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Zidane, el técnico de un Madrid "que molesta", reafirma su amor a la BBC
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Zidane, el técnico de un Madrid "que molesta", reafirma su amor a la BBC

Esta vez no podrá alinearla, pues Bale está sancionado, pero anuncia que le gusta que jueguen los tres y que, cuando estén, el equipo se disponga en un 4-3-3 a pesar de la falta de equilibrio

Foto: Zidane da órdenes desde el banquillo (Reuters)
Zidane da órdenes desde el banquillo (Reuters)

"Nosotros molestamos, esto no va a cambiar nunca". Zinedine Zidane, habitualmente un remanso de paz, parecía más estresado de lo habitual en su comparecencia de prensa previa al partido contra el Betis en el Bernabéu. "El Madrid es único y cada vez que pasa algo es porque es el Madrid, pero sabemos esto y nos tenemos que hacer con estas cosas", explicaba el técnico cuando le preguntaban por el arbitraje favorable que ayudó al Barcelona a la mayor remontada de la historia en competiciones europeas.

Foto: Sergio Ramos y Florentino Pérez, en el acto de renovación del contrato del capitán en verano de 2015 (Juan Medina/Reuters).

En realidad, no hay nada nuevo en que un entrenador o un futbolista se queje de un trato peor que el de sus rivales. El "molestamos" de Zidane es el mismo que utilizó el año pasado Simeone. Y es muy parecido al "ya sabemos cómo funciona esto" que dijo Piqué hace unas pocas semanas. El problema ya no es que los arbitrajes sean peores o mejores, que los colegiados puedan equivocarse en momentos concretos. Estas declaraciones, de Zidane, de Piqué, de Simeone, de tantos otros, argumentan que los fallos son premeditados. Cuando Zidane habla de que el Madrid depende de sí mismo y de que molestan está diciendo, como sus rivales, que la mirada del árbitro es injusta con sus intereses.

El caso es que es imposible que todos tengan razón. Sí podría darse lo contrario, que todos estuviesen errados. Lo que no es sostenible es una conspiración enorme que perjudique, simultáneamente, a todos los rivales por los grandes títulos. Hay un añadido más a esta epidemia de victimismo que se da en el fútbol español, y es la absoluta carencia de pruebas. Porque lo más parecido que se recuerda a una es la declaración malintencionada de Fernando Roig que hablaba de bolsas de regalo del Madrid a los árbitros. Una que perdió bastante fuerza cuando se supo que prácticamente todos los equipos de LaLiga Santander tenían muestras de generosidad con el trencilla en cada partido.

Si es improbable que haya pruebas, y se supone que los árbitros ya están creciditos para no caer en estas tentaciones, ¿de dónde vienen todas estas frases? Lo más probable es que el interés, si es pensado, sea para enardecer a los propios seguidores. La afición abraza estas cosas porque está dispuestísima a creer. Si el Madrid, el Barcelona o el Atlético dicen que hay una conspiración en su contra, que incomodan a las instituciones, habrá cientos de acólitos que acepten que la catástrofe se dio por factores exógenos, como el arbitraje, más que por errores propios. Tan viejo como el fútbol y la vida.

Los árbitros, que son un factor, no dejan de ser una cuestión más en el paisaje del fútbol. En realidad los grandes, cuando se quejan, lo que están haciendo es aminorando su responsabilidad en los resultados negativos. Que es enorme porque estos clubes están diseñados para ganar todos los partidos. Es el fútbol la respuesta, un equipo que brilla y gana con facilidad ni depende de la ayuda de los árbitros ni se duele si no la tiene o la tiene en su contra. En esto, en el fútbol, el Real Madrid lleva unas semanas de dudas. El propio Zidane lo acepta con naturalidad, en un gesto que, este sí, no es tan común en los banquillos ilustres.

