Una tirita para Leo Messi antes de que se haga la herida

Protagonista fuera del terreno de juego por el documental que se acaba de estrenar sobre su historia y dentro por cada uno de los pasos que da ya sea para bien o para mal. Leo Messi se ha convertido en uno de los focos de atención del presente Mundial de Brasil, donde ha firmadocuatro dianas y colecciona las distinciones al mejor jugador del partido. Acostumbrados a la excelencia de otras temporadas, la pasada fue más discreta de lo habitual aunque en Brasil, el delantero azulgrana se ha destapado como un elemento clave en el caminar de Argentina por el Mundial. Determinante con sus goles y también con sus jugadas, como la dibujada frente a Suiza que culminó Di María, algunos se empeñan en ponerle la tirita antes de que se haga una herida… si Argentina no superase su partido de cuartos frente a Bélgica este sábado.

Sus números y actuaciones están sobre la mesa, pero Maradona ve al líder de su selección “muy solo” y quiso poner la tirita antes de que Messi se haga una posible herida: “Si no le sale al pibe, no le caigamos como que es el culpable de la hecatombe argentina”. Y es que al exfutbolista no termina de convencerle el juego desplegado por su país: “Tengo algo adentro que es muy fuerte, es como amargura, rabia, bronca”. El ‘Pelusa’ no dudó a la hora de criticar el comportamiento de la Albiceleste: “Me parece que estamos todavía sin arrancar. Los centrales titubean mucho, no sacan la pelota rápida. Bélgica es otra cosa y si no despiertan, estaremos en dificultades. El equipo no tiene cambio de ritmo, no tiene movimientos en su delantera”.

Lo cierto es que la hoja de ruta de Messi contradice las palabras de un Maradona que podría verse destronado por el de Rosario. En el casillero de Leo figuran cuatro tantos, cifra que podría aumentar ya que disputará, como mínimo, un partido más en Brasil y su media apunta que anota un gol por partido. Si llegase la quinta diana igualaría las que consiguió Batistuta en el Mundial de Francia 1998 y las que anotó Maradona en el de México 1986. Una vez superados, sólo dos nombres quedaría por delante de Messi: Kempes que vio portería en seis ocasiones durante el Mundial de Argentina 1978 y Stábile que firmó ocho goles en Uruguay 1930, el primer campeonato mundial organizado por FIFA.

Poco pesan los números y estadísticas para un Messi que es consciente de que “ahora empieza otro Mundial” mientras manda un aviso sobre las intenciones de su país: “Tenemos muchas ganas de hacer algo grande”. Él por su parte está dejando su particular huella en Brasil: hasta el momento, el argentino ha sido el único jugador de todo el Mundial que ha recibido cuatro ‘MVP’. Bosnia, Irán, Nigeria y Suiza tienen la culpa pues han sido las selecciones que han sufrido su buen hacer frente a las porterías rivales. Messi arrancó la cita espantando las dudas que se cernían sobre su estado tras una temporada más comedida de lo habitual en los últimos años. Firmó el segundo gol frente a Bosnia y suyo fue el tanto que dio la victoria a Argentina sobre la bocina en su encuentro contra Irán; además ante Nigeria abrió la senda con un par de dianas. En el último encuentro hasta ahora disputado, en esta ocasión con Suiza como rival, Messi no celebró un gol propio aunque en la prórroga sí dibujó, desde la línea de tres cuartos, la jugada que culminó Di María.

Argentina no sólo se levanta del asiento con sus goles o celebra sus asistencias, también destaca el cambio que ha dado Messi desde el último mundial. En su país le comparan con los buenos vinos, esos que mejoran con el paso del tiempo. El país del tango ve a su líder manejando mejor el compás, controlando todos los detalles y marcando el ritmo al que debe bailar la selección argentina. Incluso se atreven a destacar que las lágrimas derramadas después de la goleada de Alemania que les dejó fuera de Sudáfrica le han ayudado a forjar la armadura que hoy luce. Argentina atribuye este cambio a todos los acontecimientos que el delantero ha vivido en los últimos años: desde su paternidad a los problemas de Hacienda pasando por el baile de entrenadores que ha habido en el Camp Nou, donde destacan la pérdida de Tito Vilanova.

Argentina tiene sus esperanzas puestas en un Messi que para su país no flojea cuando recibe un golpe duro y que esta temporada ha ido de menos a más. Su país recuerda que hace cuatro años se salió con la camiseta del Barcelona y se desinfló cuando vestía la albiceleste, algo que este año se está viviendo pero con un giro de 180 grados. Messi sueña con alcanzar la máxima cota del fútbol mundial a pesar de que algunos ya le hayan puesto la tirita por si acaso.