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La realidad atlética: el cuarto puesto es más necesario que los sueños europeos
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el granada muy necesitado de puntos

La realidad atlética: el cuarto puesto es más necesario que los sueños europeos

Simeone había acostumbrado al club a jugar por la Liga, pero esta temporada el objetivo clave es estar en las plazas que dan paso a la Liga de Campeones. En la mente estará el Leverkusen

Foto: Griezmann, Koke y Carrasco (EFE)
Griezmann, Koke y Carrasco (EFE)

Cuando el Atlético de Madrid sorteó el desierto de la irrelevancia, un tiempo que coincide casi exactamente con la entrada de Diego Pablo Simeone en el banquillo, el discurso preponderante tenía como argumento sólido la historia de David contra Goliat. Los rojiblancos eran, y el técnico lo repetían hasta la extenuación, el Quijote que competía contra los molinos del Real Madrid y el Barcelona con un presupuesto en el que cada victoria ante ellos, aunque fuese parcial, tenía tono de gesta.

Foto: Así celebró Griezmann el primer gol en el Atlético-Valencia (Javier Barbancho/Reuters)

Los vaticinios decían que la Liga Santander iba a ser de dos y el mayor éxito del Atlético fue, precisamente, romper esa narrativa. El discurso, sin embargo, nunca puede ser eterno. Se erosiona con los días y los resultados y esa concepción de los dos gigantes y el aventurado aspirante se rompió con el tiempo. No porque las diferencias económicas desaparecieran -aunque, es cierto, menguaron- sino porque la actualidad hace que el discurso, por real que sea, pierda vigencia con el tiempo.

Además, un discurso tan marcado siempre se puede volver en tu contra. Porque ahora, muy lejos de la cabeza, la lucha del Atlético está en entrar en la Champions. Como mucho, en la tercera plaza que evita el engorroso paso por las fases previas. Los rivales ya no son el Madrid y el Barcelona, sino el Sevilla, la Real Sociedad o el Villarreal. Y ahí el Atlético es el pez gordo, el equipo con plantilla más lustrosa y al que habría que atribuir las ayudas y manos negras que se le presuponen a los grandes en sus batallas.

La pelea por la Liga es, sin duda, más atractiva para cualquier equipo. Es el gran reto, el premio final, y los de Simeone lo consiguieron de manera brillantísima en su día. Lo de este año suena algo más pedestre, pero para la institución puede ser aún más importante que llevarse el título. Económicamente, para un club del tamaño del rojiblanco, es una catástrofe no entrar en la Champions League. La competición europea, con su flujo de dinero constante, sus premios por victorias y el dinero de la televisión, es el maná de los equipos como el Atlético de Madrid. Más aún, por descontado, en el año que se tiene que inaugurar un nuevo estadio considerablemente más grande que el actual Calderón.

Simeone, sin entrar ahora en las peleas sobre los presupuestos que tanto le gustaron en los tiempos en los que era el débil, admite abiertamente que su guerra es esa. La cuarta plaza, a lo sumo la tercera que hoy tiene el Sevilla y que se aleja a siete puntos. "En estos momentos nos encontramos nosotros en la cuarta plaza, pero está claro siempre mirando más a los que tenemos más cerca, que son los que vienen debajo, Real Sociedad y Villarreal, y aislándonos un poco más de los que están peleando por el campeonato, el Sevilla, el Real Madrid y el Barcelona", explicaba el técnico argentino en la rueda de prensa previa.

placeholder Diego Simeone (Reuters)
Diego Simeone (Reuters)

Sin Torres ni Gameiro

El Cholo tiene ahora mismo un problema con sus delanteros titulares. No está Torres, que aún se recupera del tremendo golpetazo de Riazor que hizo temer seriamente por su salud y se quedó en un fuerte traumatismo craneoncefálico. Tampoco Gameiro, que se duele de unas molestias en el abdomen. Así que Griezmann, que suele ser la mejor compañía del 9, en este caso tendrá que ejercer como primera espada goleadora.

Foto: José María Giménez, durante un partido de esta temporada (EFE)

Las bajas no se quedan en la punta. Gabi, el refuerzo de seguridad de los rojiblancos, quizá la pieza más difícilmente sustituible, está de baja. Se tuvo que operar la pasada semana tras una fractura en dos dedos de la mano ocasionada en un accidente doméstico. No están ni Tiago ni Augusto, ambos lesionados de larga duración. Así que el único recurso posible para Simeone se llama Thomas Partey y es un jugador que no siempre ha tenido el cariño del técnico. Como joven que es, le ha costado entrarle por los ojos al argentino.

Claro que, todo esto, es la Liga. Que es necesaria, pero no ilusionante. Porque en el Atlético de Madrid, vistas como se han puesto las cosas, lo que llama es la Champions League. Una relación estable, feliz aunque con sobresaltos. Una buena parte de la afición, también el propio entrenador, asegura que es más sencillo ganar la competición europea que la Liga. No solo está temporada, lo que parece evidente, sino también en cualquier otro año. A pesar de que la realidad tenga pruebas de que el Atlético puede ganar el campeonato nacional pero aún no haya demostrado que la orejona sea posible. La visita a Granada es crucial para los intereses del equipo pero la mente, inevitablemente, tiende a irse al partido del miércoles contra el Bayer Leverkusen.

Todo lo anterior se lo explicas a un aficionado del Granda y te cuenta que los ricos no saben lo que es la angustia. El miedo real es bajar a la Segunda División, cuando la rutina es perder partido tras partido y se mira al calendario y no hay más que cepos de los que salir peor parado. En las últimas semanas había dado síntomas de recuperación, con victorias importantes ante el Alavés y el Betis. Pero la semana pasada, en Leganés, se llevaron un mazazo. La salvación está a cinco puntos y el tiempo, cuando estás en la zona roja, siempre va en contra. Por eso el Granada, en casa, intentará hacer daño a un rival claramente superior. Porque la historia de David contra Goliat sale en La Liga todas las semanas.

Alineaciones posibles

Granada: Ochoa; Foulquier, Hongla, Saunier, Gastón Silva, Héctor; Uche, Wakaso, Isaac Cuenca. Andreas Pereira; y Adrián Ramos.

Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Savic, Godín, Filipe; Koke, Thomas, Saúl, Gaitán; Griezmann y Carrasco.

Árbitro: Hernández Hernández (C. de Las Palmas).

Estadio: Nuevo Los Cármenes.

Cuando el Atlético de Madrid sorteó el desierto de la irrelevancia, un tiempo que coincide casi exactamente con la entrada de Diego Pablo Simeone en el banquillo, el discurso preponderante tenía como argumento sólido la historia de David contra Goliat. Los rojiblancos eran, y el técnico lo repetían hasta la extenuación, el Quijote que competía contra los molinos del Real Madrid y el Barcelona con un presupuesto en el que cada victoria ante ellos, aunque fuese parcial, tenía tono de gesta.

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