¿Tiene razones el Real Zaragoza para mantener viva la esperanza de sobrevivir?

El Real Zaragoza no presenta síntomas de mejoría. La historia reciente del club tiene tintes de una telenovela que está lejos de emitir su capítulo final. Con la salida de Agapito Iglesias, soñada por el zaragocismo, muchos pensaron que se estaba escribiendo el punto final de la época más oscura de la entidad aragonesa. Nada más lejos de la realidad. El empresario soriano vendió sus acciones a una serie de empresarios aragoneses que ahora negocian con un grupo de inversión mexicano y otro con capital alemán, tal y como han informado El Periódico de Aragón y el Heraldo. Por si no hubiera suficientes actores, esta semana ha surgido la Fundación Zaragoza 2032 liderada por Petón y las familias Alierta y Yarza entre otras. Su objetivo es salvar al equipo para devolvérselo a unos socios que no saben si aún hay esperanzas de recuperar al Real Zaragoza.

A principios del mes de junio, Agapito Iglesias anunciaba la venta de sus acciones y la salida de la entidad aragonesa. Un movimiento que se convirtió en un arma de doble filo. Un grupo de empresarios aragoneses se hizo con el club comprometiéndose a hacer llegar a la Liga los ocho millones que el Real Zaragoza necesitaba para sobrevivir a corto plazo. Del dinero, ni rastro. Un mes y medio después, los dueños del club han alcanzado un compromiso con un grupo inversor mexicano para que éste compre las acciones y se haga cargo de las deudas acumuladas. El problema es que el paso para formalizar ese acuerdo no se ha dado.

Por otro lado, tal y como informaba El Periódico de Aragón, este viernes se celebró una reunión con Barcelona como escenario. Tres de los empresarios se sentaron con un grupo de inversores comunitario en el que el capital es mayoritariamente alemán. Liderados por un exjugador del Real Zaragoza, pretenden comprar el 90,23% de las acciones después de haber hecho gestiones con Hacienda y la Seguridad Social para saber de primera mano el alcance de la deuda zaragocista. Desde la sombra, Agapito Iglesias ha dado el visto bueno a cualquiera de las dos operaciones mediante las cuales el grupo de empresarios que ahora es dueño del Real Zaragoza desaparecería del accionariado.

A estas dos vías hay que sumar una tercera que ha surgido esta semana: la Fundación Zaragoza 2032 (año en el que el club cumplirá cien años). Petón, consejero delegado de Bahía y agente de jugadores, hizo las veces de portavoz de un proyecto que cuenta con el impulso de la familia Alierta y de la familia Yarza, dueña del Heraldo de Aragón, entre otras. Su aparición cuenta con el visto bueno de la afición por la fiabilidad de los apellidos involucrados y de seguir adelante, Cristian Lapetra, hijo del mítico jugador Carlos Lapetra, sería el encargado de sentarse en el sillón presidencial del Real Zaragoza. La Fundación Zaragoza ha supuesto un soplo de aire fresco, tanto que Fernando Gimeno, alcalde de la capital aragonesa, ha dicho que el consistorio apoyaría a César Alierta.

¿Y cuáles son los objetivos e intenciones de esta tercera alternativa? El primero punto de la lista pasa por salvar al Real Zaragoza con un préstamo participativo para, después, devolver el club a los socios. Compleja misión. Petón dejó claras las condiciones que han puesto sobre la mesa: los empresarios aragoneses deben devolver las acciones a Agapito Iglesias y éste venderlas por un euro… teniendo en cuenta que el valor del paquete es de 9,8 millones de euros. Evidentemente, el que fuera presidente y dueño del Real Zaragoza no ve con buenos ojos esta opción. El grupo de empresarios ha asegurado que no se opondrán a la propuesta aunque la ven imposible; piensan que Agapito Iglesias no cederá ante las imposiciones. De ser así, no habrá trato a pesar de haber ordenado que los 8 millones necesarios para mantener al equipo con vida lleguen a la Liga.

Conocidas las soluciones, hay que saber en qué estado se encuentra el Real Zaragoza. El club está al límite porque vive ahogado económicamente y en causa de descenso administrativo por los impagos denunciados por la plantilla y el cuerpo técnico ante la AFE. Tal y como informa Heraldo de Aragón, la entidad aragonesa debe reducir el pasivo exigible que era de 113 millones al cierre del pasado ejercicio; cifra que puede aumentar. Además debe renegociar nuevas quitas sobre las pactadas hace dos años cuando el club entró en el concurso de acreedores y abonar de inmediato 2’6 millones de los 28,5 que debe a Hacienda con la que no logra llegar a un acuerdo. A diferencia de Osasuna, Deportivo y Murcia, el Real Zaragoza es el único que no ha podido pactar un calendario con la Agencia Tributaria, que tiene embargada la licencia federativa del club.

El equipo aragonés, por tanto, sigue metido en un oscuro túnel en el que no se atisba ni un rayo de la luz que se supone debería estar al final. La afición se niega a perder la esperanza, pero también quiere a su Real Zaragoza de vuelta. Este jueves, 15.000 zaragocistas tiñeron de blanco azul la Plaza de la Basílica del Pilar en una concentración que acabó convirtiéndose en una marcha que recorrió las calles del centro de la capital. Bajo el lema “Zaragoza nunca se rinde”, peñas, socios, aficionados y exjugadores como Cedrún, Solana, Juan Señor, Láinez, Canario y otro tantos aunaron fuerzas para mostrar su descontento tanto con Agapito como con los actuales dueños del club. El himno retumbó junto a su patrona y se escuchó estrofas como la que canta: “El Zaragoza va a luchar por su afición. Y los mañicos auparán a los blanquillos del león”. Lo último que se pierde es la esperanza, la afición la mantiene viva a pesar de la vulnerabilidad de un club que lleva demasiado tiempo rozando el límite y de la escasa fiabilidad de las soluciones que se han ido presentando.