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Lo que esconde la fuga de Monchi a la Roma
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Mientras José Castro 'hace un Rajoy'

Lo que esconde la fuga de Monchi a la Roma

Más que por dinero, el exitoso director deportivo del Sevilla se marcha porque ambiciona metas que no le garantizan en el Sevilla

Foto: Monchi, artífice de la exitosa época del Sevilla, en una imagen de archivo. (Cordon Press)
Monchi, artífice de la exitosa época del Sevilla, en una imagen de archivo. (Cordon Press)

Puede que Monchi (Ramón Rodríguez Verdejo) sea el director deportivo más popular del mundo y, como tal, uno de los más cotizados. La suya ha sido la llave maestra que abrió la puerta de todos los éxitos en la 'década prodigiosa' que ha vivido y está viviendo el Sevilla, el club de su corazón, una casa que el llamado León de San Fernando está a semanas de abandonar. Su fichaje por la Roma ya no es un secreto a voces, sino una realidad rotunda. Aunque Monchi ganará más del doble de lo que gana en el SFC, el mago se marcha por mucho más que por dinero.

Foto: El futuro de Monchi cada día que pasa se llena de más sombras (FOTO: Cordon Press)

Tras el encuentro de Leicester, donde el Sevilla quedó eliminado de la Champions, Monchi recostaba su cabeza sobre el cristal del autobús y lloraba. Aquella eliminación lo dejó muy frustrado. Monchi quería llegar muy lejos con el Sevilla, despedirse a lo grande, dejando al “equipo de su alma” entre los ocho mejores de Europa. El todavía director general deportivo del viejo club de Nervión ha acrecentado en los últimos años su voracidad ganadora y siempre soñó con dejar al club blanco en lo más alto.

Pero desde hace tiempo Monchi se ha percatado de que el Sevilla es un grande de España, un club respetado, admirado y hasta temido en Europa, pero una entidad con unos límites que hoy parecen imposible transgredir. El Sevilla que preside José Castro y timonea (es el director general y no se mueve un papel del club sin su firma) José María Cruz no puede, no debe, o no quiere, darle los mimbres necesarios a Monchi para hacer un equipo con hechuras de campeón. Los dirigentes del Sevilla no quieren salirse del guion establecido, no quieren traicionar la fórmula que tantos éxitos les dio: vender sus principales activos económicos para seguir creciendo.

Fuga de estrellas

En los últimos años fueron transferidos, Rakitic, Aleix Vidal, Carlos Bacca, Gameiro, Krychowiak, entre otros, jugadores que rociaron de millones al club, que invirtió buena parte del dinero en fichajes de gente con talento y con gran proyección para brillar casi de inmediato en el mercado. En la rampa de salida para el final del presente curso, dos perlas muy cotizadas: Steven N´Zonzi y Vitolo. Curiosamente, ambos futbolistas han visto cómo durante este curso sus contratos han sido modificados; tanto N´Zonzi como Vitolo tenían cláusulas de rescisión muy por debajo del valor de su rendimiento. El francés, 30 millones, y el canario, 25. Ahora pasarán a 40 millones, respectivamente. Ambos cuentan con un ramillete de equipos dispuestos a pagarlas, por lo que el negocio quedará garantizado. Sergio Rico, el prometedor arquero canterano, es otro de los activos en el escaparate.

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Monchi quiere dar un paso más. Quiere mantener a las estrellas en el equipo y reforzarlo con otras nuevas. Los dirigentes del Sevilla no se lo garantizan. Por ello, el ejecutivo, amante de la Semana Santa de Sevilla y devoto del Carnaval de Cádiz, ha decidido pasar página y experimentar en un club, la Roma, que puede traspasar ese umbral prohibitivo que la dirigencia sevillista no quiere. Franco Baldini, asesor externo de James Pallotta, presidente 'giallorosso', y amigo personal del director deportivo isleño, le ha prometido manos libres para hacer de la escuadra romanista un serio candidato al 'Scudetto' y a la Champions.

El destino de Sampaoli

Ramón Rodríguez, que firmará (todavía no puede hacerlo porque tiene contrato en vigor con el Sevilla, que firmó en 2015 y expira en junio de 2020) un compromiso con la Roma por tres temporadas, no tiene previsto viajar con ninguno de los actuales ayudantes en el club de Nervión, pese a que se ha hablado en las últimas horas de Miguel Ángel Gómez, auténtica mano derecha y hombre que maneja a la perfección el fútbol internacional, conocedor de idiomas y excelente planificador. Los tiros apuntan a Óscar Arias, secretario técnico, como sucesor de Monchi, aunque todavía no hay nada claro. Se habla de la incorporación al organigrama de Carlos Marchena, ex internacional y ex jugador del Sevilla, Benfica y Valencia. En el club no confirman nada.

En realidad, la entidad se encuentra en un estado de permanente parálisis comunicativa (exceptuando al eficiente Jesús Gómez, director de comunicación), porque José Castro ni desmiente ni confirma nada, incluso hasta hace unos días seguía afirmando su confianza en que Monchi iba a seguir mucho tiempo en el Sevilla. “Pepe está volviendo a hacer un Rajoy”, aseguró un hombre del club que por razones obvias prefirió mantenerse en el anonimato.

'Hacer el Rajoy' es cerrar los ojos y seguir caminando, hacerse el sordo ante los gritos que suenan desde todas las orillas y no pararse, seguir y seguir… Castro tiene abiertos varios frentes: el de la pacificación de las gradas, con los Biris en guerra de brazos caídos y voces silenciosas, el tema de las acciones y, ahora, la flor más lustrosa del jardín tiene el billete sacado para volar a la Ciudad Eterna. Y veremos ahora qué dirá Sampaoli el 30-J. Qué grande se le ha hecho el campo.

Puede que Monchi (Ramón Rodríguez Verdejo) sea el director deportivo más popular del mundo y, como tal, uno de los más cotizados. La suya ha sido la llave maestra que abrió la puerta de todos los éxitos en la 'década prodigiosa' que ha vivido y está viviendo el Sevilla, el club de su corazón, una casa que el llamado León de San Fernando está a semanas de abandonar. Su fichaje por la Roma ya no es un secreto a voces, sino una realidad rotunda. Aunque Monchi ganará más del doble de lo que gana en el SFC, el mago se marcha por mucho más que por dinero.

José María del Nido
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