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Del "te voy a reventar la cabeza" al "que te largues, subnormal" de Jordi Alba
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EL viaje DE VUELTA fue UN DUELO... AL SOL

Del "te voy a reventar la cabeza" al "que te largues, subnormal" de Jordi Alba

El claro ejemplo de jugador trasnochado y que no merece vestir la camiseta de la Selección es Jordi Alba tras amenazar y faltar al respeto a un periodista

Foto: Jordi Alba, durante un entrenamiento de la Selección Española (EFE)
Jordi Alba, durante un entrenamiento de la Selección Española (EFE)

La primera en marcharse. Y lo hizo por deméritos deportivos. España se subió al avión dos horas después de derrotar a Australia, poniendo de esta manera fin a su participación más rápida en la historia de sus mundiales. Lo que el 2 de junio era un cargamento de ilusión, 21 días más tarde se convirtió en el vuelo más triste y tenso que se le recuerda a la Selección. Caerse del éxito cuesta y algunos jugadores no lo han asimilado, con Jordi Alba y su chulesca posición al frente.

Con el presidente, Ángel María Villar, al frente y acompañado de Miguel Cardenal, presidente del Consejo Superior de Deportes, la Selección -bueno parte, de ella- regresó a España con antelación. Nadie esperaba regresar tan pronto. Los viajes de los familiares y directivos estaban previstos a partir de octavos e incluso cuartos. Nada que ver con anteriores regresos. Hace cuatro años, la música atronaba en el avión que trasladó a los campeones del mundo de Johannesburgo a Madrid. Hubo fiesta, está vez duelo. Incluso al sol con Jordi Alba como protagonista.

En esta ocasión Reina no fue llamando uno a uno a sus compañeros. Ni Ramos puso música como si se acabará el mundo, ni Villa se dejó ver. Y por supuesto la Copa del Mundo, la misma que el próximo 13 de julio tendrá nuevo dueño, no viajó con destino Madrid. La estrella sí, porque estos jugadores y los Marchena, Capdevila, Valdés y alguno más se lo ganaron y esa está cosida al pecho para toda la vida y es algo que no se debe olvidar.

Como no debe caer en saco roto lo sucedido en Brasil. Los malos rollos y los egoísmos han prevalecido sobre la convivencia normal. Debe regresar el fútbol, dar al deporte la importancia que se merece, que está por encima de muchos gestos vividos en los últimos meses y que han terminado por hacer daño a esta Selección.

Familiares en los mismos hoteles de concentración, comidas excesivas, falta de respeto al cuerpo técnico, prevalecer el yo por el nosotros... Esta Selección necesita 'mano de Hierro'. El exdirector deportivo era el apoyo perfecto para Del Bosque. Esa ley la imponía con su simple presencia. Del Bosque necesita recuperar esa figura.

Se acaba el ciclo de grandes jugadores y otros deberían estar en la 'nevera' algún tiempo. Los Xavi, Xabi y Villa han sido un ejemplo, aunque en sus últimos días no hayan estado a la altura de lo que dice su historial. El claro ejemplo de jugador trasnochado y que no merece vestir la camiseta de la Selección es Jordi Alba. El catalán salió amenazando del Baixads Arena. Pretendía romper la cabeza a Javier Gómez Matallanas, Director de AS TV y columnista de este periódico.

El ataque no fue un arrebato de ira. Para nada. Algunos de sus compañeros salieron avisando de lo que iba a pasar. Ese 'te voy a arrancar la cabeza' solo fue el primer acto. Ya en el avión, y con Villar a diez metros, el periodista intentó aclarar lo sucedido y entre desprecios de Alba, secundado por Busquets, siguió insultando, utilizando un epíteto nada apropiado: 'Subnormal, que te vayas subnormal''. Le faltó llamar a sus colegas del barrio.

Ya en suelo español, el jugador pidió perdón a través de su cuenta de Twitter. "Ya de vuelta a casa; ha sido un Mundial muy difícil para todos y simplemente, ante los últimos acontecimientos, quería manifestar mi respeto y agradecimiento a la afición", señaló, añadiendo que "por ello quería disculparme si ha habido algún momento de tensión no deseado y pido disculpas por ello. Muchas gracias por vuestra comprensión y apoyo. Un abrazo".

Este lamentable suceso viene a confirmar la tensión vivida. En ese instante otros jugadores como Ramos o Xavi intentaron que todo volviera a la normalidad, pero esos gestos denotan que algo falla, que la tensión se mascaba y que, como siempre, algunos saben ganar, pero lo difícil es saber perder.

Por ultimo, recuerdo que hace cinco años, con Hierro en el organigrama deportivo de la Federación, algunos jugadores no quisieron regresar con la expedición tras la Copa de las Confederaciones. Cesc y Torres, entre otros, tenían que regresar a Johannesburgo para grabar un anuncio. Negativa, todos a Madrid y horas después regresó a la ciudad sudafricana. Fueron como equipo y volvieron como tal. Esta circunstancia no se repitió en Curitiba. Cesc, Piqué y Costa se quedaron en Brasil para iniciar sus vacaciones. Mal gesto.

Los próximos días servirán para despejar el futuro de Del Bosque. Con Villar y Jorge Pérez en Madrid, en cualquier momento se puede producir el encuentro que determine el adiós o la continuidad del seleccionador. Villar no se plantea otra cosa que no sea ver a Del Bosque dar la próxima lista en los últimos días de agosto.

A cinco minutos de aterrizar, un rayo impactó en un avión que llegó al filo del mediodía a Madrid y que llegaba desprovisto de esas pegatinas que hablaban del sueño del Mundial. Ni los jugadores ni Iberia querían exhibiones. Así es el deporte.

La primera en marcharse. Y lo hizo por deméritos deportivos. España se subió al avión dos horas después de derrotar a Australia, poniendo de esta manera fin a su participación más rápida en la historia de sus mundiales. Lo que el 2 de junio era un cargamento de ilusión, 21 días más tarde se convirtió en el vuelo más triste y tenso que se le recuerda a la Selección. Caerse del éxito cuesta y algunos jugadores no lo han asimilado, con Jordi Alba y su chulesca posición al frente.

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