y los integrantes de una plantilla que, tras las dos últimas salidas, cuenta con once jugadores. Los justos para saltar al campo… cuando queda menos de un mes para que comience la acción, 23 y 24 de agosto.

Víctor Muñoz se comprometió a seguir al frente del timón maño si contaba con una plantilla competitiva y, de momento, tiene a su disposición a los futbolistas justos para elaborar una alineación titular: Alcolea; Abraham, José Manuel Fernández, Rico; Adán Pérez, Barkero, Javi Álamo, Paglialunga, Víctor; Jorge Ortí y Porcar. De estos once, sólo el portero sabe qué es disputar minutos con el primer equipo; otros como Adán acaban de firmar su primer contrato profesional y Porcar, por ejemplo, acaba de regresar tras jugar cedido en la Segunda División de Bélgica. Reina la inexperiencia para cumplir el objetivo marcado a fuego en los muros de La Romareda: volver a Primera por razones deportivas, económicas, históricas y de prestigio. Con los efectivos disponibles, los canteranos como complemento y el paso del tiempo en contra, el entrenador zaragocista está llevando a cabo la preparación de una temporada que arrancará dentro de 23 días frente al Recreativo de Huelva.

Con semejante escenario, los nuevos dueños del Real Zaragoza tienen que crear una plantilla que apenas cuenta con los cimientos pues hay jugadores que aún deben salir. La LFP y el CSD han impuesto límites de gasto salarial que en el caso del conjunto maño asciende a 2,5 millones, cantidad que puede verse incrementada con los ingresos que obtengan de las ventas. En resumen: se cuenta con el dinero justo y se necesitan muchos jugadores para dar forma al nuevo Real Zaragoza. La política de austeridad se ha instalado en La Romareda y se pretende que las fichas de los jugadores que luzcan el león en el pecho no sobrepasen los 100.000 euros. Además de los fichajes, en el club contemplan las cesiones como otra alternativa sin olvidar la presencia de Petón, consejero delegado de Bahía y agente de jugadores, que hizo las veces de portavoz de la Fundación. El Real Zaragoza sigue vivo, pero detrás del nombre y del escudo hay todo un club por reconstruir. A nivel institucional y, sobre todo, deportivo.