Es noticia
Marcelino empieza a torcer el morro
  1. Deportes
  2. Fútbol
no hay ventas y los fichajes no llegan

Marcelino empieza a torcer el morro

Pasan los días y la plantilla del Valencia sigue sin cerrarse. Faltan muchos movimientos por producirse y la preocupación del entrenador va en aumento

Foto: Marcelino, durante un partido de pretemporada. (EFE)
Marcelino, durante un partido de pretemporada. (EFE)

Infunde respeto. Casi miedo. Peter Lim y los ejecutivos que mandan a pie de obra en el Valencia —el propietario posa con Cristiano Ronaldo en Singapur, pero no se le espera en la ciudad— saben que Marcelino García Toral es la última bala que les queda para enderezar el rumbo de la nave. Este próximo año futbolístico se presenta como fundamental para la entidad, con una afición de uñas con los que mandan. Si los malos resultados persisten, el ambiente puede ser ya irrespirable. Por ello, la figura del técnico tiene mucho peso. Se le trata de complacer, se escuchan sus consejos... Pero no, el estratega no se siente cómodo por diferentes motivos. Ya ha empezado a torcer el morro, que se dice coloquialmente...

Pasan los días y los fichajes no llegan. Es la principal preocupación de Marcelino, que ve cómo se acerca el comienzo de la Liga y no dispone del grupo de jugadores esperado. Con la plantilla actual, estima el entrenador, no podrá aspirar a colocar al Valencia en la zona noble de la tabla clasificatoria. El viaje a Estados Unidos no ha calmado al técnico, más bien todo lo contrario, notablemente molesto por una gira que ha trastocado sus planes. No le ha gustado por muchas razones; no ha podido completar sesiones de trabajo, a estas alturas fundamentales, igual que no entiende que los dos partidos, ante New York Cosmos y FC Cincinnati, se jugaran sobre césped artificial. Alucina por completo con el ejecutivo que cerró esta gira y en estas condiciones...

Las ventas

El club, agobiado económicamente, tuvo que vender deprisa y corriendo a Enzo Pérez y Diego Alves, sin obtener el dinero deseado. Especial es el caso del brasileño, traspasado al Flamengo por sólo 500.000 euros, algo en lo que tuvo mucho que ver el entrenador asturiano. "Juego donde quiero", transmitió el guardameta, como ya pasó el año pasado cuando el Sevilla apareció en escena. Y amenazó con plantarse en Valencia para comenzar la pretemporada si la institución no aceptaba negociar con el club de su país, el destino que había elegido. Y como Marcelino no quería ni verlo, la venta se hizo a la carrera.

En el interior del vestuario también hay preocupación, inquietud, por la falta de fichajes. “Aquí no llega nadie”, es una frase que se extiende entre el colectivo de futbolistas, que ven cómo pasan los días y nuevos compañeros, de nivel, no se unen a la causa. Y el plantel tiene muy claro que, tras dos tristes y pésimas temporadas, fuera el Valencia de competición europea, son necesarios efectivos de categoría para competir con más pujanza en el próximo ejercicio. Las salidas de Negredo y Abdennour deben ser las primeras; quitarse las fichas, sobre todo la del delantero, será vital para que se produzca algún movimiento de forma inmediato.

Querer no es poder

Marcelino es mucho más que respetado dentro del club. Se tiene en cuenta todo lo que dice, todo lo que plantea. Pero el técnico no está cómodo con la situación que está viviendo en estas primeras semanas como jefe del vestuario. Cuando aterrizó en la institución valencianista, la dirección deportiva le presentó una lista de jugadores que podrían ser interesantes con vistas a reforzar el plantel, pero de inmediato señaló a otros objetivos. No le convenció ninguno de los que el departamento le propuso. Y, por el momento, la dirigencia sigue el camino que marca el estratega. Nada de llevarle la contraria.

[Más noticias de fútbol]

En estos próximos días se agilizarán diferentes operaciones porque Marcelino no puede esperar más para preparar como es debido al equipo que debutará en el campeonato de la regularidad. En el interior del club se conoce sobradamente la profunda preocupación del entrenador, que en alguna ocasión ha lanzado un mensaje cargado de intención a los ejecutivos que mandan. "Sabíamos lo que queríamos fichar y lo que nos iba a costar conseguirlo", ha comentado Marcelino. "A ver si para el 31 de agosto tenemos la plantilla más cercana a lo que queríamos cuando empezamos la pretemporrada", remató. A buen entendedor...

Infunde respeto. Casi miedo. Peter Lim y los ejecutivos que mandan a pie de obra en el Valencia —el propietario posa con Cristiano Ronaldo en Singapur, pero no se le espera en la ciudad— saben que Marcelino García Toral es la última bala que les queda para enderezar el rumbo de la nave. Este próximo año futbolístico se presenta como fundamental para la entidad, con una afición de uñas con los que mandan. Si los malos resultados persisten, el ambiente puede ser ya irrespirable. Por ello, la figura del técnico tiene mucho peso. Se le trata de complacer, se escuchan sus consejos... Pero no, el estratega no se siente cómodo por diferentes motivos. Ya ha empezado a torcer el morro, que se dice coloquialmente...

Valencia CF
El redactor recomienda