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La falta de intensidad como único mal del Real Madrid detectado por Zidane
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siempre se ha responsabilizado a sí mismo

La falta de intensidad como único mal del Real Madrid detectado por Zidane

"No sé qué ha pasado, otra vez no hemos entrado en el partido suficientemente concentrados y nos ha faltado intensidad", dijo Zidane para explicar el mal día contra el Celta

Foto: Zidane se ha encontrado con una racha negativa que no esperaba (Juan Medina/Reuters).
Zidane se ha encontrado con una racha negativa que no esperaba (Juan Medina/Reuters).

La serenidad de Zidane forma parte de su ADN de toda la vida. No fue un futbolista caracterizado por el nervio, ni siquiera por evidenciar una pasión desatada por lo que hacía, sino que la emoción que sentía por el deporte que amaba la acumulaba toda en su interior para hacerla explotar a través de su espectacular juego. Como entrenador se controla algo menos en la banda, donde deja escapar gestos de rabia, decepción o exaltación durante los partidos. La calma la traslada siempre a la rueda de prensa, al trato con los medios de comunicación. En ninguna comparecencia pública el entrenador del Real Madrid se ha mostrado excitado en sentido alguno, ya fuera positivo o negativo. Cuando todo eran triunfos y alegrías no quiso considerarse ni siquiera entre los mejores técnicos del mundo, y ahora que está inmerso en su primera mini-crisis, tampoco se agobia.

Foto: Cristiano completó un partido para olvidar. (Juan Medina/Reuters)

Su discurso siempre que ha caído ha sido relativamente similar. Trata de apelar hacia lo bueno, destacando únicamente algún detalle que le ha parecido nocivo y mejorable, pero no ha puesto nunca el grito en el cielo por alguna mala actuación de algún jugador en particular, sino que Zidane procura tirar de tópicos para rebajar cualquier tipo de tensión que pudiera existir. "Faltó intensidad", ha dicho después de dos derrotas, y tras varios partidos en los que no fue capaz su equipo de pasar del empate.

Contra el Celta volvió a lo mismo. "No sé qué ha pasado, otra vez no hemos entrado en el partido suficientemente concentrados y nos ha faltado intensidad", dijo, algo similar a lo que comentó tras su primera derrota, contra el Atlético en el derbi del Bernabéu de 2016. "No debimos dejarlos entrar en el partido y el Atlético jugó cómodo". Lo mismo dijo cuando su equipo dejó escapar un 0-2 en Varsovia contra el Legia y acabó rescatando un punto. "Nos ha faltado un poco de todo, un poco de intensidad... Sobre todo cuando metes dos goles. Hemos bajado la intensidad y puede pasar que te metan el gol. Y ya está".

Parece un discurso muy indolente como para pensar que en realidad cree que es esa la razón por la que el Madrid cayó contra el Celta. Sobre todo porque se refiere al inicio del encuentro, un momento que, ciertamente, mostró a un Celta mucho más activo que a los merengues, que tardaron en activarse lo mismo que Casemiro en adueñarse del centro del campo. Una vez conseguido ese paso, el Madrid no cumplió con el cometido de adelantarse en el marcador y sufrió dos goles por dos pérdidas de balón.

"Cuando hemos empatado, hemos perdido la concentración de nuevo rápidamente. Algo tenemos que hacer", reconoció Zidane en referencia al gol del 1-2 de Jonny, una frase que se parece enormemente a lo que dijo en Sevilla al hablar sobre la remontada del equipo hispalense. "Sí, ha sido un gol en propia puerta después de una falta y una pérdida de balón, pero son cosas que pueden pasar. Ahora tenemos que digerir la derrota porque a nadie le gusta perder y menos de esta manera. Es el fútbol, hay que aceptarlo". Vamos, algo similar también a sus palabras en Wolfsburgo cuando cayó derrotado por 2-0, quedando al borde de la eliminación de la Champions que acabó ganando. "Cuando te meten gol, a veces es falta de concentración, pero esas cosas pasan en el fútbol".

Cosas que pasan, así es el fútbol, falta de intensidad, dejar entrar al rival en el partido... Zidane no ha explicado en ningún caso por qué se han producido esos detalles que, según él, han sido determinantes para que su equipo perdiese esos partidos. No hay una respuesta técnica, ni una razón táctica analizada para comprender desde fuera qué ha pasado, lo cual colabora sobre esa imagen que tiene el entrenador de Real Madrid de poco experto, de novato en el puesto. Sin embargo, la evolución del equipo desde que lo cogiera hace algo más de un año indica que su conocimiento es muchísimo mayor del que aparenta.

Lo que siempre ha asumido es su responsabilidad en los resultados. Salvo en el encuentro contra el Sevilla, en el que en realidad mostró más sorpresa por el resultado tan inesperado que otra cosa, en todas las demás derrotas levantó la mano y se señaló a sí mismo como culpable. "Yo soy el responsable y tengo que buscar la solución", fue su frase tras el Celta. Lo mismo que dijo al caer contra el Atlético ("La responsabilidad la tengo yo. Lo que tengo que hacer ahora es buscar soluciones para que no vuelva a pasar") y contra el Wolfsburgo ("El responsable de buscar lo que ha pasado soy yo, y lo voy a hacer").

​Alineaciones probables

Real Madrid: Keylor Navas; Danilo, Varane, Sergio Ramos, Marcelo; Casemiro, Kroos, Modric; Isco, Cristiano Ronaldo, Benzema.

Málaga: Kameni; Rosales, Luis Muñoz, Villanueva, Juan Carlos; Juanpi, Recio, Camacho, 'Chory' Castro, Fornals, Santos.

Árbitro: Jesús Gil Manzano (Comité extremeño).

Estadio: Santiago Bernabéu.

Horario: 16.15.

La serenidad de Zidane forma parte de su ADN de toda la vida. No fue un futbolista caracterizado por el nervio, ni siquiera por evidenciar una pasión desatada por lo que hacía, sino que la emoción que sentía por el deporte que amaba la acumulaba toda en su interior para hacerla explotar a través de su espectacular juego. Como entrenador se controla algo menos en la banda, donde deja escapar gestos de rabia, decepción o exaltación durante los partidos. La calma la traslada siempre a la rueda de prensa, al trato con los medios de comunicación. En ninguna comparecencia pública el entrenador del Real Madrid se ha mostrado excitado en sentido alguno, ya fuera positivo o negativo. Cuando todo eran triunfos y alegrías no quiso considerarse ni siquiera entre los mejores técnicos del mundo, y ahora que está inmerso en su primera mini-crisis, tampoco se agobia.

Zinédine Zidane Celta de Vigo
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