"Queremos estar bien y el equipo últimamente lo puede hacer mejor pero está concentrado en lo que podemos hacer, pensando en mejorar nuestro juego como vamos a hacer. Nos vamos acercando al final de temporada y cada punto a sumar es muy importante. Estamos concentrados en lo nuestro sin pensar en los demás", explicaba el técnico francés sobre el momento actual de su equipo.

placeholder James e Isco (EFE)
James e Isco (EFE)

Una mala racha de juego

Es verdad que llega de unas semanas accidentadas. La derrota contra el Valencia, el empate contra Las Palmas y la muy deficiente primera parte contra el Nápoles arrojan sensaciones negativas. Solo el partido contra el Eibar, sin Cristiano ni Bale, el equipo mostró mejor cara. Y en ese partido, precisamente, está la súplica de una parte de la afición. Quieren que el sistema, el 4-3-3 poblado de estrellas en la punta, se convierta en algo más equilibrado. Quizá menos luminoso, la BBC es una fuente de talento imposible, pero también más racional. Incluso, si es que la hipoteca de que jueguen los tres no se puede cancelar, que al menos cambie el dibujo cuando estén en el terreno del juego.

Foto: La BBC al completo en un partido de la pasada campaña. Opinión

No lo esperen. Zidane ya dijo en el pasado que si están bien —algo cuestionable que, por lo que se ve, se refiere más a que estén disponibles que a su momento de forma— iban a ser de la partida. Ahora da un paso más y recuerda que si están sobre el campo el Madrid no tendrá tres centrocampistas. "Por poder puede jugar uno ahí, en la línea de cuatro, pero yo prefiero jugar con los tres arriba. Me gusta jugar con tres arriba y tres en el medio. Que uno como Gareth puede jugar en la línea sí pero para mi son más eficaces en esa posición. Bale en derecha, Cristiano en izquierda y Karim en medio, donde han jugado desde que estoy de entrenador y como antes de que yo llegase", explicaba el técnico. Y no hay más que hablar, pues quien toma esa decisión es él y no otro.

Y eso que él mismo cree que con cuatro en la medular el equipo tiene mejor balance: "Muchos partidos jugamos bien con los tres de arriba y tres en el medio. Es verdad que hicimos un gran partido en Eibar con 4-4-2 y que tenemos más equilibrio con línea de cuatro, pero como entrenador no pienso en estas cosas porque podemos jugar bien de muchas maneras, con tres o dos arriba, podemos cambiar de sistema". Al final confía más en la inspiración de tres astros que en el juego de conjunto que se puede generar con otro dibujo en el campo.

Zidane, como colofón a esta narrativa, echa mano de un argumento al que le da vueltas siempre: "Lo importante es la actitud". Futbolísticamente es una explicación bastante floja. La actitud, como el valor en la mili, se supone. Y si no existe, el problema es apabullante; son profesionales, cobran millones de euros por hacer su trabajo, la falta de ganas es un pecado mortal.

Contra el Betis habrá que ver "la actitud" aunque es probable que el Real Madrid, esta vez, sí que juegue con un equipo con cuatro centrocampistas. La baja de Bale, sancionado, abre la puerta a un centrocampista más, tampoco hay tantos delanteros como para mantener el formato si no están los cracks. Además, ya ha avisado que se pueden esperar cambios. Es un partido de Liga, en casa y con mucho tute a las espaldas. Tener enchufados a jugadores como Danilo, Nacho, James o Isco también es una necesidad.

Alineaciones probables

Real Madrid: Keylor Navas o Kiko Casilla; Danilo, Sergio Ramos, Nacho Fernández, Marcelo; Casemiro, Kroos o Modric, Isco, James; Cristiano Ronaldo y Benzema.

Betis: Adán; Piccini, Mandi, Pezzella, Tosca, Durmisi; Petros, Rubén Pardo, Donk; Dani Ceballos y Rubén Castro.

Árbitro: Mateu Lahoz (Comité Valenciano).

Estadio: Santiago Bernabéu.

Hora: 20.45.

"Nosotros molestamos, esto no va a cambiar nunca". Zinedine Zidane, habitualmente un remanso de paz, parecía más estresado de lo habitual en su comparecencia de prensa previa al partido contra el Betis en el Bernabéu. "El Madrid es único y cada vez que pasa algo es porque es el Madrid, pero sabemos esto y nos tenemos que hacer con estas cosas", explicaba el técnico cuando le preguntaban por el arbitraje favorable que ayudó al Barcelona a la mayor remontada de la historia en competiciones europeas.

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