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Al Barcelona le va la marcha
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EL SUFRIMIENTO SE CONVIERTE EN ALGO HABITUAL

Al Barcelona le va la marcha

El Barcelona no cerró el partido ante el Valencia hasta el minuto 89 y la parroquia del Camp Nou, últimamente, se está abonando a sufrir más de lo habitual

Foto: Neymar se lamenta de una ocasión fallada ante el Valencia. (Foto: Cordon Press)
Neymar se lamenta de una ocasión fallada ante el Valencia. (Foto: Cordon Press)

Una de las características comunes a todo aquel culé de toda la vida es la tendencia al sufrimiento, que se abonan inevitablemente a la ‘ley de Murphy’; si algo malo puede pasar, pasará, porque les han dibujado así y no pueden remediarlo. Los sufridores deben estar en su salsa últimamente, porque el Barcelona les da justo la dosis de angustia que temen y esperan casi a partes iguales. Anoche, ante el Valencia, los de Luis Enrique no fueron capaces de cerrar el partido hasta el minuto 89’, cuando André Gomes marcó el definitivo 4-2. Y eso que jugaron contra diez durante la segunda parte.

El 3-4-3 con el que el técnico asturiano sacudió al equipo con el objetivo de buscar un revulsivo tiene sus riesgos y en defensa el conjunto catalán sufre más de la cuenta. Con el mismo once que logró la remontada frente al PSG, el Barça tuvo que remontarle también al Valencia, que se adelantó con un tanto de Mangala a saque de córner. Era el tercero consecutivo que encajaban los azulgranas tras los dos tantos del Deportivo, que llegó a chutar uno al palo. Vamos, que resulta evidente que el Barcelona tiene un problema a pelota parada y ayer el que quedó retratado fue Rakitic. Luis Suárez, siempre al rescate, empató seis minutos después y provocó el penalti que significó el 2-1 y la tarjeta roja de Mangala a falta de un minuto para el descanso. Se las prometían entonces muy felices, pero Munir empató en el 45’.

La eterna espera del Camp Nou

Con el Valencia en inferioridad de condiciones y agazapado atrás, se sucedieron una tras otra las ocasiones del Barça y ni Diego Alves pudo evitar el tanto de Messi en el 52’. A partir de ahí el equipo azulgrana jugó con fuego, volcados en ataque, arriesgando y dejando huecos a su espalda que podían haberles costado un disgusto. Soler y Munir dieron dos avisos y los casi 80.000 espectadores que acudieron al Camp Nou se removían inquietos en sus asientos esperando que, de una vez por todas, su equipo metiera otro tanto para poder respirar tranquilos. No hubo manera, ya fuera por las buenas intervenciones de Diego Alves, la falta de definición en los metros finales o por la mala fortuna, como en el tiro de falta de Neymar a la cruceta.

Ofensivamente, el Barça acumula jugadores en ataque y remató hasta en 29 ocasiones, 13 de ellas a portería, pero la vulnerabilidad defensiva deja al personal con cierta inquietud en el cuerpo. Al equipo con el sistema de 3-4-3 le va la marcha y el espectáculo desde luego está garantizado. Más aún si se cuenta encima con el mejor tridente del mundo: Messi ya lleva 25 goles en Liga, siendo Alves su víctima favorita (le ha marcado 21 tantos en 17 partidos) y es el máximo goleador del campeonato seguido por Luis Suárez, con 22. Neymar, mientras, dio ayer dos asistencias y su cabalgada por la banda desbordando a Montoya y Enzo Pérez para terminar dándosela en bandeja a André Gomes fue espléndida. Pero hubo que esperar hasta ese momento, hasta el 89’, para que la grada resoplara por fin y soltara la tensión acumulada, temiéndose que en cualquier jugada aislada el Valencia la liara.

Luis Enrique y la anécdota de la noche

Iniesta, que por fin disputó su primer partido completo desde que reapareció tras su lesión, le quitó importancia al suspense en el marcador hasta el último minuto y, en declaraciones a Movistar afirmó: “Si se quiere buscar alguna pega… Pero yo me quedo con que hemos hecho un partido buenísimo y creado un montón de ocasiones”. Luis Enrique, tampoco le puso ningún pero al partido. "No hemos tenido la tentación de ser 'segurolas', no va con nuestra manera de entender el fútbol y siempre fuimos a por el cuarto gol contando con el riesgo de que el Valencia nos la pudiera liar, pero en general estoy muy contento con el comportamiento de los jugadores y con el fútbol que hemos hecho, creamos muchísimas ocasiones e hicimos un partido completísimo", declaró el técnico en su primera respuesta y luego tuvo que parar durante unos minutos porque le entró la risa al ver a un periodista dormido en la sala de Prensa. "Esta es la primera vez que me pasa, debe ser un peñazo lo que estoy contando", bromeó.

Mientras, Messi, que sigue hablando sólo sobre el terreno de juego, forzó además la quinta tarjeta amarilla y a la vuelta del parón por los compromisos de las selecciones, se perderá el choque ante el Granada, pero estará listo para el Sevilla, mientras que Piqué, en la misma situación, no lo hizo y el Clásico, que tiene toda la pinta de que será clave, está a tres jornadas.

Una de las características comunes a todo aquel culé de toda la vida es la tendencia al sufrimiento, que se abonan inevitablemente a la ‘ley de Murphy’; si algo malo puede pasar, pasará, porque les han dibujado así y no pueden remediarlo. Los sufridores deben estar en su salsa últimamente, porque el Barcelona les da justo la dosis de angustia que temen y esperan casi a partes iguales. Anoche, ante el Valencia, los de Luis Enrique no fueron capaces de cerrar el partido hasta el minuto 89’, cuando André Gomes marcó el definitivo 4-2. Y eso que jugaron contra diez durante la segunda parte.

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