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Qatar 2022 rompe los registros de muertes en la construcción de eventos deportivos
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EL polémico MUNDIAL, EN EL PUNTO DE MIRA

Qatar 2022 rompe los registros de muertes en la construcción de eventos deportivos

La concesión de un gran evento deportivo suele suponer una gran alegría para los habitantes de la ciudad o país galardonados. La sociedad espera una gran

La concesión de un gran evento deportivo suele suponer una alegría para los habitantes del país galardonado. El día que la FIFA anunció que Qatar sería la sede del Mundial de Fútbol de 2022, las grúas empezaron a funcionar en la ciudad del dinero. El objetivo de la candidatura era claro: Qatar debía organizar el primer mundial de seis estrellas, levantar nueve estadios de lujo, un aeropuerto y miles de plazas hoteleras. No iban a reparar en gastos, ya que su abultado presupuesto era una de sus bazas.

Meses después de la noticia, el 'boom mundialista' ha creado una bolsa de trabajo basura en el sector de la construcción en el que cientos de obreros nepalíes han perdido la vida. La contrarreloj a la que se ven sometidas las capitales deportivas y la falta de previsión llevan a los constructores a acelerar el proceso y a vulnerar la seguridad laboral.

El caso de Qatar no es único en la historia, aunque sí el más flagrante. Tanto es así que el pasado noviembre la propia FIFA se vio obligada a intervenir, recordando al estado árabe que el país debía "garantizar las normas laborales fundamentales de la Organización Internacional del Trabajo, eliminar la discriminación y el trabajo forzoso, además de permitir la libertad de asociación a sus 1,3 millones de trabajadores inmigrantes".

Sin embargo, a día de hoy las sombras que se ciernen sobre el Mundial de Qatar están más relacionadas con la corrupicón y la compra de votos. De hecho, en las últimas semanas han aumentado las informaciones sobre la posibilidad de que la FIFA acabe dando marcha atrás eligiendo una nueva sede para salvar su reputación.

La concesión de un gran evento deportivo suele suponer una alegría para los habitantes del país galardonado. El día que la FIFA anunció que Qatar sería la sede del Mundial de Fútbol de 2022, las grúas empezaron a funcionar en la ciudad del dinero. El objetivo de la candidatura era claro: Qatar debía organizar el primer mundial de seis estrellas, levantar nueve estadios de lujo, un aeropuerto y miles de plazas hoteleras. No iban a reparar en gastos, ya que su abultado presupuesto era una de sus bazas.