La pensión completa de Marcelino: ¿encaja Nani en el nuevo Valencia?

A la deriva de manera permanente en las dos últimas temporadas, Peter Lim hizo caso a los que saben mucho más que él —la gran mayoría si de fútbol español hablamos— y aceptó que Marcelino García Toral agarrara el timón para enderezar a la primera plantilla del Valencia. En ello está el entrenador asturiano, que desde hace días lidera la compleja pretemporada, caracterizada por la falta de muchos movimientos para cerrar en la plantilla. Mientras, el estricto método del estratega se abre camino en la vida de los jugadores. Con Enzo Pérez y Diego Alves ya en otra parte, ¿cuadra en Nani este escenario?

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Marcelino exige al Valencia un vestuario limpio de jugadores conflictivos

Alonso C.

Tras unas intensas jornadas de trabajo en la localidad francesa de Evian-Les-Bains, aderazadas con los primeros partidos amistosos de pretemporada, la actividad continuó en las instalaciones valencianas de Paterna. Unas jornadas con pensión completa incluida, en las que los jugadores completaron las tres pertinentes comidas en la ciudad deportiva. Así se las gasta Marcelino, que ejerce un control absoluto de todas las parcelas que forman parte de la vida de un futbolista. Nani comienza de inmediato la pretemporada y ahora toca comprobar si el portugués encaja en un lugar tan estricto.

La exigencia del técnico

Cerrar la plantilla valencianista no está siendo tarea nada sencilla por el implacable 'fair play' financiero que castiga al club, una temporada más fuera de competiciones europeas. El destino de Nani no está nada claro, pues en su primer ejercicio en el club su rendimiento dejó muchas sombras. Jugador que no conectó con el vestuario, sólo con unos pocos compañeros, y cuyo comportamiento no gustó en el club, que confiaba en que brillara en la Copa Confederaciones para que alguna oferta interesante apareciera en el horizonte. Cosa que no sucedió.

Cuando el Valencia inició las negociaciones, Marcelino dejó muy claro que cuando se hiciera cargo del equipo, la atmósfera del vestuario debía estar limpia. No quería encontrarse con determinados jugadores que consideraba, igual que el club, nocivos. Por ello fueron traspasados a la carrera Diego Alves y Enzo Pérez, a precio de saldo, a Flamengo y River Plate, respectivamente. El entrenador asturiano no quería a su lado a ninguno de los dos porque las referencias que tenía de ellos no eran las mejores, todo lo contrario. Nani es el tercero en discordia.

La alimentación

Con la contratación de Marcelino apuesta el Valencia por un entrenador muy metódico y controlador. Que durante unos días sus jugadores compartieran desayuno, comida y cena lo dice todo. Sobre todo cuando una de sus grandes obsesiones es la alimentación, que los niveles de grasa no se disparen ni un solo gramo. Sabe que incrustar a Nani en esa dinámica tan férrea no es tarea sencilla, como bien quedó de manifiesto la pasada campaña, en la que el internacional portugués mostró en contadas ocasiones su nivel.

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Las arcas del club no dan para mucho y cerrar cualquier operación es un mundo. Marcelino reclama una serie de jugadores para tener un plantel a su medida, o más o menos aproximado, pero sabe que antes de fichar toca vender. Hacer caja, restar fichas que pagar, algunas tan importantes como la de Negredo, es vital para que el entrenador pueda tener a su disposición el grupo deseado. Durante los próximos días se esperan unos cuantos movimientos en forma de salidas y entradas. Nani puede entrar en escena si aparece una buena propuesta. Desde luego, no sería mal vista su venta, ni por parte del club ni del entrenador.