Debacle total y España, eliminada del Mundial

‘Esto es todo amigos’ que diría aquel. Han sido seis años maravillosos en los que el fútbol español ha vivido momentos espectaculares, con dos Eurocopas y un Mundial de por medio. El final del ciclo ha sido muy doloroso, excesivamente para lo que jugadores y técnico se merecían. España necesitaba ganar y golear a Chile, pero su respuesta en el terreno de juego fue tan vulgar que se volvió a encontrar con un rival superior en todo. Empezando por lo futbolístico, siguiendo por lo físico y terminando por lo anímico, tal y como demuestran los dos goles chilenos y la nula respuesta española.

Esta eliminación a manos de Chile y Holanda firma una de las páginas más tristes de la historia del fútbol. Son muchas las que España tiene en su currículum, pero cuando una selección campeona cae así es porque las cosas se han hecho mal, muy mal diría yo. Del Bosque pedía caer con la cabeza alta y no se ha podido hacer. Han pasado por encima de unos jugadores sin respuesta, planos y un técnico que no quiso hacer los cambios en la convocatoria que pensó hacer durante la temporada. Esa justicia de la que se ha hablado en muchas ocasiones y ese reconocer el mérito de algunos jugadores han llevado a España a ser la primera selección eliminada junto a Australia. Quedan cinco días de presencia española en Brasil, cinco días que prometen ser un infierno, algo que la campeona del mundo no se merecía. Final de ciclo y final de muchas cosas más.

Cada choque, cada pelea, cada balón dividido era para los de blanco. Por momentos, parecían profesionales contra juveniles. Unos convencidos con lo que hacían y los otros dudaban y parecían necesitar una invitación para entrar fuerte, para demostrar que tenían ganas y fuerza para pelear de igual a igual. La selección de Del Bosque llegó descosida a Brasil y se va descosida por completo, física y anímicamente.

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En el minuto uno Chile ya avisó hasta con dos ocasiones. Unos remataban hasta un melón, los otros, los de rojo, no veían al compañero ni a un metro. Poco a poco parecía que esa España de toque podría aparecer de nuevo. Xabi Alonso y Busquets buscaban a Silva y Pedro y hasta combinaban con cierta facilidad, pero en el ambiente flotaba que algo faltaba. La chispa y genialidad del pasado no acompañaban las buenas intenciones de algunos jugadores. Además, ese factor de suerte que en otras ocasiones había acompañado a la España campeona, en Brasil decidió cambiar de barrio, buscar otro destino.

Así se explica que Xabi Alonso no supiera batir a Bravo en el minuto 14 solo dentro del área pequeña y con la única oposición del portero de la Real Sociedad. No había nadie más. Ese fallo llevó al madridista a la pérdida total y absoluta del sitio. Jamás se había visto así al mediocentro de la Selección. Todo un recital. De su bota partió la pérdida de balón que originó el primer gol y una falta tan absurda como innecesaria a Alexis propició la falta del segundo tanto. Entre medias falló una clara ocasión en el minuto 23 que hubiera significado el empate y el ver a España otra vez con opciones. Tras la primera diana de Chile llegaron una serie de rebotes, malentendidos defensivos y destinos a la hora de despejar el balón que propiciaron que Vargas la empujara a la red sin oposición. España estaba fuera del Mundial en ese momento.

Lo que tenía que ser una reacción del campeón del mundo se quedó en una pérdida constante del sitio, en un desatino y en una falta de ideas digna de estudio. Sin velocidad, sin desborde, la presión chilena ahogaba el fútbol de los de Del Bosque. Iniesta no se iba de nadie; Jordi Alba no se daba en carrera en condiciones; Pedro lo intentaba sin éxito… y Diego Costa no estuvo en el partido de Maracaná, pero tampoco lo ha estado desde que se inició la concentración en Washington. Por momentos parecía que el compromiso adquirido con España era el salvoconducto para jugar sí o sí. Sólo el cuerpo técnico veía que el brasileño estaba en condiciones de competir. Ha sido un alma en pena y no ha contraído mérito alguno para ser titular.

Esa falta de fe llevó a España a no poder dar respuesta alguna a esa presión y a esas ganas de Chile de pelear cada balón. Cierto es que jugadores como Silva, Torres en la segunda parte, Ramos, Javi Martínez o Azpilicueta se dejaron el alma en cada carrera, pero esa ganas chilenas fueron suficientes como para dejar fuera de combate a España, algo que quedó ratificado con el segundo gol, nacido en una falta de Xabi a Alexis y que contó con la colaboración de un rechazo de Casillas al centro del área y de la pasividad de los defensas ante el remate de Aránguiz. Dos minutos para el descanso y sentencia definitiva.

Del Bosque quitó a Alonso en el descanso para meter a Koke. Energía para el centro del campo. Al menos España lo intentó, dio otra imagen a la de la primera mitad. Se llegó más, existieron desmarques, velocidad y dignidad, aunque fueron argumentos que resultaron insuficientes para superar a unos jugadores con talento justo, pero con un físico que desbordó a los españoles desde el minuto uno al noventa. Busquets tuvo, al poco de iniciar la segunda parte, el gol que habría metido a España en la pomada o, por lo menos, habría supuesto el golpe de efecto que buscaban los pocos españoles en Maracaná para no escuchar esos gritos de “olé, olé” que acompañaron algunas jugadas de los chilenos o ese “canta y no llores” que la afición andina dedicó a los españoles. El azulgrana remató con la tibia cuando en esta ocasión por no estar, no estaba ni Bravo. Increíble pero cierto.

A partir de ese momento, los de Sampaoli se dedicaron a defender y a salir a la contra. Nada más. Se sentían seguros y por si acaso por ahí aparecía Bravo para salvar las ocasiones de Cazorla en tres ocasiones y alguna que otra de Iniesta y Ramos. Al menos el coraje de la España campeona le impidió bajar los brazos. Pelearon hasta el final y terminaron el partido encerrando a los chilenos alrededor de su portería, pero la falta de ideas volvió a traicionar a los de Del Bosque en un capítulo que nunca quisimos que existiera pero que, lamentablemente, es real como la vida misma. España se despide de Brasil y lo hace por la puerta de atrás y a las primeras de cambio. De todas formas, gracias por lo que habéis hecho. Fue un placer.

Ficha técnica

España: Casillas; Azpilicueta, Javi Martínez, Sergio Ramos, Jordi Alba; Xabi Alonso (Koke, m. 46), Busquets; Pedro (Cazorla, m. 76), Silva, Iniesta; y Diego Costa (Fernando Torres, m. 69).

Seleccionador: Vicente del Bosque.

Chile: Claudio Bravo; Isla, Silva, Medel, Jara, Mena; Aránguiz (Felipe Gutiérrez, m. 69), Díaz; Alexis, Vidal (Carmona, m. 87) y Vargas (Valdivia, m. 86).

Seleccionador: Jorge Sampaoli.

Goles: 0-1, m. 20: Vargas. 0-2, m. 43: Charles Aránguiz.

Árbitro: Mark W. Geiger (Estados Unidos). Amonestó a los chilenos Vidal y Medel y al español Xabi Alonso.

Incidencias: partido correspondiente a la segunda jornada del grupo B del Mundial de Brasil 2014, disputado en el estadio Maracaná ante 74.374 espectadores, 30.000 de ellos chilenos. Lleno.