El perenne llanto de Simeone por Diego Costa

Ha transcurrido mucho tiempo desde que se marchó, pero su recuerdo resiste al paso del tiempo. El Atlético de Madrid, considera su técnico, sigue teniendo un problema en su ataque. El Cholo Simeone no tiene los efectivos deseados para, estima, pelear de verdad con los grandes de España y Europa por todos los títulos. Y sigue pensando que Diego Costa habría sido determinante para conseguirlo. Continúa añorando a un jugador que fue decisivo para que el equipo rojiblanco volviera a la élite durante unos años de gloria. El estratega no para de evocar a uno de sus futbolistas fetiche. En todos los lugares de la institución se comenta el largo lamento, vigente a día de hoy, del sudamericano.

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Los persistentes, eternos, comentarios del entrenador argentino se deslizan por todos los rincones del Atlético de Madrid. Simeone insiste en rememorar cómo funcionaba su equipo cuando Diego Costa lideraba el ataque con firmeza, goles y precisión. No para de destacar ante cualquier empleado con los que tiene contacto fluido y constante, que si por algo el club sumó un ramillete de trofeos para engordar su sala de trofeos, fue por el papel decisivo de Diego Costa. Aunque aquellos son ya simples recuerdos, el instructor de la primera plantilla visualiza lo que hoy sería el Atleti con el atacante hispano-brasileño y lamenta su ausencia.

Esa eterna pena, vigente hoy en día, es conocida sobradamente en el corazón del vestuario, lo que no agrada en exceso al plantel, según comentan muchos de sus integrantes. No quedan en buen lugar los que forman la cuadrilla de atacantes del actual Atlético de Madrid. De sobra es sabido que los dos arietes no cuentan con la plena confianza del Cholo; ni Fernando Torres ni Gameiro han conseguido ganarse el afecto futbolístico de su jefe. El de Fuenlabrada es ahora el que cagalga unos cuerpos por delante del francés, escenario que puede cambiar en cualquier momento si no llegan los goles. El ex del Sevilla, la apuesta goleadora para esta temporada, ha caído en desgracia ahora, lo que aflige al jugador que tanto brilló a las órdenes de Unai Emery.

"Gran reencuentro y grandes recuerdos". Hace varias semanas colgó este mensaje, con la correspondiente imagen, Diego Costa en su cuenta de Instagram tras cenar con Simeone. La instantánea confirmó por enésima vez la sólida conexión que une a entrenador y goleador, al mismo tiempo que el feliz encuentro era muy comentado en diferentes foros, también en el interior del camerino. No parece que sus caminos vuelvan a unirse en un futuro próximo a tenor de lo que la prensa británica ha ido publicando a lo largo de esta semana, dando por hecho que el de Lagarto firmará un nuevo contrato con el club londinense, alargando el compromiso y viendo sus emolumentos aumentados de manera espectacular.

Con la sanción de la FIFA vigente, el diseño de la plantilla con vistas a la temporada que viene está en el aire. En el caso de que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) levante el castigo y permita al Atlético de Madrid fichar este próximo verano, la llegada de un nuevo goleador se puede dar por hecha. Es una pieza fundamental para el entrenador argentino y desde que en enero de 2014 Diego Costa rubricara su compromiso con el Chelsea —el traspaso se hizo oficial algunos meses después—, Simeone ya empezó echar de menos al internacional por España. De la misma manera que el futbolista intentó regresar a la que considera su casa en más de una oportunidad. Este pasado verano la operación retorno estuvo activa durante largo tiempo, sin poder concretarse nunca.

Los que manejan las finanzas del club ya saben que este próximo verano, con permiso del TAS, tocará hacer un fuerte desembolso por el atacante que señale Simeone. El problema llegará si el veredicto es negativo y hasta el mercado invernal no se puede reforzar un plantel en el que se quiere meter mano. La temporada que viene, con el estreno del moderno Wanda Metropolitano, se pretende que el equipo tenga un gran debut en la nueva casa, y para ello se prevén unos cuantos movimientos, que no se podrán hacer si el TAS así lo decide. Un complicado escenario porque jugadores como Fernando Torres acaban contrato el próximo 30 de junio y ya ha dejado claro que no quiere que el debate sobre su futuro se alargue demasiado.